EmmaPOV
El camino al tercer piso fue, como mínimo, incómodo. Mark siguió charlando con Carlie y conmigo, ignorando completamente a los chicos. Ellos, en cambio, se pasaron todo el tiempo mirándole de la peor manera posible. Thomas parecía incluso más enfadado que cuando estaba hablando con Mike. Para ser totalmente sincera, tenía que admitir que me parecía un poco sexy verlos tan fastidiados porque un tío nos estaba prestando atención.
Llegamos a la tercera planta y Mark nos guió a la izquierda, por un largo pasillo enmoquetado. A mitad del pasillo, se paró y señaló una puerta. "Habitación 314, caballeros." Rápidamente dejó sus maletas en el suelo al lado de la puerta. Entonces volvió a mirarnos a Carlie y a mí.
"¿Puedo?" preguntó, extendiendo la mano para coger la llave que tenía Carlie en la mano. Estaba tan atónita, que simplemente vio como cogía la pequeña pieza de plástico de su mano. Deslizó la llave en la cerradura, esperó la luz verde, y entonces giró la manilla. "Venga, señoritas. Os daré un tour por vuestra habitación y os mostraré donde está todo."
Extendió el brazo, y nos indicó que entrásemos en la habitación. Miré por encima del hombro para ver a un furioso Thomas en el pasillo con las manos plantadas firmemente en las caderas, y Chris no estaba mucho mejor. Intenté dirigirles una sonrisa tranquilizadora, pero no pareció ayudar.
"Bueno, señoritas," dijo Mark mientras que dejaba que la puerta se cerrase tras él, parando el carrito cerca del armario para descargar nuestras maletas. "Bienvenidas al Hotel El León Rojo. Tenéis una vista preciosa del valle." Abrió las cortinas para revelar un valle cubierto de nieve. Era una vista espectacular de la zona, con las montañas a lo lejos.
"Aquí está vuestra televisión..." Señaló el aparador, entonces se sentó en la cama y de la mesita de noche sacó el mando. "Y vuestro mando..." Recorrió la colcha con la mano y ronroneó, "y vuestra cama..."
Carlie y yo nos miramos con shock. "Um... Ok, gracias, creo que podemos arreglárnosla..." murmuré, intentando que se fuera.
Nos guiñó, y nos sonrió con lo que supongo que tenía que ser una sonrisa sexy, negándose a que le echaran tan fácilmente. "¡Esperad! No os he enseñado todavía la mejor parte de esta habitación." Se bajó de la cama y entró en el cuarto de baño. Carlie y yo le seguimos, imaginándonos que cuando antes acabase su tour, antes se iría.
"La ducha tiene una alcachofa y 6 chorros para el cuerpo, 3 a cada lado. La ducha también es extra grande... con espacio para dos o incluso tres personas..." dijo con las cejas levantadas mientras una vez más miraba a Carlie .
Señaló el mostrador. "También tenéis todo tipo de champús, jabones y lociones a vuestra disposición. Y esta es mi parte favorita..." dijo mientras se giraba hacia la enorme bañera que había en el rincón, "el jacuzzi." Recorrió con la mano lenta y seductoramente la suave superficie de mármol.
Un fuerte golpe en la puerta interrumpió el tour más escalofriante de nuestra vida. "¡Emma! Abrid... ¿se ha ido ya ese idiota?" escuché que bromeaba Thomas desde el otro lado de la puerta. Todavía estaba sonriendo con malicia cuando abrí la puerta y le murmuré 'gracias'. Vi que su sonrisa se desvanecía cuando vio a Mark por encima de mi hombro. "Oh, supongo que todavía está aquí, ¿no?" dijo Thomas sin perder ni un minuto. Entró a zancadas en la habitación y me cogió de la mano mientras se dirigía hacia Mark. "Gracias, pero el tour ya se ha acabado. Ellas pueden entender las cosas solas, son unas mujeres bastante inteligentes." La hostilidad en su voz era muy evidente.
Mark miró a Thomas de mala manera, pero se negó a que le distrajeras de su agenda. "Señoritas, si necesitáis algo, por favor, llamadme. Me alegraría poder ayudaros."
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Boicots y Moscas de Bar
RomanceEl amor no es algo que encuentras. El amor es algo que te encuentra.