𝑳.𝑴.𝑯
Nunca habia pensado en la posibilidad de algún día experimentar la tan conocida claustrofobia pero estar en aquel espacio reducido había comenzado a afectarme a tal punto de no poder respirar correctamente, si hacía cuentas... Lo más probable es que llevase aquí por lo menos tres horas.
En ninguna de esas horas alguna persona pasó por alli, supongo que nadie tenía horario de educación física hoy, aún así deseaba poder salir antes de que terminase la jornada escolar, tanto por querer ver a JiSung como por poder sentirme tranquilo, además estaba comenzando a tener hambre.
Espero no morir.
Caminé un poco por el pequeño lugar en busca de alguna salida, no podia hacer mucho, solo habían casilleros y una banca larga en el medio, me senté en esta y miré al techo, mientras más pasaba el tiempo el lugar más se ponía oscuro.
Y la oscuridad me aterra.
Escuché como forcejeaban con la puerta y en segundos entró luz de afuera al ser abierta, sin esperar mucho corrí, pasé por el lado del conserje después de decirle gracias, noté como estaba atardeciendo por lo que aún faltaba tiempo para salir de la jornada, me dirigí a mi salón y cuando abrí la puerta todos incluyendo al profesor se me quedaron viendo.
JiSung estaba en el que se supone que era mi lugar viéndome con sus grandes ojos, el profesor suspiro llamando mi atención, sabía que me regañaría pero debía explicarle.
— ¿Y estás horas de llegar joven Lee?
— Ella —Señalé a Yuna. — Me dejó encerrado en los vestuarios. —No había necesidad de decir algo más, los ojos del profesor se abrieron y se dirigieron a la pelinegra.
— Imposible, la señorita Yuna es muy amable e inteligente, ¿Por qué haria eso? —Preguntó con una sonrisa cansada.
— Lo mismo me pregunto yo, ¿Usted cree qué yo faltaría a clases cuando no he venido en dos semanas? Eso es muy ignorante de su parte —Estaba molesto y no me importaba ser irrespetuoso.
Rió de nuevo haciendo que la molestia creciera en mi interior.
— ¿Alguno vió que la señorita hiciese aquello?
Como era de suponerse ninguno dijo nada, pensé que seria mi fin hasta que un chico pelinegro se levantó de su lugar y habló.
— Yo lo vi, estaba pasando por el patio cuando Yuna y su grupo le dijeron a los futbolistas que se levarán a MinHo —No lo conocía pero le debía una grande.
Noté como JiSung fruncía el ceño y se levantaba de mi lugar.
— Es cierto, HyunJin, alfa de otro curso me entrego la mochila de MinHo diciendo que había escapado de unas chicas. Si lo que dice Jackson es real, entonces las chicas eran ellas.
Como siempre sumando puntos JiSung.
— Como presidente estudiantil no me queda de otra que llevarlos a los tres a rectoria, se hará uso de evidencia por parte de las cámaras, si esto es verdad, Yuna, al igual que su grupo tendrán grandes problemas —JiSung se colocó a mi lado y señaló a las otras dos personas para que salieran del salón.
— ¡Chivato! Ya verás lo que te haré —Escuché como Yuna le murmuraba al chico, me detuve y jale la mano de él para ponerlo a mi lado.
— No le hagas caso.
Sentí como alguien pasaba su mano por mi cintura y me apegaba a su cuerpo, miré a JiSung quien mantenía su mirada al frente, baje mi cabeza avergonzado, se sentía bien estar de aquella manera pero ¿Por qué tan de repente?
«Más alfa que su lobo.»
No pude evitar sonreír al pensar que estaba siendo protector conmigo, cuando llegamos a rectoria el conocido olor potente del alfa me dejo estático como en los primeros días, no era desagradable pero era lo suficiente fuerte para marearte.
— Director —Habló JiSung golpeando la puerta con sus nudillos, al momento se abrió y dejó ver al director Seo con un pulcro traje negro.
— Pasen —Dijo serio, entramos, sentí como el chico a mi lado se removía por lo que me acerque a él.
— ¿Estás bien.?
— Si, solo nervioso —Murmuró, nos sentamos, JiSung se quedó al lado del director y yo quedé en el medio de Yuna y Jackson.
Antes de que el director Seo dijese cualquier cosa, JiSung se adelantó, explicó todo lo sucedido, incluyendo cuando llegué y como HyunJin le habia entregado mi mochila.
— Dices que veamos las cámaras, ¿Verdad? —JiSung asintió, Felix se sentó en un escritorio y comenzó a teclear algunas cosas.
— Oh... —Dejó al aire. —Está confirmado, la señorita Yuna ha manipulado a los alfas del equipo de fútbol y ha encerrado a MinHo en los vestidores.
Sentí como el aire que tenía retenido por fin salía sin tensión, tenía miedo que de alguna manera no apareciese y que me dejaran a mi como un mentiroso.
— Ya veo, Yuna —Llamó la atención de la chica. — Por romper las reglas debería expulsarte, pero como mi hermano y tu padre se llevan bien no me queda de otra que darte una sanción de 4 semanas.
— ¡No puede hacer eso! —Habló la pelinegra levantándose de Su lugar. — ¡Es culpa de él! —Me señaló.
— ¿Por qué de él? —Preguntó JiSung con sus brazos cruzados a la altura de su pecho.
—P-Porque... Ugh! —Volvió a sentarse refunfuñando.
— Tus amigas serán expulsadas. Felix. —Se dirigió ahora al peligris. — ¿Puedes decirme quién estaba en aquel grupo de futbolistas? De seguro ChanYeol se molesta si expulso a un buen jugador.
— Claro. —Tecleó de nuevo y luego de hacer algunas muecas comenzó a dictar los nombres. — Kang Taehyun, Na JaeMin, Lee JeNo y Park JinYoung.
— Oh —Calló ChangBin pensativo. — Llámalos. JiSung, pueden irse. Yuna, desde hoy empieza tu sanción.
La primera en salir fue Yuna bastante molesta, salí después de Jackson, debía agradecerle pero al parecer no sería ahora, sentí como ponían una mano en mi hombro, sin necesidad de voltear sabía que era JiSung por su aroma.
— Sabes, estaba un poco molesto contigo.
— ¿Por qué? —¿Qué hice mal?
— HyunJin me entregó tu mochila y dijo que escapaste, pero solo de pensar que estabas con él algo se removió en mi.
— ¿E-Estabas celoso? —Pregunté, mis mejillas al igual que las suyas se sonrojado cuando nuestros ojos se encontraron.
—Q-Quizás...
«¡Tierno!»
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ʀᴜᴍᴘɪᴛᴜʀ / ᚒ໑᮫۫ຳེ᳕ʜᴀɴᴋɴᴏᴡ༣᮫ࣤᤳᚒ
Fantasy︶꒷꒦︶꒦꒷꒷꒦ ︶꒷꒦︶꒦꒷꒷꒦ ︶꒷꒦︶꒦꒷꒷꒦︶꒷꒦︶꒦꒷꒷꒦ ¿𝘘𝘶𝘦́ 𝘦𝘴 𝘭𝘢 𝘧𝘦𝘭𝘪𝘤𝘪𝘥𝘢𝘥? 𝘌𝘴 𝘢𝘲𝘶𝘦𝘭𝘭𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘔𝘪𝘯𝘏𝘰 𝘴𝘪𝘦𝘮𝘱𝘳𝘦 𝘴𝘦 𝘱𝘳𝘦𝘨𝘶𝘯𝘵𝘢, ¿𝘠 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘯𝘰? 𝘋𝘦𝘴𝘱𝘶𝘦́𝘴 𝘥𝘦 𝘵𝘰𝘥𝘰 𝘴𝘶 𝘷𝘪𝘥𝘢 𝘥𝘪𝘰́ 𝘶𝘯 𝘨𝘪𝘳𝘰 𝘵𝘰𝘵𝘢𝘭...