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𝑳.𝑴.𝑯
El tiempo pasa más rápido cuando la pasas bien ¿No? Pues, en un abrir y cerrar de ojos mi cumpleaños número dieciocho estaba a la vuelta de la esquina, ¿Cómo habia pasado tanto tiempo? Podía oler (No realmente) como cada vez maduraba más. Los días habían pasado bastante relajantes, no habían más abusos, Yuna por fin dejo de molestarme. Además había salido por lo menos 4 veces con JiSung.
¿Puntos? Oh, el chico tenía miles ahora.
Desde la primera cita a un parque, hasta la última al cine, la pasé increíble. Siempre soñé con por fin sentir amor y ahora lo estaba experimentando en su máximo esplendor, desafortunadamente mi relación con JiSung no estaba formalizada y ni un beso nos habíamos dado pero eso es lo que menos importa.
Era muy cálido estar a su lado y con eso me conformaba.
— MinHonnie, abre la boca. —Me saco de mis pensamientos JiSung, reaccioné y abrí mi boca cuando noté la cuchara con helado.
La saboreé y asentí gustoso, sabía dulce, justo como este momento.
— JiSungie, está rico ¿Quieres probar el mío? —Pregunté sonriendo, ambos teníamos sabores totalmente distintos, él tenía fresa con vainilla y yo naranja con chocolate.
— ¡Si! —En este tiempo he descubierto lo bebé que es JiSung cuando se trata de comida, y me encantaba.
Saque un poco de helado con una cuchara y la lleve a sus labios, él abrió su boca y por fin saboreo el helado, cerró sus ojos y movió sus labios haciendo resaltar sus hoyuelos.
— ¿Hmm? ¿Qué tal está? —Pregunté al ver que no decía nada, tome un poco de mi helado y lo probé para ver si algo andaba mal.
Pero para mi estaba delicioso.
JiSung por fin abrió sus ojos pero no dijo nada, comió un poco de su helado mientras yo lo veía atento pero confundido.
— Falta algo —Dijo, ladee mi cabeza y él aprovecho aquello para acercarse a mí.
Acarició mis mejillas suavemente y unió nuestros labios en un suave beso, no me lo esperaba por lo que mis ojos estaban abiertos de par en par.
Se sentía como si tocara las nubes.
JiSung comenzó a mover sus labios por lo que le intenté seguir y aunque fue muy torpe él no se quejó.
Solté un quejido al sentir como mordía mi labio inferior, JiSung aprovechó aquello para colar su lengua en mi boca.
Me sobresalté pero me relajé al momento al sentir como me rodeaba con sus brazos, puse los míos en su cuello y me deje llevar.
El roce de nuestras lenguas y los sabores mezclándose fue suficiente para hacerme ronronear y soltar sonidos de satisfacción.
Cuando se alejó de mi cortando el beso con un pequeño pico, solté un gruñido pero dejé mis ojos cerrados.
— Eres tan tierno —Murmuró y sentí como dejo un pequeño beso en mi frente.
Este hombre en definitiva quería matarme.
Ronroneé sin querer abrir mis ojos aún, me apegué a su pecho y me recosté allí en busca de más mimos. Para mi suerte él comenzó a acariciar mi cabello, el sonido de su risa y sus suaves caricias fueron suficientes para hacerme poner somnoliento.
— No MinHonnie, no puedes dormir aquí —Me alejó de su pecho por lo que gruñí por fin abriendo mis ojos.
— Lindo —Dijo después de besar mi puchero, no pude evitar reír. Con valentía me acerqué a él y dejé un pequeño beso en sus labios.
Me volvería adicto.
— Te llevaré a casa, de seguro SeungMin me golpea si de nuevo llegas tarde, bebé.
¿Cómo...?
¿Bebé...?
Sentí como una emoción me recorrió todo el cuerpo dejándome sin palabras y haciendo a mi rostro ponerse rojo, JiSung sonrió y comenzó a caminar.
Corrí a su lado y sin quitar mi sonrisa estúpida me apegue a su brazo.
— ¿Cómo me dijiste, Sungie? —Pregunté juguetón.
— ¿Cuándo? —Se hizo el desentendido, hice un puchero pero seguí sonriendo.
¡Lo amo!
— Hace unos momentos Sung, no te hagas el tonto —Reproché pellizcando una de sus mejillas.
— ¡Oh! —Se detuvo y me observó—. ¿Te refieres al bebé? ¿O al amor de mi vida? ¿O el me encantas mucho?
En cada pregunta se iba acercando más a mí, yo sentía como mi sonrisa cada vez se hacia más grande.
— ¿O el hecho de qué te amo mucho? —Pegó nuestras frentes, cerré mis ojos y frote nuestras narices suavemente.
— Me encantas —Pude por fin susurrar después de balbucear por los nervios.
— MinHo —Acunó mi rostro con sus manos, abri mis ojos y le observé con duda.
Carraspeó y sonrió, se alejó un poco y entrelazó nuestras manos.
— ¿Q-Quisieras salir conmigo? —Preguntó, mi sonrisa desapareció para formar una perfecta "o".
Al ver como no reaccionaba, él se puso más nervioso y comenzó a ver a otros lados, noté como su rostro comenzó a sonrojarse por lo que solté una risita.
— iClaro que sí Sungie! Eres tan lindo —Y besé sus labios.
Cuando nos separamos pude apreciar su bella y resplandeciente sonrisa, era tan hermoso que no parecía real. Con nuestras manos entrelazadas comenzamos a caminar hacia mi casa.
Ninguno borró su sonrisa en todo el camino.
Comencé a balancear nuestras manos mientras tarareaba una canción, el momento y el día eran tan irreales, tan soleado y a la vez tan dulce y cálido.
¡Como si por fin la suerte estuviese de mi lado!
— Sungie, te amo —Le dije sin soportar más el sentimiento de las mariposas en mi estómago.
Era tan abrumador el sentimiento que tenía por él que cada vez que estábamos juntos solo quería llenarlo de besos y mimos.
Tan puro.
— Te amo mucho más —Respondió soltando una tierna risita, me acerqué a él y dejé un beso en su hoyuelo.
Sentí como con su olor y su toque los pedazos que fueron rotos en su momento estaban siendo pegados y moldeados en mejor forma.
JiSung era la cura que yo necesitaba.
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