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-¡Vamos cariño! ¡Tu puedes! - Escuchó el alfa dentro de una sala, miro a su alrededor y noto como estaba en el pasillo de un hospital.
Miró sus ropas, las cuales eran totalmente blancas y su cuerpo parecía casi inexistente por la brillante luz que irradiaba, tal cual como si fuese un fantasma.
Su corazón se aceleró y siguiendo su instinto abrió la puerta, se atragantó con su saliva al ver como en los brazos de un joven Sik yacía un pequeño bebé de regordetas mejillas.
Lo que más lo descolocó fue ver cómo sus padres parecían felices y más que todo enamorados ¿Por qué todo había cambiado?
- ¿Como lo quieres llamar, cariño? -Preguntó su padre tocando las mejillas del bebé.
- ¡JiSung! Es hermoso, ¿No crees? - Sonrió en grande abrazando en su pecho al bebé.
-Me parece perfecto. - Dejó un beso en el otro chico y cargo al niño en sus brazos mirándolo con amor.
Nunca en lo que llevaba de su vida y de lo que lograba recordar SeungWoo le observó de aquella manera.
Su entorno giró y en cuestión de minutos se encontraba en otro lugar, en aquel donde dejan a los bebés prematuros, JiSung estaba a un lado de su cuna mientras que sus padres se encontraban al otro lado de un granventanal.
- ¿Omega? ¿Cómo qué omega? ¡Ambos somos alfas! -Escuchó a su padre SeungWoo gritar.
Se acercó al gran ventanal poniendo su mano allí, observo con tristes ojos como Sik bajaba su cabeza avergonzado, como se había acostumbrado a verlo por culpa del otro alfa.
- N-No lo sé señor... Estos fueron los resultados de su ADN... -Murmuró una enfermera haciéndose pequeña en su lugar.
Retrocedió unos pasos cuando observó como SeungWoo levantaba su mano y la estampaba en el rostro de SeungSik rompiendo su labio en cuestión de segundos.
- ¡Todo es tu culpa! ¡Tu! -JiSung volvió al lado de su cuna notando como el pequeño bebé había comenzado a llorar haciendo que su rostro se tornará rojo.
«Con que realmente fue mi culpa.»
Se murmuró así mismo con una sonrisa amarga.
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