20.'♡

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-¡¿yoongi?!

-No hagas ruido, lo levantarás.

-¿tú?

-Silencio.

-¿dónde está Yoongi?

-Por ahí, en la cama.

-Se ve tan lindo, es como un bebé, quiero abrazarlo, pero, no puedo. Ella tiene razón  lo levantaría.

-Dejalo en paz y aléjate de él.

-No quiero, no puedo, lo necesito.

-Pero él no te necesita, ni siquiera te quiere.

-Yoongi..—Jimin se aproxima para acariciarle la cabeza, pero la mujer que lo acompañaba se acercó con un cuchillo a él, atravesando su espalda, dejándolo caer al suelo de rodillas, y, mientras se desangraba, Yoongi descansaba como un bebé, su ex reía con satisfacción y Jimin lloraba mientras perdía el conocimiento tratando de llegar a Yoongi.

-¡Jimin, ¿estás bien?!

-Yoongi! --abrió por fin los ojos, se levantó con miedo y tristeza--

-¿Estás bien? --volvió a preguntar Taehyung preocupado.

-S-sí --respondió Jimin tratando de calmarse-- solo fue un mal sueño..

-¿Quieres contarme? --Pregunta Taehyung tratando de ayudar.

-¿Qué hacías aquí? --Responde Jimin evitando responder.

-Entre para hacer el desayuno y te escuche gritar.

-Gracias. Necesito ir a la casa de Yoongi, no tengo ropa, y debemos aclarar la situación..

-¿Necesitas que te lleve?

-¿Podrías prestarme dinero?

-Claro..

Las cosas entre Jimin y Taehyung aún eran tensas, y ambos tenían miedo, sentían que podrían distanciarse, pero no querían hablar del tema.

Jimin se levantó y trató de limpiarse el rostro, luego salió de la casa de su mejor amigo, y fue directo a la casa de Yoongi, lleno de miedo, y ansiedad.

A medida que el auto se aproximaba a su destino, Jimin se sentía peor, moría por ver a Yoongi, necesitaba de Sugar Daddy, sin embargo le daba miedo y vergüenza estar frente a él, no sabía como serían las cosas de ahora en adelante, quería estar con Yoongi, eso era claro, había generado una dependencia emocional fuerte, no era sano para el menor, pero en ese momento no le importaba. Jimin solo quería quedarse con Yoongi, no importaba como.

-Joven, llegamos.

-Es verdad.. --Jimin salió de sus pensamientos.-- Tenga --Jimin pagó y salió del auto. Llegó a la puerta de la casa que quería llamar "hogar", tocó esperando a que alguna empleada abriera, no quería entrar sin permiso, quería evitar problemas, pero, no hubo respuesta. Entonces decidió entrar con la copia que tenía guardada, abrió y lo primero que vio fueron vidrios, sangre y licor por todo el suelo. Jimin se alarmó y empezó a buscar con la mirada a alguien para que le explicara, pero no hizo falta.

La respuesta a todo estaba inconsciente en el piso, con muy mala pinta. El menor se asustó mucho y corrió deprisa a revisar si Yoongi seguía con vida, mientras le marcaba a la ambulancia.

-Y-yoongi.. --tocaba el rostro del mayor-- ¡Yoongi, despierta!

-mmh, ¿qué pasa?

-Oh Dios, estás bien.

-Mierda.., mi cabeza --se levanta y lleva una mano a su cabeza, mientras que con la otra se apoya en el suelo-- ah, J-jimin, ¿Por qué lloras?

-Es que tú..

-Olvídalo. ¿Qué haces aquí?

-Necesitaba..–

-¡Bebé!, ¿por qué la puerta está ab-

-No me jodas --Suelta con molestia Yoongi--

-¡¿Qué mierda te pasó amor?!

-Maldita sea jennie, ¿podrías dejar de joderme las pelotas?

-Amor, te ves muy mal, por Dios, llamaré a la ambulancia

-Estoy bien.

-Ya lo hice yo..--Suelta jimin incomodo con su nueva acompañante.

-Tú otra vez.

-Ehm, solo vine a ver

-Jimin, silencio, y, jennie, vete. Necesito hablar con él --exclama Yoongi, mientras intenta levantarse.

-Con cuidado --suelta jimin preocupado.

-Ven nene --Jennie se aproxima a él intentando ayudarlo, pero Yoongi la rechaza y se aparta. Tenia dolor en todo el cuerpo por las cortadas y por la mala posición en la que descanso, y el dolor de cabeza era muy fuerte, aún así pensaba que estaría bien.--

-J-imin, sobre lo que te dije ay.. --Yoongi no pudo terminar su oración. Se desplomó en el suelo, provocando miedo en sus acompañantes, quienes no dudaron en correr a ayudar a la persona que "amaban".

-¡Amor! --Jennie se arrodilló al lado del cuerpo, al igual que Jimin, quien, estaba conmocionado, intacto, de cuclillas al lado izquierdo del muy pálido y ensangrentado cuerpo de Yoongi, tratando de ayudarlo, mientas sus mejillas se veían húmedas por las lágrimas que sin querer salían. Le dolía ver a la persona que más amaba en el mundo así, tan vulnerable, tan cerca de la muerte, era desesperante y frustrante no poder hacer nada para ayudarlo.

-¿Qué hacias aquí tú? --Preguntó jennie cortante.

--Jimin seguía perdió--

-¡¿Qué mierda hacías aquí?! --soltó jennie empujándolo.

-Y-yo --balbuceaba-- ¡Necesitamos hacer algo para ayudarlo!

-La ambulancia está por venir.

-¿Y si no llega?!

-Ya lo hará.

Y casi cómo si hubiera adivinado, el sonido de las sirenas sonaron, como melodías celestiales para Jimin.

Los paramédicos bajaron de la ambulancia, preguntaron que había pasado mientras subían a la camilla a Yoongi. Ambos explicaron que habían llegado hace poco y que no sabían bien lo que ocurrió.

Uno de los paramédicos informó que una persona podría acompañar a Yoongi, mientras que lo subían para brindarle la ayuda que necesitaba y sin dudar jennie se apresuró a decir que sería ella, ya que era su novia.

Mientras la ambulancia se perdía en el camino, jimin sentía impotencia y celos. Sabia que Yoongi amaba a esa mujer, sabía que no tenía oportunidad con él, sabia que solo lo estaba usando, pero no podía dejar de sentir que lo amaba, no podía dejar de querer pasar toda una vida a su lado, peleando y arreglando las cosas, riendo, llorando. Jimin estaba seguro de que Yoongi  era la persona ideal para él.

El hospital al que se dirijia aquella ambulancia no estaba muy lejos en auto, sin embargo Jimin no contaba con una licencia para ir en algún auto de Yoongi, tampoco tenía mucho dinero para tomar un taxi, así que debía usar el metro, eso le tomaría un poco más de tiempo. Sentía que moriría si no llegaba rápido para saber cómo se encontraba su mayor, así que se apresuró a correr a la estación más cercana.

Luego de 30 minutos de un incomodo viaje en metro, lleno de personas que lo miraban mal porque pensaban que era algún tipo de drogadicto, o vagabundo. Jimin llegó al hospital, no se había cambiando, estaba despeinado, las ojeras predominaban en su rostro, tenía muy mala pinta, pero a él le daba igual lo que pensara la gente en ese momento, a él solo le importa saber que Yoongi estaba bien.

Se apresuró en ir a recepción para preguntar por Yoongi, deseaba verlo, sin embargo, la enfermera le dijo que no era posible ya que tenía órdenes de solo dejar entrar a parientes.

Jimin se desesperó aún más, pero no se iba a retirar hasta lograr saber algo de él. Resignado, se dirigió hasta una esquina, y se dejó caer en el suelo, mientras miraba la nada, pensando en que había pasado, en porque no podía ser feliz. No entendía porque le tocaba sufrir tanto, porque lo dañaban con tanta frecuencia, si lo único que él hacía era ser amable con los demás.

𝘔𝘺 𝘋𝘢𝘥𝘥𝘺 𝘐𝘴 𝘔𝘪𝘯 𝘠𝘰𝘰𝘯𝘨𝘪. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora