cuatro

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- Soy Cassie, Kang Cassie. Oye, amh... ¿Quién es el chico pelinegro?

Mi mirada se centró en la pelinegra que pocas veces la veía caminar por este parque, ya que ella vivía en la avenida #23, cerca de las canchas del fraccionamiento.

- Vaya, qué directa, pero, ¿Cómo sabes mi nombre? - sonreí y dejé mis cuadernos en el pasto.

- Lo dice en tu placa- señaló mi costado izquierdo de la camisa escolar y sonreí.- Como sé que eres una de sus mejores amigas, quería pedirte ayuda. - sonrió mientras se acostaba en el pasto de mi lado derecho con una sonrisa risueña.

Por alguna razón, esta chica me caería bien.

- soy toda oídos, y estoy dispuesta a ayudarte, por supuesto - Haruto, ya es hora de que me dejes en paz, y esta chica, es bastante linda como para que la dejes ir de la nada.

- He visto a Haruto mucho tiempo, juega básquetbol, es muy lindo, tiene muchas admiradoras, es pésimo con el fútbol, le fascina romper los corazones de las chicas...

- WAHH, eres muy observadora - sonreí sorprendida.

- Así es. Pero el punto importante aquí es que necesito que me ayudes de verdad. Le he ocultado a todas, TODAS, mis amigas, digo amigas porque son sólo "chicos" - hizo comillas con sus dedos - pero... Bueno, ya sabrás - solté una risa junto con ella - ah, bueno, bueno, - sus manos hablaban más que sus palabras. - Que él me gusta, no puedo evitarlo, a veces lo miró y me siento tan atraída por su cuello largo, su rostro que lo hace ver cómo un genio en todo lo que hace, - mordió sus gruesos labios tentada por sus propias palabras, por lo que reí.

- ¿Eso es lo que piensan dé él?

- No sé tú, sólo míralo, es perfecto... - volvió a morder sus labios. - Bueno, sigo, el punto es que soy una mentirosa por su amor. "Oh, no, ahí vas, haciéndome una mentirosa, oh no, aquí voy haciéndome fuego", ¿Haz escuchado esa canción? - preguntó cambiando por completo el tema.

- Liar, ¿Cierto?- asintió con una sonrisa- pero continúa, ya quiero ayudarte.

- Ok, ok... Sólo era eso, necesito hablar con él, ¿Puedes ayudarme? - hizo un puchero con sus labios gruesos y rojos al igual que sus mejillas, las cuales eran más redonditas y tiernas que las mías. Haruto, si te enamoras, lo sé.

- Te lo concedo, pero debemos hablar más. Vernos seguido y eso, seamos amigas sino no te ayudo - otorgué como condición.

- ¿También pensaste en eso? Estaba apunto de pedirtelo. - se levantó sorprendida y juntamos nuestros meñiques para hacer la promesa verdadera.

Cassie me ayudó con la tarea que debía entregar para mañana. Debo admitir que tiene una letra hermosa y perfecta, tiene mucha creatividad para este tipo de trabajos, así que en pocas palabras... Ella hizo todo.

- ¿Nos tomamos una foto en el cupido de allá? - preguntó señalando la estatua de cupido - ponemos nuestros nombres y que ahora tenemos una bonita amistad - sonreí y asentí feliz.

- ¿De qué color quieres que escribamos tu nombre? - cuestioné revisando en mi cartuchera de plumones.

- Morado - contestó con una sonrisa - tienes cara de que te gusta el naranja y junto con el blanco... Y... Gris... Oh, y rosa - la miré sorprendida.

Había escuchado que habían adivinos en la ciudad, sin embargo, ¿una adolescente? ¿De mi edad? Y ¿sólo con observar mi rostro? Vaya que era observadora.

- ¡Sí! - contesté sacando mi plumón naranja. - Comienzo a pensar que lo sabes por mi mochila - contesté un poco menos sorprendida metiendo la cartuchera en ésta; negra con los cierres con correas naranjas y letras negras positivas.

- Ojalá hubiera sido por eso.

Nos acercamos a la magnífica estatua en dónde habían bastantes nombres escritos tanto de mujeres como de hombres, con un pequeño mensaje de agradecimiento a cupido por la nueva amistad o por la nueva relación.

Esta estatua está aquí hace poco, unos meses aproximadamente, la primera persona en escribir lo que sentía por un chico que era su hermano. Hermanastro. La chica tenía por nombre "MinSuk" y murió de la forma más linda posible. No soy psicópata, a lo que me refiero es que murió en los labios de su amado; cuando por fin ambos estuvieron flechados por cupido, le detectaron cáncer en el corazón o algo similar. El punto era que ella jamás lo trató como debía, no ingería los medicamentos. Su amado no volvió a ser el mismo, ya saben, cliché, y terminó por mudarse de fraccionamiento.
La historia se volvió interesante para todas las personas que habitaba y no en el fraccionamiento, por lo que no era raro ver a chicos de la preparatoria Eighteen aquí.

Destapé el plumón naranja y escribí mi nombre.

"한 빔 윤 "

Y observé cómo Cassie escribió su nombre al lado del mío con una sonrisa.

" 카시 "

Me sentía feliz, porque justo aquí, también escribí junto con JeongWoo y Haruto nuestros nombres. Como amistad, claramente. Una amistad de hace años y nuestras escrituras heces unos meses.

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A Cupido Solo Le Queda Una Flecha ⋆ K. DoYoung [ treasure ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora