- Mamá, ayúdame con el cierre - la castaña estaba nerviosa, y eso, a mil kilómetros de distancia se podría notar a simple vista.Su cabello estaba en una media coleta con su típico flequillo característico. Un maquillaje algo exótico pero al mismo tiempo algo natural. Su vestido de negro con algunas hojuelas del mismo color brillantes, tirantes y un mini círculo en sus piernas transparente haciendo que la prenda fuera un vestido hermoso y corto. Unas mayas de rayas que poco se notaba. Unas botas negras de terciopelo con un tacón poco notable en la suela. Un hermoso collar negro ajustado a su cuello dejando ver sus clavículas marcadas.
La mayor obedeció rápidamente mientras que la castaña de cabello algo largo se colocara una pulsera negra en su muñeca derecha.
- Te ves muy bien, BimYoon - JiSung, su hermano le sonreía al mismo tiempo que hacía su corbata sin los ojos en su trabajo.
- Gracias - sonrió.
Estaba nerviosa, muy nerviosa a decir verdad. Irían personas extranjeras a calificarlos y les darían su punto de vista. Extranjeros y reconocidos coreanos.
Comenzó a hacer calentamientos vocales para poder tener una buena voz al cantar.
- No estés nerviosa, BimBim, lo harás genial - su madre regresaba de la cocina con un vaso de agua para después dárselo a la castaña - como siempre - sonrió.
Y es que la palabra "Rendirse" en el vocabulario de los Han no existía, y JiSung era un buen ejemplo de eso, por supuesto que BimYoon seguía sus pasos. También era muy talentosa, al igual que toda la familia Han.
- Hija, así empezamos todos, primero nerviosos después ansiosos - el padre de la nativa coreana sonrió.
Ya todos estaban listos, BimYoon cubría su cuerpo con un enorme abrigo rosado para después tomar su par de tennis y salir de la casa detrás del más alto de toda la familia; JiSung.
- Sube, sube - su hermano le dedicó una hermosa sonrisa y le abrió la puerta de copiloto para poder tener una buena posición y no descuidar el traje.
El aire acondicionado estaba encendido y BimYoon lo sentía más potente por los nervios. Quería vomitar el agua que había tomado de desayuno y almuerzo. Estaba tan nerviosa, que ni siquiera hambre tenía.
Al llegar, rápidamente BimYoon bajó con prisa y llevó consigo una maleta negra en dónde llevaba sus curitas para las cicatrices que dejarían sus botas largas, el par de tennis y su teléfono.
- ¡Adiós! ¡Suerte!
Se adentró en la escuela lo más rápido posible y sus pequeñas piernas -pero largas y lindas- la llevaron al "camerino" del auditorio en dónde ya miles de personas estaban sentadas hablando entre ellas haciendo eco en el enorme lugar climatizado.
Dentro estaban todos los equipos. Aparentaban unos diez aproximadamente y en un enorme espejo con focos al rededor de éste estaba su nombre en un pequeño papel craft blanco con cursiva entendible en su nombre; ℬ 𝒾 𝓂 𝒴 ℴ ℴ 𝓃.
Al ver al pelirojo a un lado de su asiento, le sonrió ampliamente sin pensarlo. Recibiendo una enorme y feliz sonrisa por parte del más alto.
Muy guapo, por cierto; camisa negra holgada y unos pantalones del mismo color con un cabello rojo desordenado de una forma que parecía un chico bastante sexy, unos tennis negros con una línea blanca en la suela.
BomBi era llevaba unos pantalones aguados blancos y un top del mismo color con una coleta baja y algo mal hecha a propósito para competir contar la temática sexista del baile y la canción.
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A Cupido Solo Le Queda Una Flecha ⋆ K. DoYoung [ treasure ]
Fanfiction«A cupido solo le queda una flecha». Querido cupido, te he dicho que odio a NaYeon, ¿por qué la pones en mi camino? Inicio: [2O2O/11/23] Final:. [2O2O/11/30] Oigan, la Kae de esta época era más estúpida de lo que es ahora, así que perdonen las falta...