ocho

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Mi mente se rehúsa a entender que esto no es una cita. Tal vez.

Seguíamos caminando con el rumbo fijado con dirección a casa de JeongWoo con un paso lento, dejamos de conversar hace una cuadra ya que mi mente no paraba de decirme -¡buen trabajo BimYoon, ahora como vas a explicarle a JeongWoo que vas a llevar a su casa a un tipo que no le agrada para nada!, ¿Le llorarás?. Un momento; quizás sí. Sí, eso haré, lloraré en su hombro y le diré que no tuve otra opción claro que sí... ¡Ay! En qué estoy pensando, claro que sabrá que es una muy bien pensada estrategia para hacer que se sienta mal. Piensa. Piensa- salí de mis pensamientos al darme cuenta que casi llegaba a caer me en un alcantarillado, pero al darme cuenta; DoYoung no se encontraba caminando al lado mío, de ser así se hubiera preocupado por mi casi caída. Empecé con mi búsqueda visual hasta encontrarlo cerca de la estatua de un ángel con un cinturón con flechas en la espalda mientras él le ponía su dedo dentro de la nariz de éste.

- ¿Qué haces?- mi risa fue inevitable, fue como ver a un niño pequeño sin una pizca de maldad y solo tratando de hacer bromas inocentes. Lo amo.
El río conmigo para después notar aquellos nombres escritos en aquel ángel, leyó algunos antes de preguntar.

- ¿Por qué hay nombres aquí?

- Se volvió una tradición, algunos dicen que trae buena suerte en las parejas y amigos y que los mismísimos angeles y cupido la dejaron aquí. Otros dicen que un muchacho que perdió a su pareja de cáncer la enterró aquí junto con el amor de ambos y que aquellos que pongan su nombre aquí tendrán una relación eterna. Y otros solo dicen que combina con el lugar.

- Aquí está tu hermoso nombre- elogió y no pude evitar sonrojarme y poner una voz tonta al agradecerle.- Cuéntame, ¿crees en esas historias? y ¿pondrás tu nombre con el "amor de tu vida"?- quise morir me en ese instante.

- Creo que si. Es bonito creer en ese tipo de cosas, hasta anoté mi nombre con una amiga - señalé el nombre que estaba al lado del mío- y con alguien más.

- ¿Ah si? ¿Con quién más? ¿Se puede saber? - insistió al mismo tiempo que no podía parar de ver a aquella estatua.

- Bueno...mejor dicho quienes. Son Haruto y JeongWoo.- y de ahí mi mente sólo podía pensar en esa misma cosa. ¿¡Qué mierda le puedo decir a JeongWoo!?

- Como amigos, ¿Cierto?

- ¡Obvio! - contesté mostrando una expresión de asco al simplemente pensar en lo que él creía.

Asintió con la cabeza y se despegó de la estatua para seguir caminando persiguiendo a una paloma que estaba en el suelo y que probablemente también quería jugar con él.

Se veía hermoso. No tanto el paisaje, sino él, DoYoung. Era verdaderamente hermoso, no sabía cómo lo hacía, no conocía a sus padres para saber si era de genes, -aunque por lo que me dijo cunado pregunté sobre mis ojos claros, probablemente sí sea por genes- o simplemente él quiso nacer guapo.

La paloma voló lejos de él y simplemente hizo un puchero pataleando en el piso por aquella paloma.
Ya sabrán, no pude evitar reír.

Una ráfaga de viento casi hace que caiga al suelo por lo fuerte que venía.

- Oh, BimYoon, ¿Estás bien? - se acercó cuando probablemente perdí el equilibrio.

Simplemente alcé mi dedo pulgar en señal de "Bien" con una sonrisa.
Estuvo un tiempo observando mi mano derecha. ¿Qué podría mirar?

El reloj.

- ¿Usas el reloj en la muñeca derecha? - su sonrisa apareció al mismo tiempo que no podía dejar de ver mi mano haciéndome sentir una completa boba.

A Cupido Solo Le Queda Una Flecha ⋆ K. DoYoung [ treasure ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora