No te voy a soltar (Sichul)

Capítulo 25

Heechul

Desde el anuncio la cancelación de la boda de Kyu, Min actúa extraño, supongo que está expectante por saber que decisión tomara y si lo escogerá, no puedo imaginar las emociones que debe estar sintiendo, sobretodo porque desde ese día no sabemos nada de nuestro amigo, su familia no tomo para nada bien la cancelación, fue completamente una sorpresa para ellos, aunque nosotros esperábamos que las cosas terminaran así, se que fue lo mejor, un matrimonio sin amor es vivir en una cárcel y se muy bien de lo que hablo y aunque estoy seguro que mi amigo nunca le haría nada parecido a lo que yo viví, sería difícil para ambos, en el amor no se puede mentir y estar con alguien sabiendo que piensa en alguien más debe ser una pena muy grande. Solo quiero que las cosas terminen bien para mis amigos y el chico que Kyu dejo, espero puedan ser felices.

Los días han pasado tranquilos y eso me espanta, no se nada sobre Han Geng, Siwon ya hizo los papeles de divorcio y debieron haberles llegado ya, me asusta pensar en lo que puede pasar porque se que no lo tomara a bien, era una pieza importante en su juego y dudo que me deje ir así de fácil. Por lo que me han explicado Siwon y Shindong, quieren exponerlo y que pague por todo el mal que a hecho, no he sido su única víctima y eso en verdad me sorprendió, imaginar que alguien más a pasado por el mismo infierno que yo me pone los pelos de punta y hace que mi estómago se revuelva. Es un lobo disfrazado con piel de oveja.

El teléfono suena y aprovecho a contestar ya que estoy cerca, mala elección. Su voz retumba en mis oídos y la piel se me pone de gallina, puedo sentir como mi corazón se acelera y la boca se me seca, no puedo decir nada, estoy paralizado con el teléfono pegado a mi oído.

-Veo que tuve suerte en que tu contestaras. ¿Cómo está mi lindo esposo? ¿Disfrutaste tus vacaciones lejos de mi?

-Quiero que firmes los papeles de divorcio, ya no quiero estar más a tu lado, no quiero nada que me ate a ti.

-Tu y yo sabemos que no te voy a dejar ir, ahora ponme las cosas fáciles o alguien cercano a ti sufrirá. -Se hace un silencio y eso no me gusta. -¡HEECHUL! -Es la voz de Hae. -Si quieres que no le pase nada vendrás a mi, un carro pasará a buscarte. Si quieres que tu amiguito este bien, harás lo que yo diga.

La llamada finaliza y escucho en mis oídos el latir acelerado de mi corazón, tiene secuestrado a Hae. Minutos después la señora Kim indica que alguien pregunta por mi, un amigo del cual nunca he escuchado su nombre y esa es mi señal, acepto que pase y minutos después salidos de la casa para subirnos a su auto.

Donghae

Esto es una horrible pesadilla, estaba entregando mi carta de renuncia cuando mi jefe me avisa que el dueño de la empresa quiere verme, sabía que era una mala idea, pero no pude negarme. Esa decisión me llevó a estar encañonado con un arma a mi cintura a manos de Han Geng, caminando por el vestíbulo para subir a una camioneta con otros dos hombres corpulentos. Se que solo quiere llegar a Heechul.

Me quitan la venda de los ojos y me encuentro en una habitación amplia y bien decorada, veo como uno de los hombres sale de la habitación y Han Geng entra, su mirada es fría. Un escalofrío recorre mi columna vertebral y trato de mantener la calma, pero conforme se va acercando mi corazón late más fuerte.

-Me serás muy útil, necesito que mi esposo venga a mi y que mejor que su amigo para hacerlo.

-Ya le hiciste mucho daño, ¿por qué no lo dejas en paz? Él no te ha hecho nada.

-Su familia es la responsable de la ruina de mi familia, ellos necesitan pagar.

-¡Estás loco!

-No me hagas perder la cabeza, ahora guarda silencio que necesito hacer la llamada.

Han Geng

Veo entrar a mi esposo, en verdad es un hombre bello, pero eso no es lo importante, no hará que mi venganza sea menor y que él reciba su merecido por hacerme pasar semejantes ridículos, pagara por todos.

-Por fin llegaste, estaba comenzando a dudar de que vendrías. Por un momento pensé que abandonarías a tu amigo.

-Ya me tienes, deja ir a Hae. Esto es entre nosotros dos.

-No me vas a decir que hacer, yo muevo los hilos como se me antoje. -Me acerco a él y le doy un beso en la boca. -Bienvenido al infierno.