No te voy a soltar (Sichul)

Capítulo 20

Heechul

En mis sueños siempre me persigue su voz, atormentándome y recordándome que no soy libre del todo, puedo sentir sus golpes marcando mi piel y cada que despierto Shindong está ahí para abrazarme y traerme de nuevo a la realidad. Los chicos me marcan todos los días y aunque tienen intenciones de venir a verme, les tengo que decir que no lo hagan, no me siento listo, por ahora mi círculo de confianza está conformado por mi hermano, Siwon y la señora Kim, nadie más se acerca a mi y si lo hacen anuncian su entrada porque he sufrido de ataques de pánico por no saber quien se me acerca o al sentirme muy abrumado.

Ya he vivido una semana en mi casa y aunque me alegra estar aquí, los ataques y la ansiedad que vivo día con día hace que por las noches termine agotado y durante el día no tenga tanta energía, es como si me drenaran constantemente, pero el tener a Heebum a mi lado facilita mucho las cosas, siempre está ahí para mi, incluso cuando está lejos llega a auxiliarme siempre que sufro un ataque, ronronea y se sube en mis piernas, me aferro a él para no irme en los recuerdos que me perturban.

Tocan el timbre y Leeteuk se anuncia, odio sentirme así, temblar cada vez que alguien toca porque siento que podría ser Han Geng que viene por mi, por ahora escape de él y, aun así, sigo siendo su prisionero. Nos dirigimos a la oficina de mi hermano aprovechando que salió, Shindong trasladó su trabajo a la casa, únicamente sale cuando es estrictamente necesario, pero prefiere estar cerca de mí todo el tiempo, sabe que Han Geng no se dará por vencido y si hay alguien que puede frenarlo es él, por ahora tenemos la seguridad habitual y la prohibición de que lo dejen entrar o si lo ven cerca llamar a la policía. Trato de mantenerme lo más al margen posible de todo eso, ya tengo bastante con que lidiar.

-Se que la pregunta puede sonar tonta después de todo lo que has vivido, pero ¿cómo estás?

-Me siento atrapado, salí de su prisión, pero sigo siendo su prisionero. No me deja solo en ningún momento, se metió en lo más profundo de mi ser y me atormenta constantemente.

-Viviste cosas muy fuertes en relativamente corto tiempo, ¿la agresión inició desde que se fueron?

-Físicamente no, pero sus desplantes, comentarios maliciosos, las personas que me rodeaban siempre me hablaban con lástima y a él lo hacían ver como un santo, tanto que al final creí que en verdad lo era y yo debía soportar todo lo que él hiciera, después de todo había hecho el sacrificio de casarse conmigo.

-El amor verdadero no es cuestión de sacrificios.

-En fin, comencé a justificar todas sus acciones y traté de ser el mejor esposo posible en compensación, pero nada era suficiente, siempre recibía un desplante a cambio. El primer golpe fue... -No se como describirlo, me quedo en silencio y trato de acomodar mis pensamientos. -Iba más allá del dolor que podía sentir, al principio no decía nada y solo lo hacía, yo solo me culpaba automáticamente, después comenzó a gritarme y por último a burlarse, disfrutaba verme sufrir y oírme rogarle.

Para este momento soy un manojo de nervios, estoy temblando y las palabras salen torpes por mis sollozos. Leeteuk se queda en silencio, quizás analizando todo o dejándome sentir, desde el primer momento en que todo cambió no pude decir nada a nadie, todo me lo guardaba y creo que por fin está saliendo.

-Me da miedo perder el control, volver a vivir todo lo que pase antes de conocerte. No quiero caer.

-Voy a estar ahí para amortiguar tu caída si es que sucede, todos lo que te quieren también lo harán. No puedo prometerte que el camino será sencillo, hemos visto que no es así, pero voy a acompañarte siempre.

Siwon

Me encuentro en la puerta con Leeteuk y me pide que lleve las cosas despacio, Heechul no está listo para lidiar con nada extra, me regala una sonrisa torcida y sale de la casa. Vengo todos los días a pasar el tiempo con él, en ocasiones podemos tener largas conversaciones y en otras simplemente estar en silencio en los columpios de su patio. Lo veo salir de la oficina y antes de que pueda decir algo dice mi nombre.