No te voy a soltar (Sichul)

Capítulo 7

Heechul

Le dije a Shindong que quería ver a Hae y a Min, estaba tan emocionado que se apresuró en avisarles del nuevo acontecimiento, creo que temía que lo pensara y cambiara de opinión, debo confesar que me aterra, pero llevo varios días con eso dándome vueltas en la cabeza y creo que es ahora, no existe el momento perfecto y si lo seguía esperando nunca llegaría. Tengo que hacer que pase, trato de no pensar tanto en ello para no arrepentirme y dar marcha atrás con todo, vendrán por la tarde y solo siento mariposas en mi estómago que por ratos vuelan como locas.

Me gusta estar en el jardín, en mi columpio de la infancia y creo que es el mejor lugar para recibirlos, para estar lo más tranquilo posible debo encontrarme en un sitio que me de paz.

-Hee -Su voz es un susurro temeroso, respiro profundamente para tomar valor.

-Min, Hae - No puedo decir más, rompo en llanto y dos pares de brazos me rodean- No podía arrastrarlos a esto, quería hacerlos sufrir lo menos posible y falle.

-Hee te amamos y por eso sufrimos, somos familia y así hubiéramos tenido que esperar 5 años, Hae y yo lo hubiéramos hecho.

-Tratamos de entenderte y fallamos, esto es injusto y muy confuso, nunca nos dimos cuenta y te dejamos solo.

-Nadie tiene la culpa, esto era inevitable. Quise ahorrarles el dolor, con uno sufriendo era más que suficiente -hago una pausa para acomodar mis pensamientos y abrir mi corazón. -Yo sabía que algo no andaba bien, los dolores de cabeza y la vista borrosa no eran normales y por eso decidí acudir el médico, después de varios estudios el doctor llegó a la conclusión de que en un par de meses perdería la vista, al escuchar esas palabras es como si el mundo se hubiera detenido, no podía escuchar nada más y mi respiración era agitada, rabia y tristeza se mezclaban en mi interior, no podía soportarlo, sentía que me desgarraban por dentro. -Hablo con mucho esfuerzo, la garganta comienza a doler y la voz está entrecortada por el llanto, no le había dicho esto a nadie, únicamente a Leeteuk. -Después de salir del consultorio evite a toda costa pensar en ello, como si así pudiera evitarlo, sentía que al decirlo en voz alta se haría realidad, pero la espera me hacía sentir en agonía, poco a poco la iba perdiendo y no poder hacer nada para revertirlo me mataba.

-No se que decir, ninguno de los dos sabe. No podemos entenderte pero si podemos escucharte y estar para ti siempre.

La voz de Sungmin se escucha ronca, quizás por aguantar las ganas de llorar, Hae se sorbe la nariz y yo solo deseo poder reconstruir un poco mi destrozada vida.

Shindong

-No voy a permitir que le hagan eso, su vida ya es de por sí bastante complicada como para que ustedes vengan a agregarle un problema más.

-Es por su bien, él no está en capacidad de poder tomar una decisión consciente, ya viste todo lo que ha hecho.

-Ninguno de los sabes nada, no pueden aprovecharse de ello. No han estado aquí para saber de su salud, como pueden tomar ventaja.

-Shindong es una decisión tomada, todos salimos ganando en esto.

-El no es un objeto ni una moneda de cambio, es su hijo maldita sea.

-El papeleo está en proceso, tu como el nuevo CEO de la empresa debes estar enterado, pero nada va a cambiar, sigo siendo el dueño después de todo.

Escucho el pitido del teléfono y así se que mi padre dio por finalizada la conversación. El sudor recorre mi frente y la rabia se extiende por mi cuerpo, no les basta con abandonarlo, solo nos ven como piezas que mueven para mejorar su juego, uno que nunca tiene fin. Creí que si hacia todo lo que querían dejarían en paz a Heechul pero no les basta con controlar una vida. Tomó el teléfono y le marco a Leeteuk, necesito saber como manejar la situación, después de todo prefiero dar la noticia yo que dejarselas a mis padres. Esta vez no hay nada que pueda hacer, si bien soy el CEO, mi padre sigue siendo el fundador de esta empresa y yo solo soy su empleado.

-Leeteuk ¿Qué demonios voy a hacer? Llevo todo el día pensando en la forma de darle la noticia a Heechul y cada una de las posibilidades termina en caos. Él siempre ha sido bastante impredecible, nunca le ha gustado que le digan que hacer o como comportarse, siempre se sale con la suya de alguna forma, pero ahora es todo distinto y me estoy volviendo loco.

-Shindong en este tiempo que llevo tratando a tu hermano lo he conocido y se como puede llegar a ser, pero la reacción que tenga con esta noticia puede provocar un retroceso en el camino que hemos recorrido.

-No se que hacer, creo que nunca he sabido, siempre lo he intentado proteger, hice lo mejor que pude, pero era un adolescente cuidando a un niño.

-Tomaste un papel que no te correspondía y lo hiciste muy bien, Hee es un chico fuerte, estoy seguro que puede manejarlo y sino aquí estoy yo para ayudarlo, también estarás tu y sus amigos, ahí hay una gran ventana de oportunidad, que ahora ya no está aislado. -Hace una pequeña pausa y suelta un suspiro, quizás para liberar un poco de estrés. -Entre más pronto se enterré mejor, en el mundo de los negocios las noticias vuelan y si se entera por otra persona será mucho peor, podría verlo como una traición. Cualquier situación puedo ir a verlo, no es necesario que venga, pero es importante que no se aislé y que siga con la terapia.

Agradezco y me retiro, le indico al chofer que vayamos a casa y durante todo el camino voy ideando algún plan para hablar con él, no logró concretar ninguna idea, nada es lo suficientemente bueno y la mejor opción es ir sobre la marcha y ver que dirección tomará. Al llegar me topo con una hermosa sorpresa, Hee está sonriendo junto con Hae y Min, eso hace que mi corazón se estruje porque yo seré el que le borre esa sonrisa.

Heechul

Hae y Min vinieron a pasar la tarde conmigo desde la hora del almuerzo. Es bueno tener un poco de conversación y no solo hablarle a la nada en mi cabeza, cada día me canso más de lidiar solo con esto y no quiero perder por cansancio, un poco de ayuda no me cae nada mal. En todo este tiempo han pasado tantas cosas, el mundo no se detuvo y muchas han cambiado, salvo dos, la primera es que Hae sigue con Eunhyuk y la segunda es que Min sigue haciendo sufrir a Kyuhyun, siento lástima por él, por lo que me cuentan noto que se a esforzado demasiado sin obtener ningún tipo de avance, me da miedo pensar que en algún punto se va a cansar y dejará a Sungmin, porque aunque lo niegue se que lo quiere. Si por un momento dejara de ser tan terco y testarudo, se daría cuenta del gran chico que se está perdiendo. Por la mañana Kyuhyun me llamó y pidió verme, pensaba negarme, pero su voz era una súplica así que no pude negarme.

Hae cuenta la vez en que le preparó una sorpresa a Eunhyuk mientras cenamos, mi pececito puede ser un poco torpe y un peligro, intentó seguir una receta de internet y tal parece que no salió nada bien, la pobre anchoa se la pasó en el baño toda la tarde, Hae corría por todos lados tratando de ayudar y la cocina era un desastre, lo bueno es que nada exploto ni se incendió. No podemos parar de reír, risas y risas hasta las lágrimas.

-Hola Shindong.

-¿Cómo? No dije nada.

-Un nuevo don, el olor de tu perfume.

-Me alegra ver de nuevo tu sonrisa, es hermosa.

Me da un beso en la frente y saluda a los demás, se disculpa y se va a trabajar a su despacho, pide que le lleva la cena ahí. Me a cuidado espléndidamente, es un ser maravilloso, quisiera poder hacer más por él.

Seguimos platicando por un rato más y los chicos se despiden así que decido ir y hacerle compañía a Dong en su oficina.

-¿Puedo hacerte compañía un rato?

-Solo tu me puedes quitar este estrés, sonríe un poco para mi.

Es un tonto adorable, así es como lo puedo ayudar, tratar de volver un poco a la normalidad, aunque se que mi normalidad cambio. Le platico lo que hice con los chicos mientras reímos y tomamos té.

-Princesa necesito hablar de algo contigo. -Escucho como se levanta de su silla que se encuentra detrás de su enorme escritorio y después de un momento toma mis manos. -Quiero que sepas que hare hasta lo imposible por evitar que pase, pero -hace una pausa y la piel se me pone de gallina, no debe ser nada bueno- nuestros padres han dado tu mano en matrimonio.