XXI - Segundo encuentro

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(Hago una pequeña aclaración, yo escribo lemon y a veces pongo detalles que se salen de lo "típico", espero lo entiendan y me disculpen. Las advertencias fueron dadas)

Segundo encuentro

Capítulo XI


Povs Jimin

The Shilla Hotel, Seúl

Moonbyul y Hwasa ingresaron a la habitación especial del último piso. Yo, en cambio, fui acompañado hasta una suit privada que olía maravillosante a Jungkook.

Apenas crucé la puerta y acomodé mi cabello ansioso, supe que Jungkook iba a follarme esa noche. Y no solo porque él lo quisiera, yo también lo quería, desesperadamente. Necesitaba que él me tomara, como si mi celo se repitiese todos los días por el resto de mi vida.

Yo estaba reluciente, lo sabía, con mis pantalones de cuero y mi campera de jean bordada. Jungkook me había estado mirando - de esa manera - desde que cruzamos palabra. Me había encargado de liberar las feromonas necesarias a su lado para que perdiera la razón, para que deseara follarme tan mal que tendría que abandonar todos sus planes de ser indiferente.

Él quería hablar, pues hablaríamos.

Sirvió dos copas de vino y me ofreció chocolate. Comí el pequeño bombón amargo con mantequilla, pero yo solo podía pensar en que eran sus labios los que mordía. Este hombre sacaba lo peor de mí.

Me senté al borde de la cama. Lo miré, el suficiente tiempo para darme cuenta que su cuerpo me volvía loco. Se quitó el saco, ató su cabello y abrió su cinturón. Su erotismo natural era el ataque más puro que podía utilizar conmigo.

Me devolvió la mirada, justo cuando mis ojos se posaban en su cintura y terminaban en su entrepierna. Ya no parecía yo. Estaba hecho un adolescente a punto de experimentar su primer orgasmo.

"¿Quieres conversar cariño? Ven conmigo"

Jungkook habló con la voz áspera. Su atención estaba plasmada sobre mí pecho, ahí donde la Taaffeita modelaba reluciente. Este hombre me deseaba, este hombre iba a hacerme el amor hasta no recordar mi nombre. Me acerqué y senté a horcajadas sobre él, sentía que había vuelto a encontrar mi lugar en el mundo. Entonces me besó, tan fuerte que lloriquee contra su boca. Su rudeza era el principal timbre para mí erección.

— ¿Por qué aceptaste venir aquí conmigo?

— Mi lobo no puede olvidarse de ti - respondí

— ¿Y tú si?

— No.

Temblé sobre su cuerpo, su perfume ostentoso mezclado con la amargura de su chocolate me volvía loco.

— ¿Me dejarás hacerte el amor?

Hacerme el amor. Casi como si hubiese leído mis pensamientos, Jungkook entendía que nuestra forma de hacer el amor era un poco más retorcida que eso.
No dije nada, porque mi cuerpo era suyo. Él lo entendía, por mi aroma, mi sonrisa, y la forma en que mi corazón vibraba contra mi pecho.

— Desvístete. Párate sobre tus rodillas y tus manos - lo miré, el piso no era el mejor lugar del mundo para tener sexo, menos cuando teníamos una enorme cama frente a nosotros - Sobre la madera, no tendrás el privilegio de la suavidad de un colchón.

Era un hijo de puta y eso me excitaba. Mi miembro despierto brilló al quedar totalmente desnudo. Me acomodé en cuatro patas sobre el suelo, suspiré, sin saber que pretendía hacer conmigo.

Gemstone → KOOKMIN → OMEGAVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora