XV - Primeras sortijas

8K 897 127
                                    

Primeras sortijas

CAPITULO XV


Joyería De Grisogono. Paseo de Gangnam, Seúl

Povs Jungkook

Jimin escuchaba a una beta hablar sobre anillos en la joyería De Grisogono*, sonreía maravillado cada vez que veía una joya más costosa que la anterior. Yo, desde el fondo admiraba los pequeños detalles que hacían que su rostro irradie felicidad. Sus ojos brillaban con una facilidad natural que me hubiese encantado tener. Pero siempre venían a mi los recuerdos con mi madre, indicandome que tenía que ser lo menos expresivo posible, porque yo era un alfa del linaje Jeon y los alfas no éramos afectuosos, éramos duros y calculadores.

Me vacié de pensamientos cuando Jimin apareció frente a mí y sostuvo mi brazo emocionado. Aún con los supresores su aroma era demasiado dulce para mí, picaba en la punta de mi nariz casi como una alergia, pero una hermosa alergia, de esas que no existen. Jimin era como un dardo tranquilizador para mí lado caprichoso, que se derrumbaba frente a él y exigía su aprobación. Jamás había imaginado que un omega pudiera hacer sentir así a un alfa, a pesar de los continuos comentarios de mis compañeros en la universidad. Ellos no lograban comprender cómo yo estaba resignado a no encontrar a un compañero omega. La idea de estar con otro alfa les parecía aterradora.

Para mi no lo era, como tampoco era tan maravilloso estar con un omega para algo más que no sea follar. Eso pensaba con 25 años, encerrado en un laboratorio, con una crianza alfista de lo más conservadora y con celos regulares que no solía recordar.

Pero un día conocí a Jimin y todas mis creencias se fueron al demonio. No sabía si realmente era mi predestinado o si mi lobo había sido otra víctima de su naturaleza. De hecho tampoco sabía muy bien que era un predestinado, yo no creía en ese tipo de leyendas y mis padres se habían encargado de criticar todo emparejamiento con cualquier omega. Pero nosotros, los alfas puros, éramos una leyenda que se había vuelto real. Negar mi vínculo y por ende a mi predestinado sería el acto cínico más grande de la historia.

No pude mantener ninguno de los principios que mis padres habían forjado en mi.

— La joven me dijo que va a presentarme un anillo diamante para obsequiarles a Hwasa y MoonByul – Jimin me explicó emocionado. 

— ¿Que tipo de anillo? No creo que sea realmente bueno si lo tiene aquí... – respondí y deje salir mi lado arrogante a la luz.

— Oh lo siento señor de las piedras preciosas... ¿Dónde debería buscar un buen anillo para mis amigas?

— En mi habitación... – susurré contra su oído y lo sentí temblar, la forma en la que su lobo respondía a mi voz era exquisita – Tan solo me lo hubieras pedido. De Grisogono es una excelente joyería. Su dueño, Grousi, tuvo el récord durante años por la venta del diamante más caro del mundo. De hecho he trabajado con ellos a partir de ese momento. Él más que nadie sabe que las piedras costosas se guardan en bóvedas, no en un centro comercial.

— Llévame a tu habitación y muéstrame tu bóveda entonces – lo de Jimin fue una provocación directa que me hizo endurecer como un adolescente. Su aliento rebotando contra mi mejilla y su pelo sedoso mezclado con el mío. Si tuviera tan solo un poco menos de decencia lo hubiera jodido sobre el mostrador, frente a todas las betas que nos miraban curiosas. Mis feromonas revoloteaban por todo el lugar y el ego de Jimin escaló por los aires. Rodeó mi cuerpo en un tierno pero sugerente abrazo. Mi lobo estuvo a punto de atacar primitivamente – Oye, no pienses en cosas sucias ahora. Tu aroma es tan transparente, yo tampoco podré contenerme...

Gemstone → KOOKMIN → OMEGAVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora