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X - Primera noche

Primera noche

CAPITULO X

Seúl, Corea del Sur

Povs Jungkook

Cada segundo en el auto era insoportable. Jaebum y Jackson me ignoraban y no hacían preguntas, pero mi cuerpo reaccionaba por sí solo. Algo dentro de mí ardía y yo estaba seguro de que era Jimin.

No podía acostumbrarme a la unión de sensaciones a pesar de todo el tiempo que había pasado, pero hoy se sentía todavía peor. Los mensajes de Taehyung no me dejaron nada tranquilo: tienes que venir ya, tu omega te necesita. Te está buscando... de esa manera.

¿Jimin había entrado en celo en una casa llena de alfas?

Yo confiaba en ellos pero Jimin seguía siendo un omega y mi hermano y mi socio seguían siendo alfas. No solo eso, Jimin era el omega más hermoso que yo había visto alguna vez. Sin estar en celo su aroma era peligroso, adictivo y llamativo para cualquiera. El solo pensar en cómo sería su dulzura durante su celo me hizo poner duro como una roca.

Recordé las piedras que Irene me había presentado cuando le conté sobre mis problemas sexuales. Las tomé de los maletines que Jaebum cuidaba y las guardé en el bolsillo de mis pantalones.

Ópalo, granate... sonaban bastante bien.

Finalmente aparcamos a las afueras de la mansión. Mi corazón corría a mil. Recogí mi cabello con una coleta, los mechones largos me molestaban, mi transpiración no daba tregua. Estaba nervioso y ansioso.

Corrí hasta llegar a la mansión. Solar y Lalisa eran las únicas que estaban cerca de la entrada de la habitación de Jimin. La decisión de Jisoo y de Taehyung de dejarlo solo había sido la correcta.

— Namjoon se llevó a Soobin por la mañana. Yo no puedo acercarme Jungkook, lo siento – Jisoo me pidió perdón. Mi amiga parecía preocupada por la situación. A pesar de ser una beta, el aroma del celo de un omega como Jimin podía traerle problemas – No se si comió, no sé si tomo los supresores, ten cuidado.

— Pero si yo entro... todo va a irse al demonio – respondí, haciendo sonar mi cuello mientras mi cuerpo se tensionaba de maneras inimaginables.

— Jungkook... ¿tienes miedo de que Jimin piense que te estás aprovechando de esto? – Taehyung me sujetó por los hombros y me obligó a mirarlo a los ojos – ¡Eres su jodido alfa! Así que ahora entras y te lo follas de una maldita vez. Está sufriendo hace horas... si tan solo lo hubieses escuchado – gritó irritado.

Yo estaba tan ansioso que no pude detenerme a pensar, Jimin estaba en celo a solo una pared de distancia. No debía hacerlo, pero tenía que hacerlo ya que su dolor era mí dolor y me recorría entero en cada espacio de mi cuerpo.

— Supresores y píldoras del día después. Dejenlas en la puerta cuando gusten – fue lo único que dije antes de abandonar a Jisoo y a Taehyung en el pasillo.

✨

Las cortinas de los ventanales detenían cada uno de los rayos de sol. Un paso entre esas cuatro paredes bastó para darme cuenta que no podría satisfacer a mi moral, la cual me pedía a gritos que espere por un Jimin lúcido y seguro de todas sus decisiones.

No era tan fácil para alguien como yo, para nadie de hecho.

Me quité la camisa, solo conservé mis pantalones y el collar con la Taaffeita sobre mi pecho. Había abusado de sus cualidades en los últimos días, pero por algún motivo sentía que aún la necesitaba. Tenía otra piedra en el mismo collar, pero la arranqué y guardé en una caja hecha con la dureza única del diamante.