¡𝗦𝗮𝘃𝗲 𝗠𝗲!... [𝗠𝗶𝗻 𝗬𝗼𝗼𝗻𝗴𝗶 𝘆 𝗧𝗻]

Capítulo 12

Lamento la espera!-- se disculpó Yoongi llegando.

Finamente he accedido a una cita de tres.

Llevo una blusa con encaje azul rey, una falda blanca que me llega un poco arriba de las rodillas, tacones de este mismo y maquillaje no tan cargado.

Sin embargo, Madison, lleva unos Jeans negros muy pegados, una blusa color pastel con una cola larga y unos tacones negros.

Pintalabios rojo.

Aunque dije que estaba de acuerdo... si Min Yoongi se enamora de mi mejor amiga Madison.

¿Qué debería hacer?

–¿Comenzamos nuestra cita de tres?-- protestó Yoongi.

Yoongi nos a traído en un lugar muy elegante.

Yo estaba posicionada frente a él y Madison justo a su lado mientras él discutía que vino pedir.
Miré de reojo a Madison y tenía sus ojos sobresalientes y sus labios levemente abiertos.

–Cuando tienen una cita, ¿siempre vienen a estos lugares?-- se inclinó para susurrarme.

–¿Pero que envidia!-- musitó y apoyo su mentón en sus manos para mirar a Yoongi sonriente-- Debe ser agradable tener un novio tan maduro.

Ella se está enamorando aún más que Yoongi.

¡Maldito seas, no le muestres lo genial que eres!

–Tn-- me llamó-- ¿Que quieres beber?.

–Hmm, Tal vez quiero un poco de vino--asintió.

Wow wow, si me emborrachó arruinare todo de nuevo.

–¿Que te gustaría tomar Madison?. ¿Vino o algo más-- mascullo-- ¿El alcohol está bien para ti?

–Si, puedo manejar el alcohol bastante bien-- respondió riendo y mostrando sus dientes.

Odio sentir esto.
Siento que algo arde en mi interior cada vez que le dijire la palabra a Yoongi.

Ok lo acepto, son celos.

–¿Segura? , Mm ¿qué tal una botella de vino tinto?-- señaló en el menú.

–¡Que maravilloso!, Esta lleno de vinos y otras bebidas que ni siquiera sabía que existían.-- exclamó pasándose un mechón detrás de su oreja.

¡Es la señal, es la señal!

Le está coqueteando.

¿Se está enamorando de ella?

Ella es encantadora, aún más inteligente y madura que yo.

《~》

–¡Gracias por la cena, todo estuvo muy bien!.-- dijo Madison haciéndole una reverencia.

–Hey Madison, comiste con gusto. Así que valió la pena.

–Incluso me hiciste sentir como tu novia-- respondió ella con una sonrisa y su mirada baja.

Ya va, me rindo.

El miedo y la pena se apoderó de mi provocando que mi mirada estuviera clavada en mis pies.

Hasta que un celular sonando me sacó de mis pensamientos.

Era el de Madison.

–Me están llamando del trabajo.-- musito.

–Adelante, responde.-- protestó él con tono amable.