¡𝗦𝗮𝘃𝗲 𝗠𝗲!... [𝗠𝗶𝗻 𝗬𝗼𝗼𝗻𝗴𝗶 𝘆 𝗧𝗻]

Capítulo 15

1 semana después.

Ha pasado una semana desde la propuesta de Yoongi.

No he aceptado ya que tengo unos padres desgraciadamente estrictos y se volverían completamente locos si se enteran de que estoy comprometida con un hombre de casi  23 años, empresario y sobre todo perfectamente experimentado.

Pero ya llegara el momento.

Además, no soy tan buena como él en la cocina. E incluso en las tareas del hogar es mucho más rápido y preciso que yo.

¡Realmente no puedo vivir con él!

¡No puedo, no quiero depender de él!

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Estoy entre sus brazos. Mi lugar favorito.

Sus fuertes brazos están rodeando mi cuello y mis manos por encima de ellos.

Siento su respiración chocando con mi cuello y de sus labios susurra...

—Los niños no hacen esa cara, ¿sabes?.— mi pecho sube y baja con rapidez por el tono grueso de su voz.

—Quiero ver más de ti-- exclama y me voltea-- De la adulta Kim Tn.

—Hazlo. — demanda rozando nuestros labios— Bésame.

Sin tan sólo pensarlo tantas veces, me incliné de puntillas y uní nuestros labios.

Su mano se deslizó hacia mi cadera y me pegó más a su cuerpo, provocando un leve gemido ahogado salir de mi.

—Nena, desvisteme— susurra una vez que se separó de mi-- ¿No dijiste que querías ser adulta?.

Mis manos que se encontraban en sus hombros, bajaron delicadamente por su torso acariciandolo hasta llegar a los botones de su camisa y tener a la vista sus abdominales.

—Haz lo que siempre hago contigo.—  dice por lo bajo.

Y la imagen de todo lo que Yoongi hace explorando mi cuerpo me invade.

Me incliné a él para besar su cuello y lamerlo,  haciendo succión en este.

De su boca se escapan leves quejidos y eso congela mi cuerpo aún más.

—Conviértete en una adulta a mi lado, pero hazlo lentamente— titubea con la respiración agitada.

(....)

—¿Vivir juntos?-- parlotea Madison con los ojos sobresalientes-- Es considerado, por la situación del acosador, pero...

—¿Pero?...— repetí frunciendo el entrecejo.

—¿Ya se lo has dicho a tus padres?-- soltó.

—Claramente no.— suspire sin más.

—Bueno, si eso te hace sentir más tranquila.

—Para que lo sepas, ya lo superé. ¿De acuerdo?— me dice sonriente y yo me acomodó sobre mi puesto al entender a lo que se refería.