Blessing (Jikook)[Adap.]

➺Capítulo Once.

Jungkook podía asegurar que no estaba triste, incluso podía sonreír hasta la orejas y decirte que estaba bien, pero en esta ocasión no era así, había pasado 4 horas desde que llegó a su casa y lo único que hizo fue acostarse en su cama boca bajo y soltar todas las lágrimas que había querido sacar desde que vio al mayor con aquella chica.

Había dormido solo un poco después de llorar, pero ahora que había despertado lo primero que se le vino a la mente fue aquella imagen de Jimin besándose con una mujer, logrando que sus lágrimas salieran inconscientemente.

Se sentía mal, muy mal.

Si tan solo hubiera escuchado lo que Jimin tenía para decir en estos momentos tal vez se encontraría mucho mejor o al menos no estaría llorando. Odiaba con toda su alma ese extraño sentimiento de tristeza y enojo en su pecho, queriendo pegarle al mayor pero también llorarle y pedirle una explicación.

Sus ojos estaban rojos de tanto llorar y estaban algo hinchados por el llanto, escuchó la voz de HeSoul a través de su puerta.

—¿Nochu? ¿estas bien?–. Su hermanita pregunto, dudosa en si entrar o no sin su permiso. 

—Mmm.

Fue lo único que salió de sus labios, no quería ver a nadie, pero sabía que su hermanita entraría si o si, así que solo espero a ver como una mata de cabellos  castaños se asomaba por su puerta, seguido de eso sintió una parte de la cama hundirse haciéndole entender que HeSoul había subido.

—Nochu... no estes triste.

Jungkook lanzó una pequeña risita, su hermana no era tonta, bueno, no tanto.

—Gracias, no lo había pensado –. Dijo con sarcasmo, pero como su hermanita era un mente inocente solo dijo un animado "De nada".

Hundió su rostro de nuevo entre las sabanas y almohadas, sintiendo de nuevo las lágrimas querer salir por voluntad propia, a pesar de que él mismo se decía que debía controlarse su cuerpo no le respondía. Era cierto, se sentía de lo peor, no ver a Jimin merodeando a sus al rededores, ni diciéndole "Jungkookie", tampoco tratando de darle besos sorpresivos. Le dolía tan solo pensar que tal vez Jimin no iba a ir a buscarlo, tal vez ahora mismo Jimin siga en con aquélla chica.

Tal vez ahora quiera romper su compromiso.

Jungkook suspiró muy desanimado, recordó que fue el quien horas antes le había dicho "No soy tu prometido", ni siquiera estaba pensado bien, no debió dejar que sus sentimientos le ganaran, pero también se sentía triste, se sentía engañado. ¿Por qué decirle que iba a comprar algo? ¿porqué no mejor le decía la verdad? Si el no hubiera ido detrás de él probablemente ahora sería un prometido engañado.

Bufo sintiéndose mal consigo mismo y con Jimin, por lo que el mayor le decía Jungkook no se imaginaba que se encontraría en una situación así.

Cerró sus ojitos una vez más dispuesto a dormir de nuevo, mientras HeSoul juagaba en su cama con los peluches que Jungkook tenía ahí, sin embargo, la puerta de su habitación de abrió de golpe asustando a los dos chicos.

—¡Ah, un monstruo!–. Grito HeSoul por la sorpresa de ver un Jimin completamente mojado por el agua de la lluvia que minutos antes había comenzado —Oh... olvídalo, es Jimin.

Una risita se escapó de los labios de la niña, corrió hasta el mayor y le hizo una seña alzando su pulgar y giñando su ojo izquierdo para después salir corriendo fuera de la habitación.

Jungkook se incorporó rápidamente en su cama, una parte de él estaba feliz, la otra triste y la última enojada. Trató de sonreir pero lo único que pudo formular fue una extraña mueca entre un puchero y una sonrisa con las cejas fruncidas, suspiró rendido y se levantó de ahí para encarar al mayor.

—¿Qué quieres?–. Preguntó con la voz quebrada, inmediatamente se arrepintió de hablar puesto que su voz estaba muy débil por haber llorado tanto.

—Aclarar las cosas –. dijo Jimin sin cambiar su expresión de seriedad.

—Cuatro horas después, sí que eres rápido –. Dijo sarcásticamente el menor.

—Pude haberlo explicado antes, pero te fuiste sin dejarme hablar.

Jungkook bajo su mirada, tenía razón en eso, si no fuera por su terquedad ahorita no estaría llorando. Pero igual no dejaba de sentirse enojado con él.

—Solo dime porque no me dijiste que ibas a verte con alguien más –. Jungkook quería evitar llorar, pero sentía que de nuevo volvería a fallar.

—Porque sabía que algo como esto iba a pasar –. Jimin trató de acercarse a él —No la bese, ella lo hizo y la alejé lo más rápido de mí porque no deseaba besarla ni que pasará eso. Sí, fue mi culpa por haber ido, pero lo hice porque era la única forma de que me dejará en paz, su papá vino a verme entre clases diciéndome que su hija estaba dispuesta a alejarse de mi si tan solo yo aceptaba tener una cita con ella, pero nunca, creme nunca, me atrevería a besarla o dejarme llevar por algo que haga conmigo. Porque estoy enamorado de ti, Jeon Jungkook.

—¿Cómo se que dices la verdad?

Jimin suspiró algo rendido y dijo.
—Yo fui quien pidió este compromiso, a pesar de que mi padre se opuso a esto una y otra vez, no me rendí fácilmente, él acepto todo esto gracias a mis constantes intentos de hacerlo cambiar de opinion, he estado enamorado de ti desde pequeño, desde que te veía juguetear con Taehyung y Hoseok, o cuando me escondía detrás de la mesa de golosinas para ver como disfrutabas comerlas todas en los banquetes de las fiestas. ¿Cómo podría engañar a la persona por la que he estado enamorado en secreto durante 13 años?

Jungkook sintió culpa en esos momentos, era verdad, muchas personas ya le habían confirmado el amor que Jimin sentía por él desde pequeño. Ahora se sentia mal, recuerda lo que pasó hace años durante la escuela primaría, Taehyung y Jungkook quisieron jugarle una broma a Namjoon diciéndole que ambos niños eran novios y que se iban a casar de grandes, recuerda la mirada penetrante de Jimin sobre las manos agarradas de ambos chicos, y ahora sentía todo el dolor que pudo haber pasado el rubio puesto que ambos niños habían fingido ser novios por una semana.

—Si no quieres verme o necesitas tiempo para pensarlo, entonces me iré, no me opondre a nada –. Dijo Jimin.

—¿Y si quiero romper el compromiso?

Jimin sintió su cuerpo tensarse, y por primera vez en el día Jungkook pudo notar la mirada triste del mayor, Jimin tendía a sufrir mucho cuando hacía sentir mal al menor, como cuando tenía 13 años, recuerda que estaban en clases de deportes y recuerda a un pequeño Jungkook corriendo por su vida detrás de un balon de futbol, ese día Jimin accidentalmente pateo este balon tan fuerte que la nariz de Jungkook sangró.

Al llegar a su casa, lo único que hizo fue golpearse una y otra vez en la pared hasta que esta estuviera completamente roja. Jimin siempre se culpaba por todo lo malo que le pasara a Jungkook.

—Entonces lo hare, no me opondre.

Jungkook hizo un puchero y antes de que Jimin pudiera decir algo más, caminó hasta el mayor para tomarlo fuertemente del cuello de su camisa y obligarlo a verlo atentamente.

—Escucha Park Jimin, tu me arrastraste a esto, tu me hiciste comprometerme a la fuerza, dijiste que no ibas a descansar hasta enamorarme ¿y prentendes rendirte ante la primera pregunta? Sí, por mucho que no quiera aceptarlo me estoy enamorando de ti, así que no quiero escuchar que digas que no te opondras a romper el compromiso, porque tu y yo nos vamos a casar si o si.

Jimin estaba confundido y sorprendido por lo que Jungkook había dicho, ¿lo estaba enamorando? ¿realmente lo estaba logrando? Estaba feliz, muy feliz, por primera vez veía a Jungkook tan enfocado y seguro en algo como esto.

—Debes darte un baño, vas a enfermarte si te quedas así.

Jungkook le tendió una toalla para que se fuera a bañar, pero antes de que el menor se alejará por completo de él, lo jaló del brazo hasta acercarlo y besarlo lentamente, disfrutando de sus labios húmedos, amaba besarlo amaba completamente todo él, grande fue su sorpresa al ver como el beso era correspondido gustosamente, con Jungkook rodeando su cuello y apegándose mas a él para sentir su cuerpo.

Jimin sonrió entre el beso, estaba feliz, ambos chicos compartían un beso, llenó de amor y calidez.