Blessing (Jikook)[Adap.]

➺Capítulo Veintiuno.

Habían pasado seis horas desde que habían llegado al hospital, seis horas desde que metieron a Jungkook a urgencias. Las seis horas más largas en la vida de Jimin.

En esos momentos no podía pensar en nada más que en como se encontraba el menor, su mente no le permitía pensar en nada más que en esperar todo el día por noticias de los doctores acerca de Jungkook.

Jimin se encontraba en estado de shock, hace unas horas habían despertado felizmente, entre besos y divertidos juegos y ahora estaba ahí, sentado esperando a saber algo de su prometido. No podía con eso, su cabeza parecía querer explotar, sentía todo su cuerpo levemente frío por el clima del hospital. Sus manos no dejaban de jugar entré si y lo peor de todo, comenzaba a sentir su respiración pesada.

Odiaba los hospitales con todo su corazón.

Y ahora los odiaba aún más.

Jimin estaba entrenando con los del equipó de Americano cuando Hoseok llegó corriendo hasta ellos, estaba golpeado y a pesar de que Jimin iba a preguntar que le había pasado y si se encontraba bien, ya no lo hizo en cuanto Hoseok le dijo que Jungkook había sufrido un accidente y que lo llevaban a la enfermería del campamento.

Dejó todo de lado en esos momentos, sin siquiera pedirle permiso al entrenador. El salió corriendo de ahí evitando a todos  en su paso, incluso no se dio cuenta de que JiSoo le habló queriendo abrazarlo.

Los padres del menor habían llegado hace rato, preocupados y llorando por saber lo que pasaba con su hijo. La señora Jeon abrazó a Jimin en cuanto lo vio, al igual que el señor Jeon. Jimin se sorprendió cuando vio que el señor Jeon había dejado de lado su trabajo en la empresa para ir al hospital.  

Ahora se encontraba sentado frente a una de las ventanas del segundo piso, sus ojos estaban hinchados de tanto llorar. Se había permitido soltar todas las lágrimas que quiso, porque realmente estaba asustado de que algo terrible pasará con Jungkook.

Hoseok y Taehyung se habían ido hace ya un hora, fueron al campamento por todas las cosas tanto de ellos como de Jimin. Namjoon y Seokjin le habían llamado diciéndole que ellos irían mañana abandonando también el campamento. Se había olvidado por completo de los golpes que tenían los dos amigos de Jungkook.

Pero ahora no podía pensar en algo como eso cuando su pequeño estaba aún en urgencias sin saber nada de él.

—Jimin, cariño. Iré a comprar algo para que comas, ¿deseas algo en especial o lo que sea esta bien?— Preguntó amablemente la señora Jeon.

—Lo que sea esta bien, muchas gracias — Fue lo único que dijo sin siquiera mirar a la mujer.

La señora Jeon sonrió y acarició los cabellos del rubio, ella sabía lo difícil que lo estaba pasando al igual que ella y su esposo. Era terrible toda esa situación para todos. 

Jimin se quedó completamente solo, pero su soledad duro solo unos minutos puesto que después escuchó un pequeño grito llamándolo "Jiminie oppa" y unos bracitos rodearlo. Jimin sonrió débilmente al sentir la calidez que desprendía HeSoul.

Ella también debía estarla pasando mal.

—Hola pequeña— Saludo queriendo sonar animado para la hermanita de Jungkook.

—Jiminie oppa, no estes triste por favorcito. Kookie siempre a sido una persona fuerte, él puede con esto.

Jimin abrió levemente sus ojos al escuchar la cordura con la que dijo esas palabras, mientras sus manitas se aferraban a las mejillas del mayor y le sonreía tratando de animarlo.

—Kookie despertara, él quiere casarse con usted.

Jimin sonrió por lo que la niña había dicho, pero su sonrisa no duro mucho antes de cambiarla por una de tristeza completamente, sus labios temblaron y sus ojos se volvieron a cristalizar soltando lágrimas en segundos.