➺Capítulo Nueve.

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Jungkook estaba nervioso, por primera vez, había tomado la iniciativa de invitar al mayor a dormir con él. No era que tuviera otros planes, simplemente quería hacer algo bueno por los dos, ya que Jimin siempre era el que ponía todo de su parte, esta vez Jungkook quiso hacerlo para que el mayor se diera cuenta que él también estaba feliz o al menos satisfecho con su compromiso.

Sin embargo, sus nervios le estaban fallando, se sentía sucio y con ganas de salir corriendo.

Park Jimin estaba frente a él, mostrándole una imagen en su celular, pero Jungkook no prestaba atención absoluta, él estaba concentrado en sus labios, en esos labios delgados que se movían cuando hablaba sin parar.

Parecía que Jungkook no iba soportarlo más, se estaba volviendo loco de solo verlo.

—¿Jungkook... Estas bien?— Preguntó Jimin cuando el menor no decía nada y sus manos estaban completamente aferradas a la tela de su pantalón.

—Eh... Sí, yo iré al baño— Dijo rápidamente y se levantó de la cama para caminar hasta el pequeño cuarto de baño que se encontraba en su habitación.

Con pasos rápidos pudo llegar sin sentir tanto la mirada del mayor, cuando estuvo frente al espejo se echó agua fría en la cara intentando calmar esos pensamientos que se asomaban por su cabeza.

Camino hasta volver a la cama, se quedó parado al pie de esta y solo observó al mayor, quien estaba acostado mirando su celular todavía. Jungkook no lo soportó más.

Como si su cuerpo se mandará solo, se subió de rodillas a la cama hasta llegar al regazo del mayor, seguido de esto puso sus manos en los hombros de Jimin quien lo miraba sorprendido y antes de que él pudiera decir algo más beso sus gruesos labios.

No era un beso como los demás, no lo era. Había una intensidad diferente, el menor paso sus manos por el cuello de Jimin para dirigir una mano hasta su cabello y comenzar a acariciarlo, aunque el mayor tardo en reaccionar a lo que estaba pasando, puso sus manos en la cintura del menor apresándolo.

Jungkook jadeo al sentir el toqué del mayor en su cintura y como este mismo levantaba levemente la playera del menor para acariciar por debajo de su ropa, se sentía bien, Jungkook estaba por volverse loco. Sus manos ya no respondían ni tampoco su cuerpo entero, solo se dispuso a seguir besando los labios de Jimin casi explorando toda su cavidad vucal, ambos chicos disfrutaban de aquel beso, un beso nuevo para ambos que encendía una llama dentro de ellos.

Jungkook había perdido la cabeza, esta seguro.

Sus manos bajaron del cabello del mayor hasta la playera del uniforme, para comenzar a desabrochar esta misma y dejar cortos besitos en todo su cuello. Escuchó como el mayor gruñía y acto seguido sintió las manos del mayor bajar hasta su trasero en donde comenzó a masajearlo sin pudor alguno mientras volvían a unir sus labios.

Jungkook logró quitar la camisa del uniforme de Jimin y acto seguido se quitó la suya, se acomodó mucho mejor estando en el regazo del mayor y comenzó a moverse por instinto propio, Jimin no se quedó atrás y beso sus clavículas, chupo y lamió con intensidad los pezones de Jungkook, escuchando como este soltaba gemidos agudos.

¿Pero que estaba pasando?

Estaban en la casa del menor y no eran los únicos ahí, también estaba toda su familia.

—J-Jimin...— Un suspiró salió de la boca de Jungkook, llamando a Jimin para que no parará de besarlo, el menor volvió a rodear el cuello del mayor he hizo de lo mirara directamente a los ojos.

Fue la imagen más hermosa que Jimin haya tenido en su vida, los ojos brillosos del menor, sus mejillas rojas y una linea delgada de baba sobre sus labios, no pudo tolerarlo más, volvió a besarlo con intensidad.

Blessing (Jikook)[Adap.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora