Blessing (Jikook)[Adap.]

➺Capítulo Quince.

Había pasado ya una semana, Jungkook aún recuerda aquélla escena en el auto de Jimin que le partió el corazón, después de eso decidió no molestarlo más, no porque no quisiera arreglar las cosas, sino porque había caído en una depresión terrible, tanto que ni su mamá sabía como sacarlo de la cama para ir a la escuela.

Una semana entera falto a clases, los meses corrían y él sabía que no podía faltar, pero realmente estaba mal.

Después de aquélla noche un sentimiento crudo y amargo se instaló en su pecho, quería arreglar las cosas, pero las palabras no salían de su boca porque en lo único que su mente pensaba era en que Jimin ya no quería ese compromiso.

Las comidas diarias se habían convertido en una galleta y un baso de agua, las sonrisas se habían esfumado siendo suplantadas por una mirada inexpresiva, las ojeras crecieron y sus ojos cada día eran rojos por el dolor del llanto.

Tonto, demasiado tonto.

Antes ninguna persona lo hacía sentirse así, no lloraba por nada, no sufria por nadie. Pero ahora, estaba mal, su madre no le había dicho nada acerca de que el compromiso se rompió, ni los padres de Jimin, tal vez ninguno estaba enterado aún.

Jimin no lo había buscado, ni le había llamado. Y eso le dolía, saber que a Jimin no le importaba en lo más mínimo como se sintiera, ya que había faltado una semana pensaba que tal vez su mayor iba a preocuparse e irlo a buscar. Pero no fue así.

Su estómago volvió a gruñir por quinta vez en el día. No quería levantarse, pero siendo sinceros era el séptimo día que llevaba sin comer bien y su cuerpo realmente le pedía algo. Bufo sintiéndose mal consigo mismo, se levantó lentamente de la cama y sintió su cuerpo doler y crujir por lo mucho que había estado acostado en todo el día.

Se tambaleó un poco cuando se levantó, solto un gruñido y camino arrastrando los pies fuera de su gran habitación.

Bajo las escaleras lentamente sintiendo su cuerpo muy débil, se sostuvo de la barra y esperó a que su respiración se tranquilizara, cuando eso hizo, comenzó a caminar hasta la cocina. Sin embargo, pudo percibir el olor de comida recién hecha, y no cualquier comida, era Kimchi. Emocionado por comer algo como eso, se adentró rápidamente a la cocina ignorando la voz de las personas que se escuchaban dentro de esta.

Su cuerpo se congeló al ver quien estaba ahí justo a lado de la señora Go, con un mantel en el cuerpo y con un cuchillo en las manos.

Sus ojitos se abrieron de par en par y las lágrimas se hicieron presente una vez más, no pudo evitar derramarlas. Jimin estaba justo ahí mirándolo preocupado y sorprendido por ver el estado en el que se encontraba.

Jungkook sintió su cuerpo flaquear pero no dejo que eso lo venciera, como pudo corrió hasta los brazos de Jimin que se extendieron poco a poco cuando se dio cuenta de que Jungkook lo iba a abrazar. Escondió su rostro llenó de lágrimas en el pecho de su mayor, su cuerpo temblaba y sentía debilitarse cada vez más, dejo salir esos sollozos porque sinceramente él ya no aguantaba llorar en silencio.

Jimin lo sostuvo fuertemente, mientras sus ojitos también se llenaban de lágrimas al escuchar el llanto de su menor y sentir como todo su cuerpo temblaba de la desesperación.

Odio tanto ese momento, se odio a él.

La señora Go decidió dejarlos solos para que ambos chicos pudieran arreglar sus problemas, cuando el llanto se apagó y su cuerpo dejo de temblar, sintió como los fuertes brazos de Jimin lo alzaban de las piernas para hacer que Jungkook se enredará en su torzo y así caminar hasta la habitación del menor, olvidando completamente la comida.

Cuando entraron, Jimin dejo al menor suavemente en la cama mientras se acostaba él y lo seguía abrazando. Pronto sintió de nuevo el llanto del menor y lo escuchó hablar.

—Lo siento, lo siento de verdad, no quiero que me dejes, ni que rompas este compromiso, quiero casarme contigo— dijo perfectamente bien, aunque estuviera llorando quería decir lo que no pudo hace días —Se que te sentiste mal porque actúe así, no debí hacerlo porque se lo mucho que te esfuerzas para que yo me fije en ti, pero Jimin... realmente quiero estar contigo.

Jimin acarició su cabello, con una mano alzó su barbilla para que este lo mirará.

—Te amo Jeon Jungkook, soy un idiota por hacerte sentir de esta manera, la culpa me estaba comiendo vivo durante esta semana. Actúe como un verdadero estúpido, lo siento mucho.

—N-no fue tu culpa... en parte yo también tengo la culpa por esto... no quiero que se cancelé la boda— dijo el menor mirándolo con un brillo de esperanza.

—Jungkookie, esta boda sigue en pie— Respondió Jimin dándole una ligera sonrisa. Pronto se asomó esa gran y maravillosa sonrisa de la que se había enamorado completamente. Sintió el cuerpo de Jungkook subirse en cima de él, y después de una semana sin verlo, ni tocarlo. Sintió los gruesos y lindos belfos del menor sobre los suyos, sus bocas se abrieron poco a poco dando paso a sus lenguas para disfrutar de aquel cálido beso llenó de amor, de deseo y cariño.
Jimin sintió que la vida le regresaba al sentir sus labios junto a los de Jungkook, y Jungkook sentía que todo su mundo volvía a tener color con ese beso.

Se separó solo unos cuantos centímetros del rubio y dejo salir una sonrisita feliz, sintió como el mayor tomaba su rostro entre sus manos y lo llenaba de besos. Solto risitas completamente feliz.

Se abrazó completamente a su cuerpo y dejo que Jimin acariciará su cabello.

Se levantó de nuevo viendo a los ojos del mayor, este lo miró encantado, beso tras beso, Jimin sostuvo la cintura del menor mientras sentía a Jungkook besarlo. De pronto Jungkook paró.

—Te amo Park Jimin.

A Jimin se le fue el alma.

—Eh...

—Te amo mucho, mucho Park Jimin. Quiero casarme contigo, quiero una vida contigo— dijo felizmente.

Jimin sonrió feliz, levantó poco a poco con Jungkook entre sus brazos, acuno el rostro del castaño entre sus manos y lo miró detenidamente.

—Yo también te amo, Jeon Jungkook.

Volvió a besar sus labios sin pudor alguno, sintiendo la lengua del menor tocar la suya, soltando jadeos y palabras llenas de amor.
Jimin decidió que lo mejor era quedarse ahí con él por el resto del día.

Era cierto, por mucho que a Jimin le doliera lo que Jungkook hizo, le dolía más ver como se había comportado con él, la semana que Jungkook no puso un pie en la escuela lo hizo sentirse mucho peor, no hablaba ni con Namjoon, veía constantemente a Taehyung peleando con Hoseok y los ignoraba completamente.

No podía ni dormir, había algo dentro de él diciéndole que no fuera hacía Jungkook, su orgullo. Su estúpido orgullo.

Sin embargo, se dio cuenta que cuando realmente amabas a alguien de verdad, el orgullo no era un obstáculo. Muchas personas preferían mil veces dejar su orgullo intacto antes de darlo todo por la persona que amaban, es por eso que había personas infelices.

Pero Jimin sentía que ni todo el orgullo del mundo iba a cegar lo que sentía por Jungkook, ni hoy ni nunca.

“Entonces... ¿Por qué no enfrentar todas las dificultades con una corazón desenfrenado?”

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¿Ahora sí ya puedo llorar?🤭

Gracias por leer galletitas.💜✨
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