Jimin tenía descanso por tres días, su padre se había ofrecido a hacerse cargo de la empresa sólo para que Jimin tuviera un buen tiempo con su nueva familia.
Tal vez su padre nunca se lo dijo, pero él estaba dispuesto a casarlo con el hijo de los Jeon aunque no se lo pidiera. Pero cuando vio a Jimin plantearle la idea primero, decidió poner a prueba el amor que sentía su hijo por aquel chico, es por eso que se negó muchas veces ante sus insistentes súplicas, el señor Park quería verificar personalmente que su hijo realmente estuviera tan enamorado de Jungkook, porque quería que su vida fuera plena y llena de amor.
Así que al final de cuentas, terminó accediendo.
Jimin recién despertaba de su interminable sueño, hace solo dos semanas que no podía dormir bien, puesto que todo era muy tedioso para él, manejar una empresa tan profesional como la de su familia no era nada fácil, consumía su tiempo, sus fuerzas, su sueño y sus ganas de vivir. Pero cuando regresaba a casa y veía a su esposo e hijos, era como si ellos fueran el cargador que siempre necesitaba.
Aunque había veces en las que llegaba demasiado cansado como para jugar o al menos seguir despierto, siempre hacía lo mejor posible por su familia. Últimamente llegaba más tarde de lo normal y Jungkook lo notaba muy cansado, por eso cuando el reloj marcaba las 9 de la noche siempre trataba de tranquilizar la hiperactividad de los niños y hacía todo por tenerlos en la cama antes de las 10.
Sin embargo, es día iba a disfrutar de estar con su familia.
—¡Papá, papá!— escuchó la voz de MinJoon llamarlo una vez que puso un pie dentro de la cocina, talló sus ojos y fijó su mirada en su hijo, quien estaba a sus pies alzando sus pequeños bracitos para ser cargado por Jimin.
—Ven aquí, pequeño — dijo para agacharse hasta sostener entre sus brazos el cuerpo del niño y alzarlo, MinJoon beso su mejilla como beso de buenos días y se aferró al cuerpo de Jimin, durante ese tiempo, aquel niño se había encariñado demasiado con Jimin —Buenos días, JungSik.
Con su gran mano acarició los cabellos del niño más grande y se inclinó solo un poco para dejar un beso en su cabellera, JungSik sólo le sonrió mientras seguía comiendo, Jimin acomodó a MinJoon de nuevo en su silla para que terminará de desayunar.
Se dirigió hacía Jungkook, quién al verlo sólo sonrió y se acercó hasta él para besar su mejilla, susurrando un tranquilo "Buenos días, Minnie". Jimin no pudo resistirlo y lo rodeó con sus brazos de la cintura, impidiendo que se moviera de su lado, lo atrapó entre sus brazos en donde lo contemplo durante unos segundos aún somnoliento.
—¿Qué tanto me vez? Anda, ve a sentarte— dijo dándole una sonrisa, aún sin ser liberado de sus brazos, Jimin gruñó y negó —Vamos, no seas testarudo — con su dedito toco la punta de la nariz de Jimin.
Jimin volvió a negar mientras arrugaba su nariz, hizo un pequeño puchero logrando sacarle una sonrisa al castaño.
-Quiero abrazarte.
—Minnie, me abrazaste toda la noche— le dio una sonrisa sincera, tratando de sonar delicado.
—No es lo mismo, no estuve despierto para admirarte— dijo cerrando sus ojos y escondiéndose entre la curvatura del cuello del más bajo, aspiro fuertemente su aroma, Jungkook siempre olía bien puesto que acostumbraba a bañarse por las mañanas cuando se levantaba.
—Pues tienes todo el día, ahora vamos a desayunar— se alejó solo un poco de él mientras lo tomaba de la mano para guiarlo hacía el comedor en donde estaban sentados los dos niños.
Se sentaron al rededor de la mesa, mientras Jungkook hablaba con Jimin sobre algunas cosas acerca del trabajo, los dos niños solo seguían comiendo en silencio. Jimin los había educado a no hablar con la boca llena y ellos preferían primero terminar de desayunar y después soltar un montón de palabras acerca de los sueños raros que tuvieron y sobre todo lo que querían hacer en el día.
Cuando la tarde llegó, Jungkook se la pasó huyendo de Jimin pues el rubio solo quería encerrarse con él en la habitación. Y Jungkook no quería que los niños los vieran haciendo sus cosas, así que sólo estuvo esquivandolo mientras Jimin andaba muy feliz detrás de él.
—¡Jungkookie, ya! — se quejó entre sonrisas, esta vez logrando atrapar a su esposo entre sus brazos —Por favor, será solo un rato.
—¡No! Sueltame, depravado que amo mucho— reclamó entre dientes intentando soltarse de los brazos del mayor, Jimin lanzó una risita al escuchar eso, se acercó hasta dejar un beso en la parte trasera de su cuello, bajando lentamente hasta su hombro — Park Jimin...
—Park Jungkook — repitió él. Jungkook se quejó en voz baja y cuando se resignó a ser besado por Jimin, entonces el rubio paró, solo sintió como el mayor ocultaba su cabeza entre su espalda y seguía abrazado a él.
—J-Jimin... ¿estás bien?— preguntó suavemente mientras se movía sólo un poco para voltearse y rodear con sus brazos el cuello de Jimin, el pelinegro volvió a esconder su rostro ahora en el pecho de Jungkook, el cual se paraba de puntitas para que el mayor pudiera estar cómodo.
—Mmh, estoy perfectamente bien— susurró dejando un rápido beso sobre la playera de Jungkook —Todo está tan malditamente bien, tú , yo, los niños... todo es perfecto — dijo dejando que sus oídos se llenaran con las incontrolables risitas de los niños quienes jugaban en el patio. Sus ojos estaban cerrados, como tratando de disfrutar mucho más el momento, el estar recargado en el pecho de su esposo y escuchar a sus hijos al fondo.
Jungkook no pudo evitar sonreír, amaba cuando Jimin se ponía tan sentimental. Aquel hombre de semblante fuerte y gruñón ya no existía, nunca existió en la vida de Jungkook.
—Sí, Minnie. Todo está bien— murmuró sobre los cabellos negros de su esposo —Tienes una familia que te ama.
Jungkook dejó un casto beso sobre su cabello, escuchando la respiración profunda de Jimin, observando solo por unos segundos el rostro de su esposo, quien mantenía una linda y cálida sonrisa en sus labios. Jungkook dejó que lo abrazara y reposará en el todo lo que quisiera.
Al final de cuentas, Jimin sabía que Jungkook estaría ahí toda la vida, listo para ofrecer su pecho para que se recargara y pensara sobre lo afortunado que era al tener una vida con él.
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Blessing (Jikook)[Adap.]
De TodoJimin y Jungkook pasaron de ser amigos a ser esposos. Jungkook no estaba seguro en casarse, no a sus dieciocho años, no con un hombre y no con Park Jimin. A pesar de que llevaba tiempo conociéndolo, no sentía nada por él. Y ahora se veía obligado a...