Capítulo 4. Mentiras peligrosas
- Alguien me dijo que la nueva ocasionó una pelea, tenías que ser vos - cuando miro hacia atrás veo la chica rubia que me había dado charla en la clase de arte. Es bajita y curvilínea, trae un vestido negro hasta el suelo que la hace ver mas baja aún.
-No se de que hablas- ¿Tan rápido viajan los chismes en esta escuela?
-Ya todos acá saben que Ignacio le rompió la cara a Augusto para defenderte, te felicito. Todas las chicas del colegio morirían porque uno de los hermanos la defienda -dice con evidente entusiasmo y una sonrisa. ¿esta felicitándome o algo así?
-Emmm
Pienso en que decirle pero nada se me ocurre. Soy pésima en esto de sociabilizar.
-Soy Maite, nunca llegue a presentarme- su amabilidad me toma por sorpresa. No estoy segura si darle la mano o salir corriendo.
-Roma -la saludo. Miro a mi alrededor a ver si Ignacio o Sebastián aparecen. Supuestamente me van a llevar a casa. Me pidieron que los espere en la puerta hasta que salgan de sus respectivas clases, me alegra la idea que sean ellos y no papá de nuevo. Serían demasiados momentos padre/hija para un solo día. Aunque no se porque pero siento que soy un objeto al que mueven de un lado a otro.
- Asi que…¿tuviste un día interesante? - Maite no se rinde al parecer.
-Demasiado -contesto sin entusiasmo. Ella nota mi falta de interés en el tema.
-Ahh, bueno, no tenes que preocuparte. Digo, no es tu culpa. Ignacio y Augusto se tienen bronca hace rato, iban a encontrar una manera u otra.
-¿en serio? - de pronto mi curiosidad se encendió. ¿Desde cuándo me interesan los chismes?. Ni idea pero quiero saber.
- Si. Cuando se comparten las novias por lo general es problemático -contesta con ironía.
Me estoy perdiendo de algo.
-¿a que te referís?
-La novia de Ignacio, Bárbara, fue la novia de Augusto el año pasado. Al parecer siempre hay una mujer en el medio ¿No?. Y digamos que Augusto no lo tomo bien. En fin.
¿Ignacio tiene novia?
ouch. ¿Cómo es que yo no sabía eso? ¿Por qué de repente me molesta esta situación?
-Claro ¿no la conociste?- Maite se muestra un tanto desilusionada al ver que no estoy al día con las noticias de mi familia. No vamos a tener mucho de que hablar después de todo.
-Llegué hace poco y apenas me estoy instalando -contesto tratando de hacer sentido a esto.
Claro que no se trataba de mi, era notorio. No puedo entender porque me molesta todo esto. No quiero que me importe pero aún así…
¿Qué pasa conmigo?
No me gusta que me usen y eso fue exactamente lo que hicieron.
-¿Vas a tu casa? -pregunta - Vivimos para el mismo lado, si queres vamos juntas.
Y no estoy segura de si es porque quiero intentar hacer una amiga o simplemente porque no quiero estar cerca de mi muy disfuncional “familia” pero acepto y me voy con ella. Prefiero caminar veinte cuadras con Maite tratando de sonsacarme chismes que en el auto con Ignacio y sus ironías.
No se que es lo que estoy haciendo. Tal vez, en el fondo, si soy una pieza de ajedrez a la que todos pueden mover sin preguntar.
****