Haven || ➹ 𝐁𝐚𝐧𝐠𝐜𝐡𝐚𝐧

4. La fiesta de bienvenida

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Chris iba vestido hoy de azul celeste y llevaba un gorro turquesa. Su aspecto era mejor que el de ayer y Mia se alegró de verlo con un aura distinta, más alegre.

— ¡Buenos días, Chris! —dijo Mia y Chris la saludó también. — Hoy quiero presentarte a algunos de mis amigos.

— ¡Está bien! —dijo entusiasmado.

— Ella es Jiwoo. Mi mejor amiga —dijo Mia y Jiwoo le guiñó el ojo sonriendo.

Chris le sonrió.

— Ese de ahí... —dijo mirando a un lado. — Un momento... ¡Minho! —gritó Mia y el chico se acercó, era un poco alto y muy guapo. Su nariz recta y puntiaguda destacaba y era moreno. — Él es Minho —dijo Mia y luego se acercó al oído de Chris — Jiwoo y él se gustan, pero ninguno de los dos da el primer paso... —susurró Mia y Chris sonrió.

Minho le sonrió y luego miró tímido a Jiwoo, que le devolvía la mirada sonrojada.

— Esos son Jisung —un chico teñido de rubio muy sonriente y atractivo. — y Changbin — era el más bajo, moreno y con una nariz grande. — Y por ahí están Seungmin, Hyunjin y Jeongin, el más pequeño de clase —todos se acercaron al círculo que se había formado y saludaron a Chris. Seungmin era moreno y alto, parecía un cachorrito, Hyunjin era rubio teñido, con el pelo por lo hombros y muy alto, tenía un lunar bajo uno de sus ojos y sonrió, y Jeongin era también alto y moreno, tenía una cara muy inocente.

— ¿Le has dicho lo de la fiesta? —preguntó Changbin.

— ¡Sí, que se venga él también! ¡Es una fiesta de bienvenida, en el Pub! —añadió Jisung.

— Yo... Esto... —decía Chris rascándose la nuca tímido.

— ¡Tú claro que sí, lo pasaremos bien! —dijo Jisung sonriendo y le dió un abrazo amistoso.

Mia sonrió.

Entonces al acabar las clases Chris y Mia salieron a la calle para ir a casa y prepararse, esta noche irían a la fiesta.

— Te van a caer genial, Jisung como has comprobado es muy cariñoso y muy alegre. Creo que te ayudará a sentirte como en casa y-... —decía Mia sonriendo.

— Gracias por ayudarme tanto Mia —dijo Chris sonriendo.

(. . .)

Pasaron unas horas y Mia se puso un vestido muy bonito blanco y con estrellas negras.
Dieron las 9 y sonó el timbre de su casa.
Mia abrió la puerta y un chico vestido de blanco apareció.

Era Chris, iba muy elegante y peinado.

El chico se sorprendió al ver a Mia y le sonrió. — ¿Lista para irnos? —dijo el australiano.
Mia asintió y ambos se dirigieron a la fiesta.