Un amor que nadie esperaba

16| Problemas

Ángela

— ... y pues...amo montar a caballo los domingos en la finca de padre — asiento fingiendo estar interesada en el parloteo que tiene el joven de los McGregor conmigo.

— Eso está cool, yo a veces monto caballos, pero no seguido — comento luego de aclararme la garganta.

— ¿En serio? — él parece algo emocionado con eso y un bufido por parte de Daniel me hace sonreír a medias, ligeramente divertida.

— Sí, en las vacaciones de la familia — No doy mucho detalle, pero él sonríe ampliamente.

— ¡Que bien! — exclama, oigo a Christian imitarlo en tono bajo, le doy un pellizco disimulado para que se comporte y él en respuesta simplemente se queja en un tono bajo, lo miro de reojo.

Parece que la mayor aquí soy yo.

—...— Mark se aclara la garganta, un poco incómodo, pero me mira y sigue con la "conversación", y pongo comillas porque en realidad, es él quien está hablando, no me juzguen, perdí el interés desde el momento en que terminé de comer y el sueño se hizo presente — Me pareces una persona muy agradable — comenta con una sonrisa hacia mi — ¿Qué te parece si un día de estos salimos? ¿O tienes novio?

Su pregunta sin duda me deja sorprendida, escucho a padre toser atragantándose con el vino mientras mira con evidente molestia disimuladamente hacia Mark.

— Yo... —me aclaro la garganta y bebo un poco de agua.

¿Yo?, ¿Con novio?, ¿Saliendo con alguien?, ¡Dudo incluso si le gusto a alguien realmente por mi personalidad y no por ser hija de Andrew Collins!

Soy demasiado básica, ¿porqué alguien me querría?, no tengo nada especial...

Niego ante los pensamientos que, aunque sé que son destructivos hacia mi persona, nunca puedo evitar pensar así.

De repente, se hace un incómodo silencio en la mesa, ahora Mark es observado con molestia directamente por mis cuatro hermanos mayores, suspiro por eso.

— Oh... ¿He tocado una vena sensible...?" — Se rasca el cuello con un leve sonrojo, claramente avergonzado — Lo siento yo...

Niego.

— No te preocupes, no tocaste ninguna vena sensible — Sonrío para tranquilizarlo — respondiendo a tu segunda pregunta, no, no tengo novio.

Sonríe.

— Entonces, ¿Podemos algún día salir?, una salida inocente, podemos ir al cine o ir al parque a comer un helado — Propone. Lo pienso.

El chico me agrada tanto como me cae mal.

— No puede — responde con desdén en su tono de voz Michael — tiene una agenda muy apretada que la mantiene ocupada.

Abro la boca para protestar, pero al final decido quedarme callada y no argumentar nada, porque en realidad, aunque no tenga ninguna agenda apretada, no quiero salir con él, por muy cruel que suene no me atrae siquiera como amigo. Decido afirmar lo que Michael dice y lo miro con fingida disculpas.

— Lo siento Mark, entre la escuela y algunos talleres que tomo casi no me da tiempo para nada — algo muy en el fondo de mi se aprieta ante la mentira, realmente tengo bastante tiempo libre, pero tampoco quiero pasarla mal y eso me hace preguntarme;

"¿Estoy siendo una perra por no salir con él?"

Mark asiente un poco decepcionado, pero reemplaza su expresión a una compresiva.

— ¡Entiendo, no te preocupes!, si quieres, puedes darme tu número y agendamos una cita, claro si tu familia presente quiere — mira hacia papá, quien después de suplicarle con la mirada que no empiece un show asiente y tenso vuelve a hablar con los padres de Mark.