En el centro del campamento se había armado una especie de comedor al aire libre, con interminables mesas, y Rosita, la madre de Levitt, preparó cacerolas gigantes repletas hasta el tope de algo que llamó guiso.
La gente de Bardo había mantenido las costumbres de los primeros sobrevivientes, pero también tenían las suyas propias.
Cada soldado, madre y niños que llegaban, pasaban por la zona en la que Rosita cocía la cena, inclinaban la cabeza y le agradecían.—Esto es lo que más me motiva a hacerlo. Me llenan de amor. debe ser porque soy la que mejor cocina. —Bromeó y agarró la cuchara para revolver con fuerza el contenido del recipiente.— ¿Quieres probar? Te veo un poco curiosa.
Octavia se puso roja, parecía una pequeña revoltosa y ansiosa. Aquello enternecía a Rosita.
La mujer sacó la cuchara de madera y la extendió, poniendo su otra mano debajo para que el jugo no se cayera en los zapatos de la joven. Ésta acercó la boca.—Pensé que la carne de ciervo no iba a ser tan rica, pero quedó tiernisima. —Admitió Rosita y vió como Octavia daba el bocado. Segundos después su rostro se transformó.
—Wow. —Es lo único que pudo pronunciar. Rosita soltó una carcajada, y avistó a su hijo y a Clarke escabullirse entre la gente.
—¡Eso es trampa! —Exclamó Levitt cuando vió a Octavia degustando aún el guiso.
—La noté muy entusiasmada. —La indicó con el dedo y O miró para otro lado con disimulo. Levitt no pudo evitar reír.
Clarke se quedó parada en el medio, entre las mesas. La gente empezaba a sentarse en sus lugares. Una madre guiaba a sus dos hijos, niño y niña; los sentó en el medio y llamó a su marido para que se sentara al otro lado. Éste estaba hablando con otro soldado, que tenía de la mano a un pequeño muy parecido a Wells. Ahí fijó la vista unos segundos, y se sumergió en su memoria.
Era increíble, todo por lo que había pasado. Verdaderamente había perdido todo aquello que le recordaba a su infancia, incluso su inocencia, a muy temprana edad.
Y seguía ahí, mirando a su alrededor. Toda esa gente inocente, le recordaba a Monte Weather.
Se plasmaba en su memoria la imagen: el salón del nivel 5 irradiado, los cadáveres en el suelo, sentados en la mesa. Ella ahí parada, en el centro, enterándose de lo que había causado para salvar a sus amigos y a su madre.
—¿Estás bien? —Preguntó Octavia desde atrás, y Clarke se giró y tomó aire antes de asentir. Octavia le tomó la mano, y la apretó. —Lo se, se a lo que te recuerda. Me pasa lo mismo.
—Esta vez no podré hacerlo, no puedo sacrificar a unos para que otros vivan. —Clarke miró al suelo, y la morocha la abrazó.
—No tendrás que hacerlo, confía en mí. —La animó y le quitó el pelo de la cara con el dedo índice.
Murphy y Emori entraron al gran salón de reuniones del castillo. Así le gustaba llamarlo él, porque lo hacía sentirse el presidente o algo parecido. Adentro esperaba Indra que golpeteaba la mesa con sus dedos, y aquel era el único sonido que emitía eco en el enorme espacio. Raven miraba la hora en su reloj. Echo, a su lado, se miraba las uñas buscando alguna que estuviera larga para morder. Gabriel estaba en la otra punta, su talón se elevaba y volvía a bajar, generando el típico movimiento de pierna involuntario de los nervios.
Jackson había llegado hacía tres minutos, Miller lo esperaba apoyado contra la pared. Cuando Murphy y Emori entraron, la tensión del aire dejó de pesar tanto.
—Por lo que veo ustedes están igual a mi. —Advirtió en voz alta. Separó la silla de Emori para que se sentara y luego se sentó él. —Es entendible. Aún seguimos sin noticias de Clarke y Octavia. Hace cinco horas se fueron, se está haciendo tarde, y no tenemos idea de como funciona el tiempo en Etherea. Fui al baño tres veces por los nervios. Y ya se que se supone que tengo que tranquilizarlos y darles un discurso motivador. —Murphy apoyó los codos en la mesa y se inclinó hacia adelante. —Pero lamento decirles que no soy Clarke ni Bellamy, y nunca les he prestado mucha atención como para copiarles alguna frase. —A Echo se le escapó una risa, y Raven se aguantó porque se suponía que estaba muy enojada con Murphy. —Ahora en serio, no soy un líder, nunca lo fui; pero algo que sí soy es un superviviente, y tengo que admitir que a lo largo de mi vida me he preguntado muchas veces que hay detrás de la muerte. He tenido miedo, he traicionado, he lastimado… —Unió su mirada con la de Raven, que estaba atenta, luego cerró los ojos un instante. —He hecho muchas cosas de las que me arrepiento, para sobrevivir, pero aprendí que la vida no se trata de estar ocultándose de la muerte, sino de enfrentarla, y demostrarle que te has equivocado, que has cambiado, y que puedes hacerlo mejor.
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Do Better (Bellarke)
FanfictionTemporada 7 Luego de la caída de los Prime, un nuevo enemigo acecha a Wonkru, y Clarke decide abandonar el liderazgo para salvar a sus amigos. La humanidad corre peligro, y se aproxima la última guerra. ¿Podrán hacerlo mejor, y encontrar la paz? E...