Capítulo 12

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Madi está muriendo, puede que no se salve, puede que no pueda conocer Promissum, puede que no pueda tener una vida normal como el resto de niños, ir a la escuela, hacer amigos. Y todo eso comenzó cuando puso la flama en su cabeza. Cuando no encontró otra forma para detener a su hermana. Clarke tenía razón, la flama le iba a arruinar la vida.

Bellamy se sentó en las escaleras de madera de la entrada de la casa, Clarke estaba adentro, sola. No sabía qué hacer, no podía pensar. Quería protegerla de sí misma, de lo que podía llegar a hacer, pero no quería ocultarselo, no quería traicionarla. Clarke confiaba en él para esto, y si Madi moría sería total y únicamente su culpa.

Se había hecho bastante tarde, en cualquier momento llegarían todos para comer. Cuando entró en la habitación de Madi, lo primero que vió lo destruyó. Clarke estaba sentada en su cama, con la espalda contra la pared, abrazando sus rodillas. De sus manos se asomaba la cadenita de su madre. 
Nunca la había visto así, tan… asustada, devastada. 
El cuarto estaba limpio, todos los libros acomodados, la alfombra intacta y en su lugar. A su lado en el colchón, el cuaderno de dibujos abierto. 
Bellamy entró en silencio. Ella aún no lo había visto. Miró la página. 

Era Clarke, parada en el porche de la nueva casa, con el sol y el horizonte a lo lejos. El cielo pintado de tonos cálidos. El huerto con esas ballas riquísimas, y Picasso corriendo hacia Clarke. Aquello era un recuerdo de Madi.

Levantó la vista y lo vio ahí parado. Automáticamente se cubrió el rostro avergonzada. 
Él cerró el cuaderno y se sentó dónde éste estaba. Junto a Clarke. Se quedó mirando al frente, en silencio, hasta que ella apoyó la sien en su hombro. Entonces la observó, su mano, el collar, el pelo cayéndole por delante del hombro izquierdo.
Solo se escuchaba su respiración agitada por llorar, el resto de la estancia estaba en completa calma. 
Bellamy tomó su mano lentamente, y sujetó la cadenita de Abby. Abrió el gancho, y Clarke miró cada movimiento. Luego se separó, él no dijo nada, le corrió el cabello en su totalidad hacia la izquierda, y ella se giró un poco, dándole parcialmente la espalda. 

Con sumo cuidado pasó la alhaja por delante de su rostro y lo dejó reposar en su pecho. Clarke lo sostuvo con los dedos índice y pulgar, dejando escapar otras cuantas lágrimas. Cerró el gancho y volvió a poner el cabello en su lugar acariciándolo. 
Se giró nuevamente hacia él, lo miró a los ojos unos segundos, volvió a descansar la cabeza en su hombro, y sujetó su mano entrelazando los dedos. 
¿Cómo una mano con aspecto tan brusco y poderoso, podía tratarla con tanto amor y respeto?

Minutos después Bellamy se dio cuenta de que ella se había quedado dormida, y la cargó en sus brazos para llevarla a su habitación. 
La apoyó con delicadeza y la tapó; pero ella tanteó con los ojos cerrados el brazo de Bellamy, pidiéndole que se quedara.

—¿Quieres que me quede? —Preguntó por lo bajo y ella asintió entre sueños. 

Dio la vuelta a la cama y se recostó del lado derecho. Clarke le daba la espalda al principio, y él no podía conciliar el sueño pensando en cómo le diría a lo de Madi, y diez minutos después ella rotó hacia su dirección. 
Aquello lo mantuvo despierto unos minutos más, pensando que ojalá pudiera ver ese rostro antes de dormir cada noche, ojalá pudiera envolverla en sus brazos y besarla. 

La cena se organizó en la casa de Emori y Murphy, por idea del último. No lo dijo explícitamente, pero quería dejar a Clarke y Bellamy solos por esa noche.

De todas formas, Raven volvió temprano a casa, y Gabriel la acompañó.
Durante el camino ella le contó la anécdota de la Ciudad de la Luz, y como ella ayudó a Clarke a eliminar a Allie. Entonces juntos llegaron a la conclusión, de que si Becca había puesto una "puerta trasera" en Allie 1, Allie 2 también tendría que tener una. Y quizás eso sería lo que podría salvar a Madi. 

Do Better (Bellarke)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora