Capítulo 9

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Gaia llegó a la habitación de Madi, que había mejorado en los últimos tres días. 
Desde entonces no supieron más nada de Clarke, Bellamy y Octavia. 

Cuando entró, vio que la pequeña comandante hablaba con Raven, mientras observaban el dibujo que llevaba tres días haciendo. 
Se asimilaba a una fotografía, era una imagen tan detallada que parecía que Madi la había visto con sus propios ojos.

Sobre el papel, se plasmaba un paisaje visto desde lo alto de un acantilado, debajo una cascada y un arroyo caudaloso. En el cielo, un águila sobrevolando su territorio, 
Las vistas eran maravillosas desde allí, pero nunca habían visto algo similar. 

Raven estaba pasmada con la mirada estancada en la pintura, no podía creer como una adolescente podía inventar tan magnífica obra de arte. Pero no, no se lo había inventado. Lo había visto, con los ojos de Becca.

—Y por esto tengo que proteger el código, necesito que Clarke pueda ver esto. —Entonces recordó que Clarke no había vuelto, y la invadió un presentimiento que le causaba terror. 

—¿Y sabes algo sobre la última guerra? —Le preguntó Gaia y Raven la miró. Hacía unas horas se había declarado oficialmente la guerra, Cadogan estaba preparando sus tropas, y Murphy estaba exhausto. 

Juntos habían pasado la noche entera pensando alguna estrategia, alguna debilidad en los trajes de Bardo, pero no habían encontrado una forma para salir victoriosos. 

—Sé que es un concepto general, el ser humano siempre busca el enfrentamiento, por tierras, por poder, por amor. Becca pudo verlo todo, y por eso supo que ese no era el momento. —Raven la miró. Becca había estado en su cabeza, sabía lo poderosa que era. —La ciencia, las industrias, ella, acababan de destruir la tierra. Becca supo que la humanidad no estaba preparada para la tierra prometida. 

—Entonces Cadogan te necesita a tí para saber el código. —Aclaró Raven pensativa. —Necesitamos hacer algo. De otra forma, no ganaremos esta guerra. Y no voy a darle el código. 

—Cadogan tiene que morir. —Decidió Madi y cerró el cuaderno para guardarlo debajo de su cama. 

—Acabo de hablar con Madi. —Dijo Raven al llegar al comedor principal. Murphy estaba mirando por la ventana muy preocupado.

—No sé cuánto tiempo más puedo retener esto. Emori fue a hablar con la gente de Sanctum, ellos no pueden pelear. No quiero arriesgar a Wonkru.

—No puede morir más nadie. —Reflexionó ella parándose a su lado. —Tenemos que atacar al núcleo.

—¿Matar a Cadogan? ¿Cómo? —Él se volteó a verla y suspiró. —Nunca había tenido tanta responsabilidad, nunca había pensado en alguien más que en mí y Emori. 

—Yo tampoco... Excepto cuando les salvé el culo llevándolos al espacio antes de Praimfaya, arriesgando mi cerebro por ello. O cuando fui a poner bombas en Monte Weather, o cuando hackeé el sistema de Alie...—Alardeó y él le dió un empujón. 

—Podrías salvarme el culo una vez más. —Bromeó. Ella puso los ojos en blanco y direccionó su cuerpo hacia la ventana. —Gracias, no sé si alguna vez te lo dije. 

—De eso se trata nuestra relación, yo te salvo a ti, tú me haces compañía en una nave llena de prisioneros dormidos, luego nos electrocutan a ambos y quedamos a mano. —Ambos se rieron a carcajadas, Murphy por un momento pudo olvidarse del caos que había ahí afuera. 

—A pesar de todo, siempre estás ahí cuando las cosas andan mal. —Murphy nunca había confesado algo con tanto miedo. Raven y él se habían acompañado a lo largo de todos esos años, aún sin quererlo, y Murphy ya se había acostumbrado a sus regaños, incluso los valoraba. 

Do Better (Bellarke)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora