Cap 4: NO TODO SIEMPRE ES ALEGRÍA

270 20 7
                                    

Luego de el cambio repentino de la pequeña princesa, pasaron 3 años dónde nació la segunda princesa de la familia arendelle.

Los reyes Agnarr e Idunna estaban muy contentos a la hora de recibir a la nueva miembro de a familia. Pensaron que la pequeña mostraría cambios al igual que su hija mayor Elsa, pero mientras pasaba el tiempo pudieron notar que Anna era completamente normal y ordinaria como cualquier otro bebé, esto llenaba de mucha tranquilidad a los reyes, pues ya que solo tendrían una sola con un don especial.

Elsa, era quien más contenta estaba por la llegada de su linda hermana pues tendría a alguien con quién compartir y poder jugar.

Pasaba el tiempo, Anna y Elsa se volvian muy unidas, Elsa era muy consentidora de Anna, amaba a su hermana, cada día jugaban y todas las noches Elsa le regalaba un pequeño acto de magia con sus poderes.

Y así pasaron 4 años más, las pequeñas Anna y Elsa correteaban por los pasillos del castillo jugando y riendo, eran muy alegres sobretodo Anna que era un poco más activa que Elsa.
Copos de nieve por todo el pasillo caían, se notaba alegría y unión entre ellas! Pero "no todo siempre es alegría".

Su padre, el Rey Agnarr de Arendelle era un hombre un poco estricto y rígido pero a pesar de todo amaba a sus hijas. Su madre la Reina Idunna de Arendelle era lo contrario a el, era una madre comprensiva, cariñosa, atenta y sobretodo amorosa con sus hijas! Todas las noches se quedaba en su habitación hasta que las pequeñas se quedaban dormidas, Y así era constantemente a diario...

···

En el transcurso de esos siete años el jóven espíritu Jack frost había vivido muchas aventuras entre ellas el conocer a los guardianes de los niños (Nuevamente vale destacar) donde entre aventuras y batallas por defender y proteger a los niños se convirtió en el guardián de la diversión y el invierno, dónde una vez había acabado con los planes de pitch black de dañar a los infantes, aunque ninguno lo llegase a ver, Jack los defendía con todo su corazón.

Era de noche, Jack volaba, y solo la luna iluminaba el paisaje sombrío, las personas apagaban sus lámparas y velas de sus casas y cabañas, se acercaba la hora de Sad-Man el guardián de los sueños.

Luego de haber congelado ventanas, una pecera y algunas ramas de árboles con su báculo y pies el joven Frost reía mucho.

-¡Eso fue divertido!- dijo muy sonriente mientras creaba nieve en aquel tiempo en que se acercaba más el invierno!
Subió a una torre de reloj en aquel desconocido pueblo

-¡Oye viento! ¡Llévame a casaaaa...!- Gritó

Cualquiera fuese creído que estaba loco, pero sus palabras fueron escuchadas por el espíritu de el viento y el obedeció.

Corrientes de aire por los cielos lo guiaban a aquel pequeño lago de dónde había renacido...

···

Esa misma noche que Jack había pedido volver a casa la pequeña Anna había engañado a su madre de haberse quedado dormida. Al salir su madre de la habitación intento despertar a su hermana Elsa, para nada tenía sueño solo pensaba en jugar

-¿Elsa?- llamó desde el orillo de la cama de la mayor -¡Elsa! ¡Despierta, despierta, ya no duermas!- volvió a llamar mientras estaba en su cama sobre ella jadeando sus hombros.

Entre dormida y con voz pereza Elsa le respondia
-¡Anna, duérmete! ¿Si?-

La pequeña princesa se volteo boca arriba sobre ella respondiendo con fastidio y renuente a su rechazo de jugar.

Fɍøƶɇn Łøvɇ: Un Amor CongeladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora