–¿Que? ¿Quien eres? ¿Muéstrate?– Estaba helada mi manos se congelaban tenía un poco de miedo y me encontraba en mi versión adulta –¿Que, que me pasa? ¿Me... me congelo?– Estaba a punto de morir...
–¡Princesa Elsa, es hora de levantarse y tomar su desayuno!– dijo Kai despertando a Elsa de su pesadilla.
La habitación se encontraba completamente cubierta de escarchalo que alteró un poco más a Elsa, su respiración estaba agitada y su corazón latía muy rapido
–¿Princesa, Está ahí?– pregunto Kai tocando nuevamente la puerta.
–Ehh... ¡Si! Ya estoy despierta, solo... Solo deme un momento– dijo la pequeña platicada al hombre regordete que pacientemente esperan tras su puerta.
Bajo de su cama y posteriormente se dirigió a la puerta para recibir su desayuno con algo de nervios por el sueño de el que acababa de despertar.
–Buen día princesa, espero y sea de su agrado– dijo Kai entregándole una charola de plata en sus manecitas a lo que Elsa inconscientemente congelo y dejó caer al suelo.
–¡Ay no! ¡Yo... Yo lo siento Kai... Yo...– lágrimas comenzaron a salir de los ojos de la pequeña platicada mientras trataba de hablar pero Kai le interrumpió
–¡No se preocupe princesa! No pasó nada, solo fue un accidente, solo lo levantaré y le traeré de nuevo su...– El regordete mayordomo fue interrumpido por la pequeña.
–¡No es necesario Kai, Ya no tengo apetito, so... Solo... Llévatelo, quiero estar sola!– Kai solo obedeció y sintió pena por la pequeña creía que era un mounstro, cabizbajo se dirigía a la cocina, en ese momento Gerda se dirigía a la habitación de Anna con su desayuno, ¡Si! Elsa no era la única que comía sola, pues Anna no quería desayunar en el gran mesón sin su hermana.
Gerda pudo notar la expresión de tristeza en Kai y miro la charola hecha hielo en sus manos, a lo que ella pregunto.
–¡Kai! ¿Que sucedió?–
El regordete mayordomo contó a Gerda lo acontecido y lo mal que la estaba pasando la pequeña platicada, pues era solo una niña que tenía que colocar su corazón duro y fuerte para afrontar su situación
Luego de unas horas sus padres se dirigieron a los aposentos de la platinada, se encontraba en perfecto estado, ya la temperatura había subido y la escarcha se había esfumado, la chimenea estaba encendida, pues luego de que Kai se retirar Elsa se dispuso a encenderla para calentar su habitación y sus padres no se alarmaran más.
–Hola mi pequeña– saludo su madre a Elsa quien se encontraba con la vista hacia la ventana
–¡Hola!– saludo ella a su madre volteando su mirada hacia ella con una leve sonrisa
–¡Elsa! Tu... Tu padre trajo algo para ti– l pequeña platicada miro a su padre que en sus manos traía una pequeña caja completamente blanca
–Esto es para que tus manos se mantengan cálidas y no broten hielo a todo lo que tocas– dijo su padre colocándose a la altura de Elsa y explicándole dulcemente que era por su bien –¡Kai nos contó el insistente de esta mañana y es mejor que los uses!– la niña solo observaba los guantes blancos de fina tela de sateen que no mostraban costura alguna que su padre sacaba de la cajita que anteriormente ya le había mostrado.
Le coloco los guantes a la pequeña muy suavemente –¿Ves? ¡Esconden!– mientras le repetía una y otra vez una oración hasta ella aprenderselo –¡No haz de abrir tu corazón!– dijeron ambos en unisono cuando la pequeña al fin aprendió aquella simple oración que decía mucho.El día Había transcurrido con tranquilidad, Elsa poco a poco se estaba acostumbrando a usar los guantes, pues solo debía hacer de cuenta que estaba en invierno, aunque fuese eterno en ella
Llegaba el atardecer y Anna nuevamente tocó a su puerta y al instante Elsa la rechazó nuevamente igual que el día anteriorEl cielo nocturno arropaba el reino de Arendelle, el cielo comenzaba a iluminarse a causa de la aurora boreal, iluminando la habitación de Elsa con los hermosos colores que se reflejaban de el cielo, la pequeña platicada se encontraba mirando por su ventana hacia el cielo, pero, de pronto su ventana volvió a congelarse, se exaltó, pero esta vez estaba segura que no había Sido ella.
El joven Frost había Sido quien había congelado la ventana para llamar la atención de Elsa, quien confusa miraba la escarcha que poco a poco se esparcía, era un tanto diferente a su escarcha, normalmente la suya era como si formase un copo de nieve fino y con puntas con forma de diamante, pero esta... Esta escarcha se iba esparciendo y se iba enrollando como un remolino.
Definitivamente no era su escarcha, alzó su mirada al frente y las luces de el cielo mostraron la silueta de un joven delgado que portaba un bastón, era la misma silueta que había visto la noche anterior, la misma de aquel chico que la había distraído la noche de la tragedia.
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Fɍøƶɇn Łøvɇ: Un Amor Congelado
Fiksi PenggemarBasada en la película Frozen, Frozen II y El origen de los guardianes, y más historias Disney Dreamworks Se trata de la vida de un espíritu y un guardián! quienes tras acabar con Pitch Black Rey de las Sombras y Mother Gothel su Reina. ellos con su...