CAPITULO 22: CONEXIÓN

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Había transcurrido un tiempo considerable, aproximadamente unos seis meses desde aquellos eventos que marcaron el destino de Arendelle. Ana y Elsa, las hermanas reales, continuaban con sus vidas, aunque aún separadas por las circunstancias. Sin embargo, en esta ocasión, algo había cambiado en el aire del castillo.

El príncipe Hans, quien alguna vez deseo el trono y el reino, seguía residiendo en el palacio. Su presencia era inusual, pero necesaria. No podía regresar a su propio reino sin una corona legítima. Arendelle estaba en una encrucijada, y la seguridad del reino dependía de decisiones cruciales.

Cada mañana, el príncipe tocaba la puerta de la habitación de Elsa, saludándola con un simple "buenos días". Acompañaba a la reina de hielo en su camino hacia las lecciones con Gothel, la mujer sabia que compartía su conocimiento sobre magia y control de poderes. A pesar de la naturaleza reservada de Elsa, siempre le regalaba una sonrisa y un sincero "gracias" al finalizar el recorrido. El príncipe se había convertido en un compañero constante en su rutina diaria.

Luego, el deber llamaba al príncipe Hans para acompañar a Ana en sus desayunos y comidas. La pelirroja princesa, siempre animada y llena de energía, parecía recibir cierto agrado por parte del príncipe. Era inevitable: pronto sería su cuñado y, si todo salía según lo planeado, el futuro rey de Arendelle tras casarse con Elsa. Pero, ¿podría llevar a cabo su cometido? ¿Lograría ganarse el corazón de la reina de hielo?

Mientras tanto, desde las colinas que rodeaban el reino, un joven solitario observaba Arendelle. Jack, con su cabello blanco como la nieve y ojos azules como el cielo, se mantenía alejado. No quería interrumpir ni molestar a Elsa. Sabía que las cosas no habían terminado tan bien como él esperaba. Aunque había ayudado a salvar el reino, su conexión con Elsa seguía siendo frágil. ¿Cómo podría competir con un príncipe, un pretendiente real?

En silencio, Jack suspiró y murmuró al viento:

-Te extraño -sus palabras se perdieron en la brisa, pero el viento fue testigo de su añoranza.

Así, los hilos del destino se entretejían en el castillo de Arendelle, mientras el amor, la lealtad y la magia se entrelazaban en una danza incierta.

•••

-Otra vez tarde- dijo Northe, su voz cargada de frustración.

Últimamente, Jack siempre llegaba tarde, y eso no hacía más que aumentar la tensión en el grupo.

-¿Acaso les importa? -cuestionó Jack con un tono arrogante. Sus ojos azules destellaron con desafío mientras miraba a los demás guardianes.

-Hey, Jack- expresó con firmeza. Ella no pudo contenerse -No permitiré que le hables así a North o a ninguno de nosotros. Sabes que solo intentamos protegerte a ti y a los niños. No olvides que somos un equipo, una familia-

En ese momento, un recuerdo asaltó la mente de jack. Aquella niña de ojos grandes y cabello platinado. Elsa, el incidente que los había unido, Jack también había sido parte de eso, aunque su papel no siempre fue claro.

Los recuerdos se agolparon en su mente por unos instantes. La magia, el hielo, el dolor y también la soledad de Elsa, su búsqueda de propósito y pertenencia.

-Necesitamos estar alerta -interrumpió Conejo, rompiendo el silencio-. Tenemos al parecer un avistamiento de Pitch Black. El enemigo no descansa, y nosotros tampoco deberíamos hacerlo.

Así, los guardianes se prepararon para enfrentar una nueva amenaza, mientras el viento susurraba secretos y los recuerdos seguían danzando en la mente de Jack.

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⏰ Última actualización: Apr 10 ⏰

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Fɍøƶɇn Łøvɇ: Un Amor CongeladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora