❦Capítulo 16 •Sangre

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Pasan unos segundos y no se oye nada, mi corazón está latiendo tan alto que tengo la sensación de que se escucha en toda la sala.

«¡Mierda! ¡Que torpe!»

—Papá llega de Mexico esta noche, tras la noticia, me dijo que viene directo para acá. ¿Qué vas a hacer?

—No te preocupes, él nunca viene a esta casa, seguro nos cita al hotel en Brickell.

—Sí, pero quiere encontrarse con Linda y traerla a vivir a Dallas con nosotros. Con Susi al corriente del engaño, las cosas cambiaron.

Escucho mi nombre, y no necesito pensar mucho para que todo en mi cabeza se conecte, como un corte circuito que me diera súper poderes.

«¡Linda! ¡Linda! ¡Linda!»

—Hablan de mi,— mascullo con un nudo en el estómago, «Susi, mi padre, mi hermana, Lucas Gómez...» levanto una mano y cuento con los dedos para estar completamente segura de que no estoy desvariando... Lucas tiene veintitrés años, cuatro más que yo.

Abro los ojos como dos platos grandes de ensalada, «¿Lucas es el ahijado que adoptaron mis padres?»

Todo me da vueltas, y me falta el aire, pero intento concentrarme para comprender de qué hablan.

—Hay que sacar a Linda de aquí, Henry no se puede enterar que están juntos,— vuelve a hablar Sophie, —No podemos confiar de que no vaya a venir y encontrarse con semejante sorpresa, te va a matar, Lucas.

Levanto la cabeza detrás del mueble, y la observo, «Ella es mi hermana, tengo una hermana que hasta hace poco desconocía su existencia, y la tengo frente a mi.» la miro de hito en hito, y luego miro a Lucas, es increíble cómo sin ser hermanos de sangre, se parecen. Los dos son de ojos verdes... bueno, los tres tenemos los ojos verdes, pero los de ellos son prácticamente iguales. Su mandíbula es cuadrada y ambos tienen nariz y labios con los mismos rasgos. Sophie es mucho más pequeña que Lucas, y su cabello largo llega a su cintura. Creo que la adrenalina del momento está jugando con mi mente, o Thiago y mi padre se parecían mucho en el físico. No lo sé, veo doble por la conmoción.

El corazón me salta cuando la puerta frente a mi se abre, y nos asusta a los tres.

—Lucas... Sophie. ¿Por qué no contestan el maldito teléfono?— un hombre camina agitado a ellos, les da un leve abrazo, y vuelve a hablar molesto como si no hubiera acabado de tener un gesto de cariño con ellos, —Tenemos que actuar rápido, Susi descubrió que Linda está viva. Hay que encontrarla ahora mismo y llevarla a un lugar seguro.

—Sí, papá, ya le conté.— le contesta Sophie, mirando al suelo.

—¿Lucas?— lo observa de arriba a abajo, extrañado, me imagino que porque está semidesnudo, —¿Quién la está vigilando ahora?

Lucas imita el gesto de Sophie, y mira al suelo, —No estoy seguro, tengo que hacer una llamada.— nunca lo había escuchado hablar con ese tono de voz comedido y obediente.

Ensimismada en las personas y la escena frente a mi, observo como Henry desorbita los ojos en dirección a Lucas, «Tengo a toda mi familia en frente y no me lo puedo creer.»

—¿Cómo que no sabes? Tú eres el encargado de Linda, tienes que saber todos sus pasos a todas horas. Resulta que pueden estar secuestrándola ahora mismo y tú ni siquiera andas con el teléfono encima.

—¿¡Qué!?— pienso, pero me asusto al escuchar mi propia voz retumbar contra las paredes.

Inmediatamente, todos se voltean en mi dirección, paralizándome. Casi al mismo tiempo, Lucas y Sophie suspiran y cierran los ojos, desalentados.

Exclusivamente Tuya ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora