❦Capítulo 42 •No Puedo Salir

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Lucas:

Es bonita bro, ¿no me la vas a presentar?

Me inclino sobre uno de los barrotes del corral de los caballos, y sonrío, pero en la mente me imagino dandole un garrotazo en la nuca, —No.

Reick suelta unas risas, y se reclina a la barra a mi lado, presenciando la mala puntería de Linda, —¿Cómo vas a hacer ahora que tiene novio?

—Ese simp ya tiene pasaje sin vuelta para Brasil, después de mañana dejará de ser un problema.

—¿Y tu hermanita te lo va a perdonar?

Linda se entretiene con uno de los botones de su blusa, y levanta el revolver mientras Ricky acomoda las latas vacías de soda sobre el tronco seco. Genuinamente siento miedo por él, pero afortunadamente se da cuenta y le llama la atención, evitándome el mal rato de tener que interceder.

Me lleno los pulmones de aire, y luego lo boto aliviado, antes de intentar recordar la pregunta de Reick, —Ah... no sé,— me restriego la barbilla, —Eso o lo mato, estoy tomando la alternativa que escogería Linda.— me sincero, —Parece que el oportunista la deja tomar sus propias decisiones, yo también le voy a dar opciones.

—¿No te parece chistoso?

Giro la cabeza en su dirección. De inmediato noto un brillo en sus ojos que no me sienta bien, Reick es mi amigo, pero es hombre, y lo conozco, —¿Qué?

Él se mordisquea la mejilla, —Que el novio la deja hacer lo que quiera, y te quiere a ti.

—Si fuera así no tendría que mandar al malparido a aprender portugués,— escupo sin poder creer lo bajo que estoy cayendo por una mujer, como si no hubieran más, —Y mejor vamos de aquí, antes que te zafe un diente.

—¡Tranquilo bro!— Reick escupe una risa y me mira, asentando una mano en mi hombro, —Somos amigos, ¿o no?

—Por eso.— me enderezo, y casi de inmediato, Linda voltea el rostro hasta donde estoy yo.

Me tengo que contener para no reírme en su cara, está tan pendiente a que no me vaya, que no es capas de concentrarse ni en empuñar bien el arma. Ella sola me dio la idea de Amanda, pero mi chiquita puede vivir tranquila, que no tengo el más mínimo interés en follarme a otra mujer.

—Ya lárgate que tengo cosas que hacer.— le palmeo la espalda y lo instigo para que camine a mi lado hasta su auto.

—Pero Margarita me invitó a comer.

—No, que te pasas de tragos y después no te quieres ir.

Reick se detiene y se cruza de brazos, observándome, —¿Y cuál es tu interés en que yo me vaya?— me enseña la dentadura de Colgate, —¿Acaso esos planes se llaman Linda?

Aprieto los dientes, —Ya lárgate bro, si te quedas aquí lo más posible es que Amanda venga en persona a buscarte, y si Linda ve a Amanda no voy a poder dormir la noche, tu no sabes cómo se pone.

—¿Por qué no le has dicho que Amanda y yo tenemos un rollo?— comenzamos a caminar de nuevo, —Bro, si de verdad la quieres deja de jugar con fuego. Escúchame esta vez, es raro que dé un consejo que no incluya mujeres o alcohol.

—Porque la relación tuya y de Amanda no la entiende nadie, me invitaron a un trío.

Reick suelta una carcajada, —¡Yo no me acuerdo de eso man, ese día nos habíamos tomado hasta el agua de los floreros! Pero por eso, no des explicaciones, solo dile un rollo y ya.

Exclusivamente Tuya ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora