★Capítulo 11★

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Pov. Lucy

¿Por qué? ¿Por qué está aquí Natsu? Esto es injusto... Ahora que estaba empezando una nueva vida: aparece él. Admito que no me molesta que Erza y Gray esten aquí, porque son mis mejores amigos a pesar de lo que me han hecho. Pero Natsu... es imperdonable.

Voy corriendo lo más rápido que puedo, huyendo de Natsu. «Es demasiado rápido» Veo una esquina y la doblo pero veo que alguien me tira hacia atrás. Natsu me ha pillado.

—¡LUCY!— me grita. Yo intento soltarme pero él hace más fuerza para que no me vaya y al fin acabo cediendo.

—¿Qué quieres?—intento que las lágrimas no me caigan. Me mira con una cara de tristeza y... culpa. Yo no quiero creerle.

—Luce... yo lo siento.— su mirada se oscurece y una lágrima cae en su mejilla derecha—Yo no quería herirte, además, ya me he enterado de lo que Lissana ha hecho. Luce te amo y no quiero que te vayas. Por favor vuelve con el gremio y ... conmigo.

Una lágrima traicionera cae y yo me hecho a llorar. Es verdad que quiero ver a todos los del gremio... a Levy, a Wendy, a Happy... pero me es demasiado duro.

—¡Lucy!— escucho mi nombre y me giro. Es Sting. Veo que se para y pone una mirada furiosa, es por Natsu, tiene las manos en mis hombros —suéltala.

—¿Y por qué tendría que hacerlo?— Me suelta y se acerca a Sting. No quiero que empiecen una pelea, pero es demasiado tarde: se estan lanzando puñetazos y patadas, hasta que...

—¿¡Qué estáis haciendo!?— es Erza, siempre llegando en el momento oportuno. Los dos se detienen y fingen ser amigos.

—Lucy, ¿vendrás con nosotros?—pregunta Gray. Me gustaría pero tengo que hacer cosas.

Miro a Sting y le doy una respuesta:

—Lo siento Gray, pero ya he tomado una decisión.

Parece que se lo han tomado bastante bien, pero Natsu no dice nada. Nos despedimos y nos dirigimos al tren. Natsu se queda parado.

–Luce vendré a por ti— susurra y se va. Me quedo impactada.

Pov. Sting

Ese pelirrosa... ¿Qué se ha creído? No puede llevarse a mi Lucy. Mierda, me avergüenzo de mis propias palabras.

Subimos al tren y nos sentamos uno frente al otro.

—¿Estás nerviosa?— ella me mira y asiente. Nos espera un largo viaje.

★★★★★★★

Empezar de ceroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora