•SOMEONE LIKE YOU~Swanqueen~ [PAUSADA]

Capitulo 15

Sus párpados se abrían lentamente adaptándose a la luz que ya se abría paso entre las cortinas. Cuando miro a un lado tenía a su pequeño niño dormido apaciblemente, algunas veces cuando despertaba tenia a el pegado a ella como un pequeño koala abrazado a su cuerpo. Algunas veces era porque tenía alguna pesadilla, o simplemente porque le gustaba sentir a la rubia junto a él.

Se quedó largo rato viendo al niño, hasta que un olor peculiar como a huevos con tocino le llegó a su nariz despertando su apetito. Por unos minutos frunció el seño, hasta que recordó que la noche anterior se había traído a su alumna a su casa, entonces se levantó despacio para no despertar al chico, se puso su bata y salió de la habitación dejándose asaltar por el delicioso olor.

-Buenos días-dijo al ver a la chica con una espátula en la mano cuidando el sartén.

-Miss Swan. Lamento tomar su cocina-dijo apenada la chica.

-Sin problema, toma asiento yo continuare cocinando-rodeó la barra de la cocina para ir junto a la chica.

-Esta bien, pero ya termine señorita Swan-saco la sartén del fogón para poner los pedazos de tocino en una servilleta que había puesto en un plato para que absorbiera el aceité.

-¡Genial!-le dió una sonrisa-¿Café?.

-Prefiero algún jugó o agua, gracias.-repartió porciones iguales en tres platos.

-Matt no desayuna huevos, el prefiere su Waffles o un cereal.-dijo amablemente.

-Sin problema-sonrio y dejo el plato junto a la estufa.

La rubia puso unos Waffles en la tostadora y empezó a comer mientras estaban listos. La chica estaba extrañamente callada y decidió romper el silencio.

-¿Que es lo que te incómoda?-pregunto simplemente la rubia.

-Q...que...no...no es nada-dijo nerviosa terminado de comer-cre...creo que es hora de irme, voy a ir a hablar con Amy. También llamare a Sara-la chica puso el traste en el fregadero y tomo sus cosas-muchas gracias, hasta luego señorita Swan.

-Hasta pronto...-se quedo mirando como se iba la chica para después continuar desayunando.

Unos minutos después escucho al pequeño correr hasta la cocina, como siempre andaba descalzo, se escuchaban sus pisadas por la madera del suelo.

-¡Buenos días!-dijo feliz sacándole una sonrisa a la rubia.

La mañana continúo así, hoy entraba tarde a trabajar y Matt no había tenido clases. Así que pasaría a dejarlo en la casa para niños y de ahí se iría al trabajó.

La chica iba sumergida en sus pensamientos que no miro por dónde caminaba, hasta que se topo con un hombro que al chocar la hizo caer.

-Lo....lo siento, ¿Estás bien?-pregunto un chico de cabello castaño y ojos claros.

-Si, estoy bien-dijo levantándose con la ayuda del chico.

-No te ví, estaba concentrado viendo los edificios-se disculpó amablemente.

-No te preocupes, yo iba metida en mis pensamientos y no te miré-la chica acomodo su mochila bajó la atenta mirada del chico.

-Bueno nos vemos-se despidió el chico desapareció así al igual como había llegado.

-¡Que raro chico!-rodó los ojos y siguió su camino a casa de su amiga.

Cuando llegó a la casa de la chica se quedo paralizada en la entrada al ver a la madre de la chica besándose con otra mujer. Sus neuronas no estaban funsionando en ese momento, hasta que su amiga la sorprendió por la espalda.