•SOMEONE LIKE YOU~Swanqueen~ [PAUSADA]

Capitulo 8

-¡Ma! ¿Donde esta la maleta?-gritaba una agitada chica.

-Sara, te estoy diciendo que abajo de el asiento-le explicaba la morena.

Estaban en el hospital, pues al parecer el bebé de Mal y Aurora nacería antes de tiempo. Lo bueno que la morena tenia una maleta extra hecha para el bebé en su carro.

No iban preparas ya que habían salido de compras todas, y no tenían contemplado el parto para hoy.

-¡VOY A PARIR, QUE PARTE NO ENTIENDE!-la mujer ya estaba histérica, osea si buena y sana hace dramas, imagina ahora dando a luz.

Aurora estaba que se desmayaba y no se desmayaba, su hija estaba por nacer y ella estaba aterrada. Pero demaciado feliz, seria mamá y podría demostrarle a sus padres que no necesitaba un hombre para ser feliz.

-Mal, cariño-agarro la cara de la abogada-todo estará bien, respira por favor-la otra intento calmarse.

-¡AHHHH!-dió un grito-Aurora, si no sobrevivo dile a nuestra hija que la ame con toda mi alma.-las otras solo rodaban los ojos.

-No te vas a morir-dijo Sara llegando con la pañalera-tendras a la pequeña Ámbar en tus brazos pronto.

-Mira pequeña rata-le dijo a su sobrina-te quiero, pero consigue un doctor o no te dejare tener novio en el bailé.

-¡Necesitamos un doctor!-salio pidiendo ayuda.

Rapido vinieron unas enfermeras para llevarse a la mujer junto con Aurora. Las dos morenas fueron a sentarse en la sala a esperar mientras Mal seguía maldiciendo a todos en el mundo.

-Van a querer sacarle las tripas a la tía Mal para que ya no tenga hijos-dijo la chica.

-Eso estaba pensando yo-empezaron a reír-ya no van a querer que tenga más hijos.

-Recuerdame que si quieren otro, ahora lo lleve Aurora-la morena concordó con su hija.

-Oye, cuando encontraste la libreta de Emma-miro que la chica bajo la mirada-¿Quieres hablar?.

-Solo que me duele-dijo la chica aguantando las ganas de llorar-¿Porque no soy suficiente para los adultos?.

-Cariño no digas eso, para mi eres suficiente-la abrasó.

-Porque eres mi madre, pero ella. Ella me dijo que no me dejaría y que me quería-las lagrimas ya caían por sus mejillas-dijo que me amaba, que no se marcharía. Cuando la ví ella se estaba llendo con todas sus cosas-volteo a ver a la morena con sus ojos llenos de lágrimas-porque se fue sin decirme nada.

-Yo...eso no lo se cariño, pero se que ella te amaba.

-Yo llegue a querer a esa mujer como mi madre-dijo y la morena se enderezó-mamá a ti te amo, no te cambiaría por nada.

-Lo sé, pero ella formo parte de tu vida.

-Ni siquiera Robin, ese hombre viene nomas a entregarte dinero y se larga.-dijo con enojó.

Sara nunca llamaba a Robin padre, eso lo tenemos claro bien porque. Ese hombre nunca estuvo en casa, nunca quiso jugar con ella, nunca quiso ser la figura paterna que se suponía que debía ser.

Pero ella estaba bien así, nunca lo necesito. La morena era suficiente, pero Emma había formado un hueco en su corazón, se había ganado el cariño de ella sin pedirlo.

La Mills mas joven se levantó rapido cuando miro al doctor.

-Doctor ¿Como esta Maléfica?.

-La mujer histérica-las otras dos asintieron-esa esta bien, ya tienen a su hija en brazos.