Introducción

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La familia Rengoku y la familia Yukijima han sido grandes amigos desde hacía ya generaciones, la relación entre los pilares de la flama y los pilares del hielo había perdurado durante esas generaciones, creando lazos de amistad. Los dos hombres a la cabeza de cada familia, mejores amigos de infancia, querían que sus familias por fin formarán un vínculo más allá de solo ser amigos, por lo que tomaron la decisión de que uno de sus hijos se casaran para unir a las dos familias, cosa que a sus esposas no les gusto mucho, los hombres querían decidir el futuro de sus hijos sobre sus sentimientos, no podían permitir que eso pasara.

—No lo sé..., pienso que deberíamos dejar que al menos se conozca. —Dijo Yohana de la familia Yukijima.

—Estoy de acuerdo, dejar que con el tiempo se enamoren. Aún son niños, no podemos obligarlos a casarse. —Ruka de la familia Rengoku hablo apoyando a Yohana.

—Vamos cariño, es nuestro sueño desde que éramos pequeños, el unir nuestras familias... —Dijo tratando de convencer a Yohana, solo que esta no se dejó manipular por su esposo y dio un golpe haciéndole repetir las palabras antes dichas por su amiga Ruka. —Si tienes razón cariño... Demasiado rápido... Dejar que se enamoren... —Repitió Rai bajando la cabeza temblando ante la mirada de su esposa Yohana.

—Ja, ja, ja... Me disculpo por mi marido, ¡Es un idiota! —Dijo Yohana ante la actitud de su esposo.

—No, de hecho tienen razón, fuimos muy apresurados al decidir nosotros algo que tenían que decidir nuestros hijos por su cuenta al crecer —Afirmó Shinjuro.

—¡Tengo una idea! Deberíamos llevar a los niños de vez en cuando a nuestras fincas para que se conozcan. —Sugirió Yohana. —Asi, ellos podrán interactuar y si para cuando sean un poco más mayores se aman, podrán casarse y así el sueño ustedes chicos será realidad.

Los dos hombres se miraron y luego soltaron un grito de júbilo aturdiendo a sus esposas.

—¡Es una idea maravillosa! —Canto Rai.

—¡Estoy de acuerdo! —Hablo alegre Shinjuro.

Paso el tiempo y aquellos padres tomaron la decisión de llevar y hacer que el hijo mayor de los Rengoku conociera única hija de los Yukijima

—Les presento al hijo mayor de Shinjuro: Kyojuro Rengoku. —Los presentó Kai. —Kyojuro, ellos son mis gemelos: Zoé y Kai. —Empujo levemente hacia adelante a los pequeños.

—¡Un gusto en conocerlos gemelos Yukijima! —Hablo el niño con entusiasmo.

La pequeña Zoé se escondió detrás de su hermano gemelo, de los dos, la niña era la más tímida, es una manera excesiva, y las personas energéticas le intimidaban, las evitaba a toda costa. Claro, su padre y su hermana eran una gran excepción.

—Mucho gusto Kyojuro. —Dijo el niño. —Espero que seamos grandes amigos.

—Vamos Zoé... Preséntate. —Trato de animar el padre.

Rai estaba desesperado, no había pensado que la timidez de su hija sería un problema para su plan de juntarlos.

La niña miró a su padre, quien sudaba frío de los nervios, luego miro a Kyojuro, inhaló y exhaló para calmar sus nervios. Lo haría por su padre.

—M-Mucho... gusto... Rengoku. —Su voz se fue apagando con cada sílaba, había dado lo más que podía de sí misma con alguien que acababa de conocer y en cima, era extremadamente energético.

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