De pronto se encontró frente a frente con el espejo que creyó haber visto ya hacia poco. ¿Por qué entonces todo se le hacía como en un dejavú? Se preguntaba ella mientras seguía arreglando su cabello en una media cola no muy peinada que digamos. Cuando acabó con ella, se volvió a mirar y después echar un vistaso a toda la habitación.
Sacudió errática su cabeza intentando centrarse en la realidad. A prisa salió de la casa. Apresurando el paso a todo lo que sus pies le permitían, llegó en menos de un cuarto de hora a algún lugar. Sabía que estaba cerca del parque, desde ahí se escuchaban los gritos de las personas en el descenso de las montañas rusas u otros juegos con caídas rápidas.
Había terminado en un café. Se volvió con la cabeza hacia la vitrina de enfrente del local. La carrera consiguió sacarle un par de cabellos de lugar y desarreglar un poco su ropa. Acomodó cada cosa velozmente y de nuevo se observó. Tenía buen cuerpo, más sin embargo, no podía sentirse lo suficientemente bonita; aunque se lo decían, no quería reconocerlo. Suspiró de forma pesada y dejó caerse sobre una de las sillas que más cerca estaban de ella. Entonces, sintió como una mirada fija se le posaba. Volteó alterada, no fuera un pervertido con no muy bonitas intensiones ¿verdad?
Un chico rubio con ojos azules cual mar escondidos detrás de unos lentes de montura cuadrada. Estaba mirándola algo confundido. De hecho, su expresión era una mezcla de enojo, confusión y sorpresa. Sin embargo, debía de admitir que era lindo.
-Disculpa, no vi que estabas ahí-se levantó tan rápido como se había sentado algo ruborizada.
-N-No, está bien... Sólo me sorprendiste un poco.
-¿En serio?-preguntó ingenuamente. Poco después se abofeteó por haber preguntado algo tan estúpido.
-Yes, y pues, ya que estás aquí...-la miró un par de segundos sin decir ni una palabra-. Siéntate, anda-obedeció rápido y lo hizo; el rubio continuó-. ¿Por qué no nos presentamos?
-M-Muy bien...-Que sociable... pensó _____.
-¡Hi, my name is Alfred, y yo soy el Hero!-de manera enérgica comenzó a reírse con una estruendosa y muy peculiar risa. Provocó incluso que los demás comensales se les quedaran viendo.
-M-Mi nombre e-es...-se detuvo y luego prosiguió-. Mi nombre es _____. Pero, supongo que puedes llamarme (Tu apodo).
-¡Nice to meet you pretty girl!-saludó ignorando lo que había dicho.
Por alguna razón, Alfred empezó a sacar temas algo extravagantes de la nada haciendo conversación a la chica. Y claro, ella por cortesía le seguía la plática. O hasta que observó en el reloj del celular que ya se le había hecho MUY tarde para el encuentro. Se levantó de un salto y sin decir nada, salió corriendo dejando a Alfred ahí.
Llegó jadeante hasta la entrada del parque. Como lo sospechaba, sus amigos no estaban. Curiosamente, eso también se le hizo familiar.
Apartando el pensamiento, entregó el boleto en taquilla, le dieron el brazalete con el número de color y entró con paso rápido. Para su buena suerte, divisó a dos italianos con rulos similares a unos pocos metros de su posición actual, sentados todos en una de las bancas hablando sobre algo inentendible. Se acercó ahora con firmeza llamando entonces su atención. Lovino fue el primero que se levantó y no precisamente a saludarle.
-¡¿Cómo se te ocurre llegar a ésta hora...?!-y pronunció un par de insultos en su idioma materno. Sólo se calló cuando Hinami llegó a darle un golpe en la cabeza con la palma de la mano.
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Día de las Naciones Unidas c:
RandomUn pequeño saludo por el día de las Naciones Unidas c: