La sirvienta corrió a abrir la puerta segundos antes de que incluso el timbre sonara. Abrió emocionada la puerta, otra de sus invitadas había llegado junto con dos más por parte de Finlandia.
-Ya te dije que gastar dinero no es nada lindo; piensa a futuro, ¿qué harás cuando entres en crisis?-un suizo rubio de ojos esmeralda regañaba a una chica que venía vestida, a diferencia de sus dos acompañantes, de ropa invernal común y corriente a diferencia de unas distintivas orejas de gato(?).
-Pues cuando eso pase, siempre puedo recurrir a ti o a Roderich-replicó.
-¡En la vida le pidas a ese señorito! No es de fiar-sí, su guerra con el señor Austria aún no terminaba.
-O-Onii-san....-le llamó la pequeña Liechtenstein señalándo sutilmente a la morena en la puerta que en cuanto le prestaron atención, se lanzó a abrazar a la chica que venía con los dos países.
-¿E-EH?-sintió las mejillas arder levemente tratándo de apartarse.
-¡Aokimini!-exclamó su nombre poniendo una sonrisa de gato-. ¡Ya quería conocerte! ¡Tú no me conocer pero yo a ti sí!-y volvió a abrazar a la chica recién llegada sin importarle que los dos rubios la vieran asustados. Cuando pareció terminar de abrazarla, se apartó lo suficiente para darles la bienvenida y dejarlos pasar.
Los tres muy agradecidos entraron. Suiza y Liechtenstein se fueron a un lugar que se encontraba al lado del árbol navideño donde se encontraban la señorita Bélgica y su hermano Holanda hablando. Ciertamente que Suiza se juntara con los demás sólo pasaba en escasas y muy selectas ocasiones.
Aokimini por su lado se había quedado parada a un lado de la puerta sin haberse movido después de entrar. La castaña muy amable... O algo así, se acercó a ella posando su mano sobre su hombro derecho ofreciendo una cálida sonrisa.
-Por aquí hay otras dos chicas muy simpáticas a las cuales abandonaron también-sin pudor por lo que había dicho, se encaminó junto con la recién llegada hacia la mesa donde las otras dos se encontraban comiendo ahora. Degustaban unas fresas que bañaban de forma algo exagerada en la fuente riendo de vez en cuando por el hecho de haberse ensuciado un poco las manos con el mismo chocolate-. ¡Blue, Rhyme, les presento a Aokimini!
-Gusto en conocerte-limpiándose antes su mano, Rhyme la extendió emocionada de conocer a alguien más-. Mi nombre es Rhyme.
-H-Hola...-sonrió de manera tímida aceptando amablemente su mano.
-Yo soy Blue, y éstas fresas son los mejor-sonrió y también extendió su mano en dirección a Ao quien igualmente la aceptó.
Habían entablado plática cuando Suiza volvió hacia donde Ao junto con su hermanita. El mayor de ellos tenía una cara de sargento mal pagado y con pasos firmes pero rápidos se acercó por un vaso de ponche. Liechtenstein permaneció al lado de Ao mientras veían a Suiza beber vaso tras vaso.
-¿Qué le sucede Liech?-susurró la chica.
-Uh.... C-Creo que Holanda le ganó en una discusión financiera...
-¿Por eso es que está así?-interfirió Blue.
-R-Realmente no sé qué sucedió. Yo estaba con Bélgica-san...
-¿Tendrá que ver con Austria?-integrándose Rhyme preguntó señalándo con el pulgar un lugar a sus espaldas.
Las cuatro chicas miraron hacia donde apuntaba tan pícaramente. Austria había llegado con Holanda y habían empezado a hablar. Se notó cómo de reojo miraron un par de veces a Vash. Al final concordaron en que seguro había sido por eso; a Liech y Ao se les rebaló una gota a lo anime de la sien.
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Día de las Naciones Unidas c:
RandomUn pequeño saludo por el día de las Naciones Unidas c: