Somos hermanas

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Hola a todxs sé que no he escrito nada en mucho tiempo y que hay pedidos pendientes que me faltan por escribir pero no he podido terminarlos, no he tenido mucho tiempo para hacerlo y apenas salí de vacaciones, y espero que en este lapso de tiempo pueda volver a escribir como antes. 

He pensando en hacer algo para ustedes por navidad pero sinceramente no se me ocurre nada así que si tienen sugerencias díganlas.

Esta pequeña historia es un pequeño regalo a una gran amiga, es una gran escritora y una chica que me ha ayudado a aceptarme a mí misma y me ha inspirado bastante, rosamendes05 es una persona increíble, bondadosa, amable, trabajadora y muy inteligente, por eso me recuerda mucho a Charlotte, por eso decidí inspirarme en una de las muchas cosas que ella me ha enseñado para crear esta pequeña historia.

Sin más que decir espero que les guste mucho.

Era una mañana común y corriente en Swellview, excepto que cuando eres la mejor amiga de un súper héroe las mañanas, tarde y noches no tienen nada de normal, Charlotte era una chica brillante, una persona que siempre sabía dar buenos consejos y que ayudaba siempre a los dos héroes de la ciudad.

Mientras Henry, Jasper y Ray hablaban sobre Jeff, el criminal más tonto en Swellview, un mensaje llegó al celular de Charlotte, la hermana menor de Henry, Piper le había escrito diciendo que necesitaba de su ayuda, Charlotte sonrió, ella y Piper eran como hermanas y le agradaba poder ayudarla.

Charlotte salió de la capicueva sin dar explicación alguna, los chicos eran bobos y probablemente le llamarían luego para preguntar dónde y cómo estaba.


Llegó al centro comercial y vio a Piper.

—Hola Char, gracias por venir, de verdad necesitaba tu ayuda.

Charlotte sonrió y saludó a la más pequeña de los Hart.

—¿Para qué necesitas mi ayuda? —preguntó, mientras seguía a Piper a una de las tiendas de ropa.

—Bueno, tenemos una cena familiar y es algo importante ¿sabes?, necesito lucir bien y quiero que me ayudes con eso.

Charlotte sonrió, le encantaba ir de compras con Piper, era realmente agradable, y definitivamente estaba dispuesta a ayudarla.

Durante media hora recorrieron el centro comercial en busca del conjunto perfecto para la cena, pero conforme pasaba el tiempo Charlotte pudo notar que Piper no se sentía cómoda probándose esos vestidos, y que, de vez en cuando los ojos de la menor viajaban por el área de "ropa de hombres".

Charlotte sabía cómo era la familia de Henry y Piper, personas conservadoras que juzgaban a todas las personas por cualquier detalle, sabía que Henry tenía una ventaja enorme sobre Piper con ellos, pues era todo lo que ellos consideraban perfecto, sin embargo sin importar los esfuerzos de Piper para que la notaran siempre le encontraban algún defecto y la criticaban.

Sabía que a pesar de que la rubia fuera consciente de lo equivocados que eran los ideales de su familia, no podía evitar buscar un poco de su aprobación, pero Charlotte ya estaba harta de ver como la menor hacía cosas que no le gustaban para poder agradarles a esas personas que ella llamaba familia, pero ver  a Piper al borde de las lágrimas fue la gota que derramó el vaso, así que después del décimo quinto vestido que se probó decidió hablar con ella.

—Piper —llamó Charlotte con tranquilidad a la rubia.

Piper alzó su mirada triste y observó a Charlotte sin decir nada, la morena tomó su mano y sin decir nada salieron de la tienda de "ropa para mujeres" y cuando salieron se dirigió a una tienda donde vendían trajes y "ropa de hombre" Piper abrió mucho los ojos y se quedó parada justo frente a la entrada.

—¿Qué hacemos aquí Charlotte? —preguntó intentando que su voz saliera firme.

—Compramos ropa que te guste, ¿no es obvio?

Piper no sabía si sonreír o simplemente negarse, estaba estupefacta, sabía que esa con esa ropa se sentía mucho más cómoda que con un vestido, pero los comentarios y las miradas que recibiría de parte de su familia serían horrorosas en cuanto la vieran con un traje, a pesar de que ella creía firmemente que la ropa no tenía género sabía que era algo totalmente distinto a las creencias de su familia.

—No puedo —susurró.

Charlotte suspiró, sabía que Piper no reaccionaría bien, pero ya se había preparado para apoyarla y darle el valor y la confianza necesaria.

—Claro que puedes Pipes.

—Pero mi familia...

—Eso no importa, sé que quieres su aprobación, pero te estás haciendo daño, no vale la pena, vístete como más te guste, oblígalos a darse cuenta de que no importa el tipo de ropa que uses, sigues siendo la misma chica fuerte e inteligente que conocen, y si no lo ven entonces mándalos a la mierda, pero permítete a ti misma ser libre. Pase lo que pase, decidas lo que decidas, estaré aquí para apoyarte y animarte. Somos hermanas Piper, tal vez no de sangre, pero ya no dejaré que hagas cosas con las que no te sientas cómodas por complacer personas que no valen la pena.

Piper estaba de nuevo al borde de las lágrimas, pero está vez de felicidad, Henry ya le había dicho algo parecido pero cuando Charlotte le reafirmó que debía dejar de pensar en el qué dirán y pensar en ella misma, sólo le dio la confianza que necesitaba. Abrazó a Charlotte con todas sus fuerzas y luego entraron a la tienda.

Se sentía cómoda y feliz con cada atuendo que se ponía y que Charlotte le dijera que se veía espectacular ayudaba bastante a su autoconfianza, después de eso compraron todo lo que la rubia le gustó y salieron. 


Para la cena Piper se puso un pantalón negro con una camisa blanca y un saco negro que combinaba con el pantalón, sus padres sonrieron al verla salir así al igual que Henry, y por fin sintiéndose bien y cómoda con lo que usaba y con los nervios de punta pero recordando las palabras de Charlotte "oblígalos a darse cuenta de que no importa el tipo de ropa que uses, sigues siendo la misma chica fuerte e inteligente que conocen, y si no lo ven entonces mándalos a la mierda, pero permítete a ti misma ser libre."

Y siempre pensando en esa frase decidió que esa noche, sin importar qué jamás dejaría que alguien le volviera a decir como vestirse, porque si Henry y Charlotte, las dos personas que consideraba sus hermanos mayores la apoyaban, protegían y animaban a ser como era en realidad, entonces sabía que todo estaría bien y que nunca más se impediría ser libre, sin importar lo mucho que le costara.

Henry Danger One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora