LevyLa boda fue todo un éxito, Gajeel no me soltó la mano durante la ceremonia, cuando los novios se dieron el "sí quiero" todos aplaudimos o mejor dicho aplaudieron, pues Gajeel me apretó contra él y me besó, aun no me acostumbraba a sus brazos, pues había pasado de ser mi mejor amigo a mi novio.
Lo que sentía por él, era algo que no podía expresar con simples palabras.
Al terminar la ceremonia nos dirigimos hacia el hotel donde nos esperaba el banquete.
El comedor estaba decorado en tonos blancos, tenía amplios ventanales que daban a un hermoso jardín con fuentes y caminos de piedra, era todo perfecto.
Me dirigí a la mesa donde estaban sentados los recién casados.
—Ha sido una ceremonia preciosa, Mirajane, Laxus enhorabuena por vuestra boda. —Les entregué los libros que había escogido para ellos.
—Espero que os gusten.
— Gracias Levy, espero que pronto nos llegue una invitación a tu boda.
Me sonrojé, y una mano se posó sobre mi cintura.
—Quien sabe, puede que muy pronto.
Gajeel les dio una cajita a cada uno y me atrajo hacia él. Gajeel iba a besarme cuando una voz sonó por el altavoz.
—Ha llegado el momento en el que los recién casados bailen el primer vals.
Laxus se levantó y tomó de la mano a su esposa y se dirigieron al centro de la pista.
Bailaban como unos verdaderos profesionales.
Gajeel se puso delante de mi y me tendió la mano.
—Levy McGarden me concedes este baile. — Puse mi pequeña mano sobre la suya.
—No sabía que supieras bailar Gajeel.
Me dedicó media sonrisa.—Hay muchas cosas que no sabes de mi.—Con la mano que tenía libre la colocó en mi espalda.
—¿Como qué?. —Pregunté sorprendida.
—Pues estoy seguro que no sabes lo mucho que te amo y que por ti soy capaz de cualquier cosa. —Le sonreí, me puse de puntillas para besarle.
—También te amo Gajeel.
Después de el primer vals bailamos unos cuantos más, luego fuimos a sentarnos, pues teníamos los pies cansados.
A lo lejos vimos a Sting, aunque no se acercó a saludar pude apreciar que iba acompañado con una chica, Yukio, me acordaba de ella de cuando íbamos al instituto. Era genial que Sting hubiera encontrado a alguien.
—Gajeel, yo me iré a la habitación, estoy un poco cansada, tu si quieres puedes quedarte.—Gajeel me sentó sobre su regazo.
— Muy bien, intenta mantenerte despierta hasta que yo llegue, la noche aún no ha terminado para nosotros. - Empezó a besarme apasionadamente, luego se separó de mi.
—Estaré esperándote, no tardes. —Me dedicó una de sus sonrisas que tanto me gustaban y me dirigí hacia el ascensor, presione el número cinco. Al llegar a la planta fui hacia la habitación número ciento dieciocho.
Me di una ducha y me puse mi camisón blanco, me llegaba por encima de mis rodillas, era un poco más corto que el vestido que había llevado durante la boda.
Me había comprado esa ropa de cama, porque a mi madre le había gustado, a mi me daba un poco de vergüenza llevarlo, era demasiado atrevido para mi, aunque sólo fuera para dormir.
Oí un ruido extraño que provenía de la puerta, no le di importancia.
La luz de mi habitación se apagó y seguidamente unas manos se posaron en mis caderas.— Gajeel, creía que ibas a tardar más.
— Quien ha dicho que yo sea Gajeel.
Gajeel
Me quedé a celebrar un rato más la boda de mis amigos, se les veía muy felices.
Soñaba que algún día yo y Levy llegáramos a serlo también.
Levy era mi mayor debilidad, sin ella no podía ser él mismo, ella era la luz que iluminaba mi camino y los ojos de Laxus transmitían que Mira también era su mundo.
Los chicos empezamos a beber como de costumbre, yo recibí un mensaje de numero desconocido.
"Me lo estoy pasando muy bien con tu novia, le demostrare que estar contigo fue un grave error".
Me levanté de la mesa y me dirigí a toda prisa hacia el ascensor, al ver que tardaba tanto decidí subír por las escaleras. Iba subiendolas de tres en tres.
Si ese maldito de Jet le tocaba un solo pelo a Levy lo estrangularía hasta dejarle sin aire.
Llegué hasta la quinta planta un poco exhausto con la respiración agitada y el corazón que amenazaba con salir de mi pecho.
Me dirigí a nuestra habitación; la ciento dieciocho, saqué la llave y entre.
No había nadie allí.
—¡Maldita sea!. —Agarre mi teléfono y llamé a Laxus que para mi sorpresa atendió enseguida.
— ¿Gajeel? ¿Esta todo bien?.
—¡No! ¿¡Donde esta la habitación de Jet!?
—¿Para que quieres saber?.
—¡No importa tu solo dímelo!.
—En la cuarta planta, número noventa y siete. —Colgué y rápidamente salí de la habitación y me dirigí una vez más hacia las escaleras.
Llegué a la habitación que Laxus me había dicho y empecé a golpear la puerta, si era necesario la echaría abajo.
Un empleado del hotel se acercó a mi escandalizado por el ruido que causaban mis golpes.
—¡Señor, no puede hacer esto!. —lo agarré del cuello de la camisa y lo acerqué a mi.
—Entonces abra la maldita puerta, mi novia esta en apuros. — El encargado de el hotel se quedó unos segundos en silencio y luego sacó un manojo de llaves y abrió la puerta.
Vi a Jet aprisionando a Levy sobre la cama.
La furia se apoderó de mí y con mi brazo agarré a Jet y lo lancé contra la pared.
Observé a Levy, sus ojos transmitían terror, llevaba un pijama blanco que Jet se había encargado de subir hasta la cintura.
Me acerque a Levy y le puse bien su ropa y la cargué en brazos.
Al salir de la habitación me encontré con Laxus. —Gajeel, lo siento. —Le miré con odio.
—Callate y encargate de echar a Jet de aquí si no quieres que le golpee tanto que ni su madre lo reconocerá.—Después me dirigí a nuestra habitación.
Al llegar la metí en la cama, iba a ir a comprobar si ya estaban echando a Jet cuando la mano de Levy agarró la mía.
—No te vayas. — Me tumbe junto a ella y la abracé.
—¿He llegado a tiempo?.—Pregunté.
—Si, justo a tiempo.
La besé, y ella se puso sobre mi.
—Gajeel, quiero olvidar lo ocurrido, ayúdame a olvidar. —Rodé para ponerme sobre ella y hacerle entrar en un mundo que ni ella ni yo conocíamos nuestros límites.
Hasta aquí otro capítulo.
Espero que os haya gustado.
Besitos xx
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¿Mejores Amigos? (GaLe)
FanficLevy está a punto de cumplir su sueño, abrir una librería. Gajeel su mejor amigo quiere cumplir el suyo; Decirle a Levy que en realidad la ama. Está prohibido hacer copia o adaptación.