Las almas no olvidan, pero las mentes sí. Han pasado unos años y Jake ha aprendido a olvidar, ya no piensa en quien fue su confidente en la infancia, ya no duele su ausencia... al menos eso quiere creer. Sunghoon jamás olvidó a Jake, le costó un tiempo entender porqué tuvieron que irse, porque sus padres hicieron todo eso, incluso llegó a guardarles rencor, pero ahora todo era parte del pasado y la vida le daba una nueva oportunidad. Sunoo está de vuelta y listo para atacar, será letal como se supone que sería y haría lo que fuera para liberar a su Ni-Ki. Ni-Ki ha olvidado, pero solo bastará un saludo al alma para recordarle todo.