(III)

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El reformatorio, otro día más en ese jodido lugar, otro día solo, otro día creyendo que estaba loco ¿Lo estaba? No, Sunoo había sido tan real como su propia existencia, debía serlo. 

― Riki, aquí estás, te estuve buscando por todos lados. 

― No llegaste al cuarto ¿Qué pasó? 

― Ah, detención con la madre Marta. 

― ¿Estás bien? 

― Mnn, sí, tranquilo, la madre Marta no es mala, solo me hizo escribir hasta el amanecer, estoy bien, solo imagínate si hubiera sido la general, esa monja sí que está completamente fuera de sus cabales. 

― La madre Marte es joven. 

― ¿Vas al comedor? 

― Sí. 

― Vamos, te acompaño, muero de hambre. 

Pero bueno, tal vez no todo fuera completamente malo, Kai estaba ahí, tenía un amigo. 

― Oye, vi que tenías heridas nuevas ¿No estarás...? 

― No, para nada, son del juego, no sabía que algunos chicos escondían navajas, ya se las quitaron, gracias a mí, aunque ahora me odian. 

― Como si alguna vez te hubiera importado. 

― Oye, soy mayor, más respeto. 

― Sí, sí, lo que digas. 

― Hoy te ves particularmente cansado ¿Qué te ocurre? 

― Nada, solo es eso, cansancio. 

― ¿Te aumentaron la dosis? 

― ¿Tú qué crees? 

― Oh, ya veo, por eso estás tan gruñón, que tierno. 

― Cállate. 

― En fin, mi mamá me mandó un regalo para ti, le caes bastante bien. 

― ¿Un regalo? 

― Sí, te lo daré cuando estemos en la habitación. 

― Ok. 

― ¿Tu mamá vendrá pronto? 

― Sí, dijo algo sobre llevarme de viaje o algo así, es increíble que mi loco padre lo haya permitido. 

― Uhm, sí, es raro. 

― Tal vez vayan a divorciarse, sé que han peleado mucho, mamá siempre se ve irritada cuando habla de él, así que no pregunto, no es como que realmente me interese ese hombre. 

― Bien, si se divorcian seguramente tu madre se quede con la custodia, te irías de aquí, eso sería genial. 

― Sí, tú te irás pronto ¿No? 

― Sí, es mi último año, ya mi padre decidió que nada me iba a volver hetero, pero de todas formas debo terminar este año y mi último año lo haré en un colegio normal. 

― Suena interesante, yo nunca estuve en un colegio normal, mamá me pagó un tutor los primeros años y después entré aquí. 

― Yo si fui, antes de entrar a este lugar. 

― ¿Cómo es? 

― Tienes clases casi todo el día, bueno, el horario obligatorio es en la mañana, pero después de la hora del almuerzo hay clases extras y de refuerzo, también hay clubes y eso, es muy diferente. 

― Mnn. 

― Entonces ¿Cuándo vendrá tu mamá? 

― Hoy o mañana, no estoy seguro. 

― Bueno, deberías ir a dormir un rato, de todas formas es fin de semana y no hay clases. 

― No debería dormir tanto. 

― No seas tan duro contigo mismo, eres un niño, deberías descansar bien, tienes que crecer. 

― Ajá, sí, lo que sea. 

― Vamos, vamos, al menos yo sí quiero dormir, darme una ducha y dormir. 

― Ok, ve a las duchas entonces, yo iré a dormir. 

― ¿No vas a ducharte? 

― No, hace demasiado frío y me duché ayer antes de ir a dormir, me quedé un buen rato esperándote. 

― Perdón, perdón, no es como que yo hubiera elegido ir a detención, es inevitable. 

― No es inevitable, es muy evitable, a mí nunca me arrastran a detención. 

― Tú eres un ángel puro, un niño inocente, sí, pero yo no, a mí me gusta la acción, la aventura, no lo entenderías, eres muy aburrido. 

― Bueno, este ángel aburrido se va a dormir, nos vemos. 

― Ok, ok, aún tengo que ir por mi ropa. 

― Bien. 

No, no todo era malo. 

Regreso | MOON TALES 5 | jakehoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora