(IV)

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Era un sueño, solo era un sueño y debía convencerse de que solo era un sueño, solo así mantendría su cordura, él no es real, no hay manera de que sea real. 

― Ni-Ki ―una voz infantil llamaba un apodo que jamás había escuchado en su vida. 

― No, no ―el chico cerró los ojos con fuerza, negándose a levantarse. 

― ¿Ni-Ki? ¿Me recuerdas? 

― Basta, no es real, no es real, no eres real. 

― Ni-Ki, tú sabes la verdad. 

― No, yo... por favor. 

― Ni-Ki, tienes que volver. 

― Por favor

― Tranquilo, te cuidaré y estaré aquí cuando estés listo. 

Solo había sido un sueño, era imposible, no podía ser real. 

― ¡Riki! 

― ¿Qué sucede? 

― Carajo, me asustaste, creí que te ibas a morir, dejaste de respirar por un momento. 

― Lo siento. 

― ¿Qué sucedió? ¿Un mal sueño? 

― Uh... sí, un mal sueño. 

― Bien, oye, tienes que levantarte, la madre Marta llamó diciendo que tu mamá estaría aquí en 15 minutos. 

― ¿Mi mamá? 

― Sí, sí, eso dije, vamos, levántate, tienes que ponerte ropa decente, no puedes ir a ver a tu mamá en pijama. 

― Ya, ya voy. 

― Estás tan ido, niño, parece que tu alma abandonó tu cuerpo, anda, ve a vestirte. 

― Sí, ya voy. 

Un mal sueño, sí, eso era todo. 

Regreso | MOON TALES 5 | jakehoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora