— ¿Bellos?
El pelinegro preguntó y sonrió después, era la primera vez que alguien decía algo así de sus ojos. Para los lobos, ese color era significado de traición y deshonor. Por eso JungKook lo llamaba bastardo, por eso su familia por parte de su padre se deshizo de él, porque Jimin tan solo era una vergüenza.
— Solo tú piensas eso — suspiró y se levantó. — Verás, ya te conté lo de los rangos. Alfa, beta y omega. Los omegas son los más bajos y por ende solo suelen emparejarse entre ellos mismos porque ningún alfa o beta los aceptaría. En cambio alfas y betas si se emparejan, el color de mis ojos proviene de la unión de un alfa y un omega, algo a lo que ellos llaman deshonor. Es como si yo fuera la prueba de la traición, por mis ojos. Todos saben quién soy.
— ¡Idiotas!
Soltó de repente indignada y Jimin la miró impresionado.
— ¿Qué? — alzó una ceja mirándolo. — No había escuchado una cosa tan absurda, ¿deshonor? ¿Vergüenza? Ellos deberían sentir vergüenza de ser así, joder que tú no tienes la culpa de nada. ¡Además el amor no entiende de nada, ni de edad, ni de sexo y mucho menos de rangos!
Se cruzó de brazos molesta, dentro de ella su sangre hervía y su corazón latía con fuerza por el estado en que se encontraba. Era cierto que nunca había estado cerca de Jimin, pero ahora al saber todo lo que había pasado sin tener la culpa de nada le daban ganas de ir y decirles a todas esas personas unas cuentas verdades en su cara.
El chico percibió por el olor y los latidos del corazón de DaeMi que se encontraba alterada.
— Ten calma...
Susurró y puso una de sus manos sobre el brazo de la chica mientras la miraba a los ojos.
— Lo siento tanto Jimin, por decirte todas esas cosas sin sentido. Fui una idiota, hablé sin saber. Solo dejándome llevar por mis propios sentimientos e impulsos sin detenerme a pensar que tenías una razón para hacerlo...
Ella siguió hablando mientras que el pelinegro había quedado hipnotizado por sus labios que de vez en cuando remojaba con su lengua cuando quedaban resecos. Su respiración se volvió agitada y por un momento deseó besarla, deseó devorar esos rosados y lindos labios que tenía la chica frente a él. Controlarse era bastante difícil para alguien como él, y lo había estado haciendo por mucho tiempo, pero ahora al tenerla ahí, tan cerca. No sabia si iba a ser capaz.
— ... en fin, que soy una estúpida y merezco tu odio.
Terminó de hablar y se dio cuenta de que Jimin la miraba, pero que no estaba precisamente atento a lo que había acabado de decir y entonces se preguntó si serían verdad los rumores que había escuchado.
"Le gustas a Park Jimin"
— ¿Jimin?
Lo llamó, logrando que saliera de su trance. Jimin retrocedió unos pasos y carraspeó, estaba a punto de besarla sin siquiera preguntarle.
— Creo que es mejor que te vayas ya — dijo y caminó hasta la puerta. Ella asintió y se acercó a él. — DaeMi no te preocupes por nada, ¿sí? Yo lo arreglaré todo, tenemos una regla de no ser descubiertos por humanos, si eso llega a pasar la persona que sabe que existimos muere. Pero no será tu caso, ni el de TaeHyung. JungKook nunca dejará que a Tae le pase algo, y yo nunca dejaré que te pase algo a ti.
La chica sonrió.
— Gracias Jimin, y no tengo miedo. Porque sé que estás aquí.
Luego de decir eso salió de la casa y caminó hacia la de ella. Cuando llegó a su cuarto se acostó en su cama y miró el techo mientras pensaba en todo lo que había descubierto, en todo lo que estaba pasando a su alrededor y por un momento sintió que se volvía loca.
El chico que le gustó desde siempre era un hombre lobo y la había intentado matar, y el chico del cuál siempre sintió una curiosidad enorme la había salvado.
Había podido confirmar lo que siempre había pensado. A JungKook le gustaba alguien más, y esa persona era TaeHyung. Al parecer era hora de olvidarse de su crush.
Se levantó y se sentó en su escritorio sacando el dibujo que había hecho cuando era pequeña de Jimin en su forma animal.
— Así que fuiste tú... — susurró. — Luego de todo lo que pasaste, aún así te quedaste a mi lado y me protegiste...
Suspiró y mordió su labio con las mejillas sonrojadas.
— ¿Le gusto a Jimin?...
(...)
TaeHyung estaba en su casa esperando la llamada de Jimin, ¿por qué aún no lo llamaba? Pensó.
— Te salvé la vida hijo de tu...
Se quedó callado cuando sintió un ruido en el techo, tragó en seco y miró hacia la ventana. Estaba seguro de que no había gritado por un milagro de Dios porque ver a JungKook ahí mirándolo con esos ojos rojos y esa sonrisa de loco lo había asustado mucho.
El más alto abrió la ventana y entró a la habitación de TaeHyung como si nada, dio un pequeño vistazo a todo y luego posó sus ojos en el castaño.
— ¿Qué haces aquí?... — preguntó algo nervioso. JungKook lo ponía nervioso siempre, hasta cuando lo veía de lejos.
— Lo que yo quiera obviamente — chasqueó la lengua y se sentó en la cama. — ¿Pensaste en lo que te dije?
— ¿Qué cosa?
Tae frunció el ceño e hizo un pequeño puchero con sus labios, JungKook era bastante caprichoso. El único caprichoso tenía que ser él.
— No te hagas el idiota. — dijo y se levantó de repente caminando hacia el castaño, Tae caminó hacia atrás hasta llegar a la pared y quedar preso ahí entre esta y el cuerpo de JungKook.
— Aléjate... — susurró entre dientes y lo miró.
— ¿Eso es lo que quieres? — se acercó un poco más y rozó sus labios con los del otro.
— No... — contestó. — Pero es que yo también quiero a Jimin, es mi amigo.
— Tienes que escoger, Jimin o yo.
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HEARTBEAT; pjm
FanfictionJimin sólo quería que todo siguiera cómo siempre, prefería seguir estando sólo que poner en peligro a personas inocentes. Pero simplemente las cosas no se mantendrían ocultas. Portada: @Edlyn_Tovar