HEARTBEAT; pjm

09

Jimin salió cruzado de brazos y con el ceño levemente fruncido. Observó a Hoseok intentar subir por la valla y a TaeHyung tirado en el suelo mientras se quejaba de dolor.

— ¿Que diablos hacen?

El castaño abrió mucho sus ojos y observó a Jimin a escasos centímetros de él. Hoseok quién aún estaba sobre el muro se quedó tieso al escuchar esa voz. Habían sido atrapados y de la peor manera.

El pelinegro ayudó al chico a bajar de allí con cuidado y luego miró otra vez a Tae, parecía adolorido. Se agachó frente a él.

— ¿Te caíste? — alzó una ceja cuando lo vio asentir.

Tae intentó pararse pero el dolor en su pierna se lo impidió. Mordió su labio y sus ojos se cristalizaron, había sido una muy mala idea intentar entrar en la casa de Park Jimin. Sintió la mano del más bajo sobre la de él y como arte de magia el dolor fue desapareciendo. En cambio Jimin recibió todo ese dolor.

— ¿Que?... — lo miró a los ojos impresionado. Simplemente el dolor había desaparecido — ¿Que has hecho?

— ¿A qué te refieres? — se levantó y los miró a ambos — Salgan de mi casa ahora antes de que los denuncie por allanamiento de morada.

Se dio la vuelta y caminó hacía la puerta de su casa mientras escuchaba las palabras que TaeHyung le decía a su amigo en voz baja.

— El dolor desapareció cuando me tocó.

— ¿Qué? — Hoseok lo miró confundido y lo ayudó a pararse — Estás demente Tae, a mi no me vuelvas a llamar para éstas tonterías. Jimin da miedo, además he pasado la vergüenza más grande de mi vida.

— Oye... — dijo y miró al pelinegro desaparecer tras entrar a su casa y cerrar la puerta — Jimin simplemente es extraño, y voy a averiguar todo sobre él.

El nombrado cerró la puerta y suspiró, ¿por qué TaeHyung estaba empecinado en él? ¿Qué era lo que pretendía tras todo lo que hacía? No entendía las cosas que pasaban por la mente de ese castaño entrometido y le asustaba que pudiera descubrir lo que en verdad era, no estaba preocupado por él mismo sino por Tae. Si se mentía en ese mundo no era seguro que saldría en pie.

Mordió su labio y subió a ducharse, ese día había sido bastante largo y la noche prometía serlo mucho más.

Salió de su casa y se adentró al bosque intentando encontrar la localización de dicha fiesta. Había escuchado a DaeMi salir con una de sus amigas minutos antes y no pudo seguirlas gracias a que aún no estaba listo. Nunca salía a fiestas así que Jimin pasó un buen rato pensando en qué debería usar. Al final se decidió por algo casual.

Escuchó voces y algo de música, se acercó y llegó hasta donde estaban todos. Reconoció a sus compañeros de aula y escuela, no todos estaban allí. Pero si la mayoría. Sonrío cuando vio la silueta de DaeMi de espaldas a él y se recostó a un árbol mientras la observaba y su corazón latía con fuerza.

— ¿Park? — todo era demasiado hermoso hasta que llegó él.

— Pierdete Jeon.

El castaño bufó y rodó los ojos. JungKook lo miró fijo y luego desvió su vista hasta toparse con la pelicorta.

— ¿Sabes que le gusto yo, verdad? — rió sarcástico y tomó un sorbo de su bebida — ¿Debería ir a hablar con ella? Tal vez obtenga sexo fácil ésta noche.

Jimin lo miró con roña y lo tomó por el cuello de su camisa. Sus ojos brillaron con un color azul intenso.

— No te atrevas — dijo entre dientes mientras gruñía.

Jeon negó con una risita cínica.

— De verdad que eres un estúpido. Ni siquiera puedes controlarte por una chiquilla. Sigue así Park, serás descubierto y asesinado más pronto de lo que pensé — lo empujó soltándose de su agarre — Y creeme, no hay nada en el mundo que desee más.

Escupió y se alejó de allí dejando a Jimin molesto y con ganas de darle una paliza. El pelinegro se volteó y observó a DaeMi mirarlo con los ojos muy abiertos, la chica había visto sus ojos brillar. Tragó en seco y miró hacía otro lugar intentando calmarse pero le estaba siendo imposible. El ruido de la música, los distintos olores y voces lo dejaron en un estado de shock, sus sentidos estallaron y tuvo que comenzar a alejarse de allí.

La chica que aún estaba quieta en su lugar impresionada por lo que sus ojos habían visto decidió seguir a Jimin y averiguar si lo que había visto no había sido tan sólo una ilusión.

— ¿Jimin? — lo llamó entre la oscuridad del bosque. Estaba algo lejos de la fiesta — Jimin, ¿estás ahí?...

El pelinegro estaba detrás de un árbol con la respiración agitada, ¿que estaba sucediendo? ¿Por qué no podía calmarse? Mordió su labio con fuerza para intentar seguir siendo humano y no transformarse en lobo.

Escuchó los pasos de DaeMi acercarse a él y temió ser encontrado. Sintió una mano en su boca y luego observó a TaeHyung.

— Sé lo que eres... — susurró el castaño observando los ojos azules de Jimin brillar — Salgamos de aquí antes de que alguien más se entere.

Tomó la mano del pelinegro y lo ayudó a salir del bosque.

Y pasó lo que Jimin más temía, alguien lo había descubierto. Y ese alguien ahora estaba en serios problemas.