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DaeMi no supo qué hacer y por un momento se sintió aterrada

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DaeMi no supo qué hacer y por un momento se sintió aterrada. Jimin estaba mal herido y ella no tenía idea de a quién llamar o qué hacer ante aquella situación. Con sus manos temblorosas buscó su celular en su bolsillo y buscó entre sus contactos a TaeHyung, se alegraba de haber guardado todos los números de sus compañeros de salón.

Luego de dos tonos el castaño respondió y su voz se sintió confusa, se preguntaba por qué DaeMi lo estaba llamando.

— ¿¡Tae!? — la chica no pudo evitar gritar del nerviosismo y el miedo — Es Jimin, no sé que hacer por favor ayúdame.

Pidió entre sollozos, no sabía con exactitud que relación tenían ellos dos. Pero por alguna razón confiaba en que Tae podría ayudarlos, tal vez el único que podía hacerlo.

— ¿Qué? — el chico frunció el ceño. — ¿Qué pasó con Jimin? DaeMi necesito que te calmes.

— Sí... — tomó aire y lo soltó despacio — JungKook, él atacó a Jimin y ahora está desmayado en medio del bosque, no sé que hacer...

— ¿¡Qué!? — gritó alterado — Voy para allá.

Colgó y salió corriendo de su casa, el bosque estaba bastante lejos de allí pero no le importaba. Tenía que llegar antes de que algo malo le pasara a Jimin, ¿por qué JungKook era malo con el pelinegro? Se preguntó y sus ojos se cristalizaron, no podía creer que estaba enamorado de una persona así.

Se detuvo en seco cuando vio a un lobo enorme de color carmelita y ojos rojos brillantes ante él.

— ¿JungKook?... — preguntó con la respiración agitada y algo asustado.

JungKook tomó su forma humana justo frente a los ojos del castaño y este creyó desfallecer al ver tal cosa.

— Sí, soy yo. — contestó el más alto.

— Bien, tengo que seguir.

Dijo, intentando echar a un lado el que JungKook estuviera desnudo frente a él, completamente desnudo.

— ¿Vas a ayudarlo?

— Sí.

Contestó seguro y sin miedo.

— ¿Vas a impedírmelo o algo? Ni lo intentes JungKook.

— No te impediré nada, ya te advertí lo que pasará si sigues de su lado.

Retomó su antigua forma y se alejó de allí. Tae mordió su labio y una pequeña lágrima recorrió su mejilla, le dolía no estar del lado del chico que amaba, pero no podía apoyar algo que creía que estaba mal. Volvió a correr intentando encontrar a sus amigos.

Mientras tanto, DaeMi había vuelto a quedar en shock cuando el lobo desapareció dando paso a la piel blanca de Jimin. Suspiró y miró la herida, estaba casi cerrada.

— Mm... — lo escuchó gemir y mordió su labio mirándolo nerviosa. Jimin alzó su rostro y observó a DaeMi frente a él observándolo con los ojos muy abiertos. — DaeMi...

Dijo y se levantó, pasó un segundo antes de que se diera cuenta de su estado.

— Oh por Dios, ¿por qué tengo que ver a dos personas desnudas? — dijo TaeHyung desde atrás — ¡Jimin! ¿Estás bien? — corrió hacia él y lo abrazó. — No te preocupes, yo te cubro. — susurró.

La chica se quedó parada en su lugar sin saber qué decir ni hacer.

— Bueno... — al fin habló, pero no estaba segura de si era buena idea hacer preguntas en ese momento. — ¿Alguien me puede explicar qué está pasando?

Los dos chicos la miraron, Tae apretó sus labios y miró a Jimin. El pelinegro solo suspiró, otra persona más había descubierto lo que era, y se había desatado una guerra, no solo entre él y JungKook. Si no entre todos aquellos a los que conocía.

(...)

Habían llegado a la casa de Jimin, DaeMi se quedó sentada en el sofá junto a TaeHyung mientras Jimin tomaba un baño.

El pelinegro suspiró mientras el agua caía por su cuerpo, no estaba preparado para hablar con ella. Ni siquiera sabía qué decirle o cómo explicarle, solo pensaba en qué iba a pensar de él. Luego de algunos minutos salió y los observó a los dos.

— Yo ya me voy. — Tae se levantó y caminó hasta Jimin. — No vayas a meter la pata.

Dijo bajo y salió de allí dejándolos solos.

— Eres un hombre lobo. — DaeMi habló en cuanto Tae salió de allí. — Y JungKook también. — lo miró levantándose de su lugar — Fuiste tú el que me salvó aquel día, Dios, esto es...

— ¿Increíble?

Alzó su rostro y lo miró.

— Sí... — asintió — Parece todo tan irreal, incluso creí por un momento que todo era un sueño. Jimin tú...

— DaeMi — la detuvo. — Sé que esto es confuso, entiendo lo que debes estar sintiendo. Pero ahora quiero que lo olvides todo, quiero que vayas a casa y olvides este día. Lo arreglaré todo, no tienes que preocuparte por JungKook. Tranquila...

— ¿Qué?... — negó. — No, Jimin nunca olvidaré esto. Ni aunque me lo pidas mil veces, no podría. Acabas de salvarme la vida.

— Porque yo mismo te puse en peligro. — respondió y le dio la espalda. La verdad no sabía que decirle, solo quería mantenerla alejada de todo aquello.

— ¿Qué quieres decir con eso? — frunció el ceño. — ¿Acaso no me ayudarías si no hubiese sido culpa tuya?

— No es eso.

— Entonces, ¿qué es?

— ¡Que no quiero que te hagan daño! — gritó. — No quiero que te pase nada malo, si algo llegara a pasar yo...

Tapó su rostro con sus manos.

— Estoy bien Jimin, nada va a pasarme.

— Por favor, aléjate de mi.

— No, ahora solo quiero estar junto a ti. Quiero entenderte Jimin, quiero saber por qué JungKook me utilizó para hacerte daño.

Quizás porque te amo...

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HEARTBEAT; pjmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora