Jimin se despertó en la mañana y se quedó un rato más acostado, y aunque no estaba dormido se mantuvo con los ojos cerrados. Todo parecía haber sido un sueño, pero era real. DaeMi al fin sabía quién era él y no lo había tomado mal, siempre pensó que si ella o alguien sabían lo que era saldrían corriendo sin mirar atrás. Pero estaba equivocado, al menos TaeHyung y DaeMi no lo habían hecho, estaba feliz. Y ahora solo quedaba una cosa, protegerlos.
Se levantó y se alistó para la escuela, aunque las cosas se estaban poniendo difíciles aún tenía que seguir yendo y continuar con su vida “normal” Solo esperaba que sus palabras hayan asustado un poco a la Señora Jeon.
No entendía de donde había sacado la idea de atacar Seúl y Busan. Porque estaba seguro que esas eran las ciudades que más le interesaban.
Suspiró y salió de su casa, en cuanto comenzó a caminar se dio cuenta de la presencia de DaeMi. La chica estaba parada frente a su casa y sonrió cuando lo vio, lo había estado esperando hacían varios minutos.
— Al fin. — se alejó del poste en el cuál estaba recostada y caminó hacia él poniéndose a su lado. — Llevo siglos esperándote — bromeó.
— ¿Me estabas esperando?
— Claro, vamos.
Ambos comenzaron a caminar, Jimin la observaba esperando a que ella dijera la razón. Pero simplemente se mantuvo callada todo el camino.
— Dije que iba a elegir luego de que me contaras. — habló mientras caminaban por el pasillo de la escuela. Era de esperarse que todas las miradas cayeran sobre ellos dos. Al fin el solitario Park Jimin le había abierto su corazón a alguien. — Y he elegido ser tu amiga.
— Sabes que es peligroso.
— Dijiste que me protegerías, y creo en ti. Además — se detuvo y lo miró. — No por ser diferente tienes que esconderte.
— ¿Debo esconderme? ¿Por qué?
— Porque eres diferente, y a ellos no les gusta lo diferente.
Recordó las palabras de su madre y sintió ese nudo volver a incrustarse en su garganta.
— A las personas no les gusta la diferente, cada pequeña cosa que vean que no está en su lugar lo toman como una amenaza. — habló, y su voz salió casi inaudible.
— Jimin, no todos somos iguales. Tú eres diferente por ser un hombre lobo. — sus palabras salieron en un susurro. No quería que nadie la escuchara. — Pero otros somos diferentes en cuanto a gustos, personalidades y otras cosas. Creeme cuando te digo que no soy como ellos.
El pelinegro la miró y sonrió, tenía que decidir en si seguir sólo, escondido y con miedo o a empezar a creer en los demás y darles una oportunidad. Estaba dispuesto a quedarse al lado de DaeMi si ella se lo permitía, al fin podía hacerlo.
— Está bien.
Asintió y entraron al salón, Jimin vio a TaeHyung y notó algo extraño en el castaño. En cuanto éste vio al pelinegro bajó la cabeza sin siquiera saludarlo. El chico se sentó en su lugar con el ceño fruncido, algo estaba muy mal.
Las primeras clases terminaron y todos los del salón salieron al recreo. DaeMi esperó por Jimin pero él le hizo una ceña de que saliera primero y se acercó a la mesa de Tae.
— TaeHyung. — lo llamó, pero el castaño siguió metido en sus apuntes. — ¿Que te dijo JungKook?
— Nada, no el no me dijo nada — al fin habló y miró a Jimin, sus ojos se cristalizaron. — Yo no quiero dejar de ser tu amigo, pero él... Él les va a hacer daño.
Jimin jaló una silla y se sentó frente a TaeHyung.
— Es tu decisión TaeHyung, no te diré nada por dejar de hablarme. Pero si lo haces por JungKook, sabes que está mal, ¿verdad?
— Si... — dijo bajo mientras asentía.
— Sé que te hizo elegir, y que elegiste ser mi amigo — sonrió. — Por eso luego amenazó con hacerme daño.
— ¿Como lo sabes? — TaeHyung alzó su rostro y varias lágrimas corrían por sus mejillas.
— Conozco demasiado a JungKook. — dijo molesto. — Él no me hará nada, ni a ti ni a mi. Ahora levanta y vamos a comer algo. Nadie se mete con mis amigos.
— ¿Es oficial? ¡Ya somos amigos! — Tae se emocionó y se levantó enganchadose del brazo de Jimin.
— Tampoco te pases, sueltame TaeHyung.
(...)
Las clases habían terminado en su totalidad. Jimin había hablado con TaeHyung para que llevara a JungKook a un lugar al que habían acordado, el pelinegro terminaría con esa guerra antes de que empezara. Le diría a JungKook que YoonGi era su hermano y todo lo que había hecho su madre.
— ¿Jimin?
El mayor llegó antes que todos, no sabía cuál era la razón por la que Jimin lo había llamado. El menor lo miró y suspiró, esperaba que todo saliera bien.
— Hey Hyung... — mordió su labio, seguro que YoonGi lo mataría luego de saber qué era lo que tramaba.
— ¿Que pasa?
— Vas a decirle la verdad a JungKook, tienes que contarle todo. Él está al llegar.
— ¿¡Que!? — YoonGi gritó molesto. — ¿Que has hecho? ¿Sabes en el lío que te estás metiendo? ¡Jimin no debiste hacer eso!
— Pero Hyung... — intentó explicar, pero la verdad no sabía como. Nunca había visto a YoonGi tan molesto. — Yo sólo quiero que todo acabe, así podremos vivir una vida feliz.
— ¿Vida feliz? No necesito ninguna de esas mierdas — se acercó a Jimin y lo miró a los ojos. — Haces esto sólo por ti, porque en todo este tiempo no hiciste nada. Pero ahora necesitas paz con él y me echas a mi al fuego.
— No es así.
Negó, esa no era la intención de él. Nunca lo fue, desde siempre pensó en todo aquello más nunca había tenido el valor de hacerlo.
— Pierdete Jimin, y que ni se te ocurra decirle algo de mi a JungKook.
Fue lo último que dijo antes de tomar su forma animal he irse de allí.
— ¿Y bien?
El pelinegro sintió la voz de JungKook detrás de él.
— ¿Para que me llamaste Jimin? Espero que sea importante.
¡Feliz Navidad Kimies! 😄⛄🎄 Espero pasen un lindo día :D
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HEARTBEAT; pjm
FanfictionJimin sólo quería que todo siguiera cómo siempre, prefería seguir estando sólo que poner en peligro a personas inocentes. Pero simplemente las cosas no se mantendrían ocultas. Portada: @Edlyn_Tovar