Capítulo quince.

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Luego de un mes las cosas entre la tatuadora sin tatuajes y la pintora sin pudor estaban exactamente iguales.

Catra siempre llegaba cinco minutos antes al trabajo, y Ador entraba a las doce a la tienda. La dibujaba hasta las cinco. Salían a las cinco y diez minutos y subían al auto de Adora para ir a algún lugar. A las nueve Adora siempre se aseguraba de dejar a Catra en las puertas de su casa. Se enviaban mensajes hasta la media noche. Finalmente se dormían.

Y el proceso se repetía.

Aun así, la jornada nunca llegaba a ser aburrida.

Ese día, por ejemplo, Catra estaba recostada sobre e sucio sofá de la sala de estar de Adora, quien se encontraba sentada en un sillón frente a ella con un lápiz y un cuaderno de dibujo entre manos.

Cuándo no la pintaba, Adora Bright la dibujaba.

- A veces me pregunto como haces para quedarte en esa tienda de tatuajes todo el día con ese suéter de cuello alto cuando estamos a más de treinta grados.

- Todo por amor al arte, solectio  -Aclaro con una sonrisa.

- Tal vez deberías hacerte un tatuaje...

No era la primera vez que se lo decía.

- Ya te lo he dicho, Adora. No estoy lista.

- ¡Vamos, Catra! ¡No deberías pensarlo tanto!... Si quieres mi sugerencia: "Amo los pechos de Adora" en tu frente no sería un mal tatuaje...

-¡Adora! -Chillo divertida, y su mano se movió como si estuviese golpeando el hombro de la chica cuando en realidad estaban tan lejos que ninguno de los dos podía tocarse.

- Esta bien, lamento eso... -Pero realmente no lo hacía.

Catra rió nerviosamente.

-He terminado el décimo octavo libro de Howe -Informó Catra con orgullo luego de algunos minutos.

Aunque Howe estaba loco, leerlo podía resultar ciertamente interesante algunas veces.

- ¿Sigues sin comprenderlo?

- Ni un poco -Afirmó con una enorme sonrisa en el rostro.

Adora simplemente rió y negó con su cabeza varias veces, olvidando de esta forma el lápiz y el cuaderno de dibujo.

- ¿Quieres salir a cenar? -Preguntó mientras miraba el reloj. Eran las seis y cuarto.

- ¿Cómo es que pasamos de hablar de mi no-tatuaje a Howe y luego a que me invitaras a comer? -Interrogó burlonamente.

- No lo se, supongo que estamos locas -Resolvió con indiferencia-... Y si fuese tu aceptaría esa invitación. Es decir, vas a salir con Adora Bright. Ya quisiera yo ser la afortunada -Agregó con cierta burla.

- Entonces supongo que tendré que aceptar...

***

No fue sorprendente para Catra que Adora comenzará a conducir hacia el restaurante donde habían tenido su primera cita.

Siempre comían allí.

Lo que sí fue sorprendente es que Scorpia llamó a la tatuadora justo en medio del viaje.

-¿Qué sucede, Scorpia? -Pregunto dulcemente.

Fue cuando escuchó los sollozos tras la linea.

- Eder termino conmigo... Me dejo... Estoy sola... El cine... No se como volver... Catra, por favor -Parecía desesperada-. Ven. Te necesito.

La Tatuadora De LibélulasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora