Capítulo dieciocho.

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Al tercer mes, Adora ya no usaba chaquetas.

Catra no sabía cómo había sucedido, pero un día la vio entrando a la tienda de tatuajes con solo sus pantalones ajustados y una camiseta blanca con el logo de "The 1975".

No era como si le gustara, pues aquella camiseta le permitía a la tatuadora tener una vista privilegiada de sus pálidos brazos y la parte superior de sus pechos, pero aquella venda alrededor de su muñeca no le permitía admirarla completamente.

-¡Adora! -Saludo al verla. Estaba sonriendo, y lo hacía de verdad.

-Veo que estás sola -Dijo con una dulce sonrisa antes de depositar un beso en sus labios y sentarse a su lado. Lo cierto es que la tienda había estado vacía la mayoría del tiempo, y hasta la llegada de Adora solo había tenido un cliente.

-No ahora -Dijo con una sonrisa que le iluminó los ojos-. Jamás podría sentirme sola si estoy contigo, Adora

La joven pintora rio ante esto y se sonrojo levemente.

-¿Qué libros lees, Camz? -Intentó burlarse. Quería hacer parecer que el halago era estúpido, pero lo cierto es que nadie jamás le había dicho algo tan dulce-. Seguramente esos que están de moda. Howe jamás habría dicho algo así.

-Acepta que te encantó -Se burló alzando las cejas.

-No...

- Adora ...

-Solo un poco, pero creo que el hecho de que seas mi novia tiene que ver con eso.

-Me conformare con esa respuesta -Había una gran sonrisa en su rostro-. ¿Dónde está tu chaqueta?

-En mi armario -Notificó-. Si voy a sufrir con el mundo no quiero ocultarlo... El mundo sufre continuamente frente a nuestros ojos, pero están aquellos quienes se dan cuenta y los que deciden ignorarlo... Las personas pueden notar mi venda, Camz, o pueden simplemente pasarla por alto.

-Yo la noto -Susurro dulcemente antes de sujetar su mano herida con cuidado-... Quiero hacer algo, Adora... No me gusta ver esto en ti.

-El mundo está sufriendo Camz. Si quieres salvarme a mi salva al mundo.

-Salvándote a ti salvaré al mundo -Formuló con rapidez y espero que una frase sacada de algún libro moderno la ayudara.

-¿Por qué lo dices?

-Porque tú eres mi mundo -Confesó, y aunque al leerlo en sus libros favoritos la frase era hermosa, decírsela a Adora era mejor en todos los sentidos.

-Lamento decírtelo, Camz -Murmuró con tristeza-, pero tu mundo se cae a pedazos.

***

Solo tuvo un cliente más las siguientes horas, y el día fue tan poco provechoso que Hordak los envió a casa temprano.

Adora era la única que parecía haber hecho algo en ese tiempo. Y con "algo" me refiero a hacer dibujos de Catra para admirar cuando estuviese sola.

Fueron a comer al restaurante de siempre, y ocuparon una de las muchas mesas de los alrededores.

Ya no importaba para Adora Brigth sentarse en la mesa central. Ahora lo único que parecía interesarle era estar con la tatuadora.

-¿Te gustaría ir al parque el sábado?... Mi hermana vendrá a visitarme ese día y quiere ir porque cree que la naturaleza la ayuda a despejar su mente y todo eso. Ya sabes, está loca... -Dijo Adora

La Tatuadora De LibélulasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora