Al séptimo mes ellas hicieron el amor por primera vez.
Todo comenzó como un día normal, pues los grandes momentos no anuncian su llegada con trompetas. Catra llegó temprano a la tienda de tatuajes, Adora estuvo allí a la hora indicada, un par de clientes pasaron por sus manos...
Salieron a las cinco y se dirigieron al restaurante de siempre. No se sentaron en la mesa del centro ni en aquella que usaban cuando se reunían con Scorpia. Se sentaron en una mesa de los alrededores, esa que está lo suficientemente alejada como para que no seas el centro de atención y que no permite que te ignoren por completo.
Adora llevaba una camiseta blanca y unos pantalones grises algo holgados. También estaba usando zapatos deportivos. No había beanie, ni gafas de sol, ni una chaqueta. El color negro se había marchado. Tampoco había un aire de superioridad en su rostro.
Aun así, el girasol estaba allí.
-¿Sabes qué mes es? –Preguntó Adora mientras alzaba las cejas y sonreía levemente mientras apoyaba su barbilla en sus manos.
Catra ya no se fijaba en las vendas de sus muñecas... Supongo que había terminado por aceptarlas.
-¿Febrero? –Respondió Catra. Había confusión en su voz.
-¿Sabes lo que eso significa?
-¿Que es... Febrero?
Adora rio ante esto y negó con su cabeza lentamente.
-La primera vez que nos vimos era febrero, Camz -Le recordó-. Seguro lo recuerdas... Yo me veía increíblemente sexy ese día.
La tatuadora lo recordaba, pero no con nitidez. Es extraño, pero a veces olvidamos las cosas realmente importantes.
-Sigo sin entender por qué no escogiste los tatuajes de Spinerella y Netossa-Murmuró mientras le regalaba una hermosa sonrisa.
-Ya te lo dije hace algún tiempo, amor. Tus tatuajes eran los únicos que tenían lo que yo estaba buscando.
-Creo que también te he preguntado que estabas buscando.
Adora elevó una de las comisuras de sus labios y la miró antes de acariciar su mejilla con su mano, la cual Catra sujetó para dejar un beso en la suave piel de sus nudillos.
-Buscaba amor -Confesó-... No quería el mejor tatuaje del mundo. Tampoco quería un tatuador de calaveras y demonios... Necesitaba a alguien cuyas obras transmitieran tanto amor como el que yo sentía hacía mi abuela. Y se de amor y de arte, Camz... Puede que fuese una perra, pero el amor que tenía por cada una de mis pinturas era completamente puro. Aún lo es... Necesitaba una obra pura. Una obra llena de amor y pasión... Tal vez necesitaba una tatuadora pura también.
Catra habría respondido esto con una bonita frase, pero el oportuno mesero de siempre llegó con su pedido.
La Adora con quien había tenido su primera cita le habría ordenado marcharse. Esa Adora simplemente le agradeció.
-Te amo -Le dijo Catra mientras veía a la pintora llevarse un rollo de sushi a la boca.
La pintora la miró con sus ojos azules y sonrió dulcemente ante esto, así como un niño al que acaban de decirle que no tiene que ir a la escuela al día siguiente.
Y esa fue la primera vez en el que la pintora no comió el sushi como si fuese lo más increíble del mundo.
... Lo más increíble del mundo estaba justo frente a ella.
-¿A qué viene eso?
-A que realmente lo hago -Contestó-... Adora, en los libros que leo, esos en los que las oraciones tienen sentido, las personas se enamoran unas de otras y terminan resolviendo sus problemas. Ya sabes, se salvan en situaciones de extremo peligro, dejan de ser asesinos seriales, mágicamente su cáncer se cura... A veces me he preguntado si es realmente amor o una deuda... También me pregunté qué sucedía con esas personas que tenían buenas vidas. Me pregunte que sucedía con las tatuadoras de veinte años con diez hermanos y una vida que no habría cambiado a pesar de no disponer de todos los lujos...
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La Tatuadora De Libélulas
Fanfiction'Catra marcaba la piel de las personas, Adora marco su corazón... para siempre.' Adaptación de LTDL -Camren- escrita originalmente por AllysonDeVil. La historia no me pertenece, pero tengo el permiso para hacer una adaptación de esta.